miércoles, 16 de octubre de 2024

HITITAS

 

Si hay alguna persona de la que no me voy a divorciar nunca, ésa es EVA TOBALINA. No nos conocemos personalmente pero no hace falta: la veo siempre que quiero en YouTube. 

Profesora de historia antigua de la Universidad de la Rioja es la comunicadora más enganchante que conozco. Anoche estuve viendo EL IMPERIO HITITA (I) y esto es lo aprendí solo escuchándola: los hititas vivían en lo que es hoy el corazón de Turquía en el sigo XVIII antes de Cristo. (Sí, siglo 18, pero antes de Cristo). Estamos en la edad de bronce. 

ESCRITURA IDEOGRÁFICA

Son los primeros, hasta ahora descubiertos, que hablaban lengua indoeuropea pero al principio eran tribus disperas. ¿Cómo llegaron a unirse para formar un imperio?

Parte de la respuesta parece estar en que, a uno de sus primeros reyes, ANITTA, se le encendió la bombilla y fue creando entre sus súbditos la idea de que los reyes, al morir, se transformaban en dioses. O sea, sacralizó la monarquía para aumentar su poder y el respeto de todos los demás. 

Dicho poder cobró carta de naturaleza en otro rey que publicó el EDICTO DE TELIPINUS, en el cual quedaba claro que cualquiera que hiciera la más mínima falta a su rey condenaba a él y a su familia, a sus descendientes, a sus ovejas y a sus cultivos, al desastre.

Todo esto que nos parece terrible a ojos contemporáneos era aceptado sumisamente, lo cual permitió consolidar el poder y facilitar la expansión. 

Tenían escritura jeroglífica y un culto a los dioses de la vida y de la muerte. 

Hicieron un aporte curioso a la historia del arte, ya que los hombres eras dibujados al estilo egipcio (sus vecinos), o sea, con la cara y las piernas de perfil y el torso de frente. Pero las mujeres eran dibujadas con nuestra perspectiva actual: todas de perfil. 

Estos hititas eran tan listos que aprendieron cómo obtener hierro 500  años antes que todos los demás. Pero no a nivel guerrero porque con las espadas de bronce parece que les alcanzaba, sino como comercio. 

La obtención del hierro pocos artesanos hititas sabían cómo lograrlo, porque le encontraron el punto al calor del horno,  a cómo liberar al hierro de sus escorias y así desarrollar la metalurgia del hierro, que se mantuvo como secreto industrial durante muchísimo tiempo. 

Como era más valioso que el oro, los hititas se enriquecieron con su venta o como obsequio de gran valor. 

Se ha logrado traducir una carta que el rey de los hititas le manda a su colega de Egipto y dice lo siguiente: (no es textual, obvio), "Estimado X: sé que te prometí un regalo valiosísimo que es una espada de hierro, pero tendrás que esperar un poco porque mis artesanos la están fabricando. En prueba de mi palabra y como anticipo te mando una pequeña daga de hierro hasta que tu espada esté lista". 

Este cuento de los hititas no se ha acabado. Pero, al igual que la espada de hierro, habrá que esperar por más. Yo no sé a ustedes, amables seguidores (4 ó 5), pero a mí estas historias me vuelan la cabeza. Saludos a todos. 

4 comentarios:

  1. Siempre inventarse un ser superior. Lo más parecido a ti, obvio. Y a obedecer.

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    1. Si, parece que los sapiens solo funcionamos con una autoridad fuerte, que nos obligue a estar unidos y tirar del carro todos para el mismo lado.

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  2. Cómo puedo ser tan ignorante? Todo ésto que leí es una joya para mi intelecto.
    Gracias Moni, es tan bueno que te abran la cabeza

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