Estas opiniones son fruto de mi práctica odontológica y no tienen ningún soporte bibliográfico.
El apiñamiento posterior por falta de espacio se debe resolver algunas veces con extracciones al igual que ocurre con el apiñamiento anterior o lateral.
Las extracciones en el apiñamiento posterior deberán tener en cuenta la edad del paciente, la morfología ósea (que determina la inserción del músculo masetero), el tamaño dentario, el estado de salud coronario y periodontal, la oclusión. el crecimiento paralelo, convergente o divergente (si es muy joven el paciente), la ATM y, LO MÁS IMPORTANTE DE TODO: si se trata de MAXILAR o de MANDÍBULA.
Naturalmente, la primera opción de tratamiento es la exodoncia de los ochos.
Pero si los ochos del MAXILAR, por ejemplo, todavía no han apexificado y los sietes están deteriorados por caries, se puede optar por extraer los sietes y dejar erupcionar a los ochos en el espacio edéntulo.
Una circunstancia frecuente (aunque cada vez menos por las profilaxis) es la pérdida prematura de los seis.
En este caso y tratándose del MAXILAR, se pueden alinear con ortodoncia los sietes y los ochos, si la cortical del seno maxilar no lo impide. Si ésta es muy baja, se debería hacer elevamiento sinusal, colocar un implante y extraer los ochos. U otro tipo de reconstrucción protésica. Las posibilidades económicas del paciente y sus deseos y necesidades también deben ser tomados en cuenta.
La falta de antagonista muchas veces obliga a decidir extracciones.
El tratamiento en la MANDÍBULA es radicalmente distinto porque la erupción de los cordales no es predecible.
Sólo en casos de máximo apiñamiento (por macrodoncia, por ejemplo) con intrusión, rotación y/o lingualización de los seis inferiores se opta por extraer sietes que entorpecen seriamente el enderezamiento de los seis. Siempre teniendo en cuenta que los ochos también se perderán. Estoy absolutamente convencida que es mejor un solo molar funcionando perfectamente con su antagonista que dos o tres malposicionados y con la perspectiva de originar bolsas patológicas, caries interproximales, dificultad en la higiene,problemas de ATM, etc en un futuro mediato.
Muchas veces tenemos una ASIMETRÍA y necesitamos una solución diferente en el lado izquierdo de la boca que en el lado derecho.
Al aumentar las expectativas de vida en la población, aumenta el compromiso que los odontólogos contraigamos con el paciente; condicionando nuestro tratamiento a MUY LARGO PLAZO.
Debemos imaginar a un adulto donde hay un niño o un joven. Considerar el pronóstico que, en lo posible, nos asegure una estética y una función siendo el paciente ya adulto o mayor, evitando así (o posponiendo lo más posible), las restauraciones y prótesis.
Hemos comprobado en reiteradas oportunidades lo que ocurre con molares o premolares endodonciados y con gran pérdida coronaria. A menos que se realicen pernos y fundas esa pieza dentaria podrá sufrir una fractura longitudinal antes o después.
SINTETIZANDO: las exodoncias de molares en casos de apiñamiento posterior deben ser decididas luego de un examen cuidadoso e individual de esa situación bucal en concreto y siempre pensando en EL LARGO PLAZO. Pensando PREVENTIVAMENTE. Pensando en la FUNCIÓN que deberán realizar en los siguientes años, a veces, muchos.
"LA MEJOR PRÓTESIS ES LA QUE NUNCA SE HACE"
"LA MEJOR ORTODONCIA ES LA PREVENTIVA Y LA INTERCEPTIVA".
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