¡El pobre! El pobre se había quedado viudo. Bueno, pobre, lo que se dice pobre, no tanto. Al fin y al cabo él y su mujer estaban separados hacía años...aunque él hubo de reconocer que esas cosas de muerte siempre duelen. Justo es reconocer, además, que él, al igual que todos los seres vivos regados con TESTOSTERONA había buscado cierto consuelo entre otros brazos...cositas sin importancia, la verdad. Gran parte de la vida del matrimonio (algo alejados emocionalmente) los momentos vividos juntos (algo alejados físicamente), los viajes (algo más motivados para pelearse): mucho los unía. En los viajes tenían más tiempo para discutir, porque en la vida cotidiana vivían como anestesiados por el entretenimiento laboral ...en realidad se ignoraban.
Y sí, yo tengo una amiga inglesa que afirma sin cortapisas: "yo quiero vivir con alguien para poder ignorarlo". Al principio no la entendí pero luego me dí cuenta que yo había hecho eso mismo toda la vida con mis múltiples parejas....bueno, tantas no fueron....pero no estamos hablando de mí. Volvamos a ellos: a los hijos que tenían juntos no podemos apelar porque hijos no tuvieron. Bueno, más o menos, él siempre decía: "mi madre continuamente me está pidiendo un nieto...si supiera todos los que tiene por allí".
¡El pobre! El pobre hubo de reconocer que su matrimonio no había sido un camino de rosas...en realidad una cagada, hablando en plata. Pero igual la extrañaba como se extraña una jaqueca cuando se va, o como un dolor de muelas una vez extraída. Yo de esto último sé mucho. No porque me hayan dolido muchas veces las muelas sino porque me dedico a la reactualizada profesión de barbero...pero no estamos hablando de mí.
En fin, que se quedó solo. Lo bueno de quedarse solo es que nadie te disputa el dinero que ganas.Trabajaba mucho para olvidarse de la soledad y más dinero juntaba. Es que no tenía en qué gastarlo. Hasta se acostumbró a viajar solo porque su amigo y colega de toda la vida lo dejó tirado para unirse a la guerra santa. ¡Hay gente pa tó!
Con algunas compañeras de trabajo tuvo unos líos sin trascendencia ni descendencia...menos mal porque ya no era joven como para meterse en demasiados compromisos. ¡El pobre! Y bueno, los años fueron pasando, como siempre ocurre, sin que nos demos demasiada cuenta...es decir, "la vida es eso que pasa a tu lado, mientras estás haciendo otra cosa", como dijo....dijo...John Lennon, creo.
Al final se apuntó a clases de salsa porque una vecina lo invitó. Y los años siguieron pasando...
Un día cualquiera, en uno de ésos bailongos conoció a una mujer interesante, cosa nada fácil porque ya sabemos como está de devaluado el mercado de SOLAS Y SOLOS...un desastre. Los que no están frustrados, están en la bancarrota o están alcoholizados, ellos. Y ellas, sobremaquilladas, menopáusicas y fumadoras. Un desastre.
Pero ésta mujer era distinta: independiente (pero no ambivalente), viajada (pero no vejada), rica (pero no histérica) y, lo mejor de todo, sin HIJOS. Sí, ya saben, hijos, esos trastos que nunca nos dejan en paz y que se suponen el paradigma de la felicidad...por eso era rica, si no, ya se la hubieran fumado en pipa sus propios vástagos.
Bueno, pero a lo que íbamos. ¡El pobre!, bueno... ya no tan pobre....la vida parecía sonreírle. Porque aunque la cosa iba lenta, algo parecía ir cuajando... Se veían cada muerte de obispo (aunque yo no tengo ni idea que medida temporal es ésa...¿los obispos no se mueren nunca?), pero cuando lo hacían se sonreían, se invitaban y compartían momentos agrabables, aunque nunca pasaba de ahí.
El pobre no quería hacerse ilusiones y pensaba: "ahora me sale con que es un travesti". Tenía desconfianza, lógico, y se daba manija: "no puede salir bien, algo tiene que fallar gravemente, o, lo más probable: que no pase nada más de lo que está pasando".
Pero un día.....¡Ohhhh, un día glorioso ocurrió algo inesperado largamente esperado! Bueno, un día no, una noche. Después de bailar se fueron a cenar y hete aquí que, vinito mediante, terminaron en la camita. ¡¡¡¡Siiiiiiii, ese lugar que los matrimonios usan para DORMIR!!!! ¡¡¡Y los chicos también la usan para lo mismo...y a veces hasta para hacerse pis!!! Pero ellos dieron buena cuenta del cochón, que, menos mal, no era de los baratos. La cama se sintió en la gloria: ¡había recuperado su dignidad! y después de tantos años de abandono.
¡El pobre! El pobre miraba a su nueva amante dormir tan relajada, en pleno postcoito, totalmente incrédulo. Pensó: "todavía funciono, que lo parió, Mendieta".(Mendieta, personaje de cómic argentino). De tanto mirarla y cavilar se quedó por fin frito. Cuajado. Entonces empezó a tener unas pesadillas espantosas... recurrentes. Se despertaba, miraba a ese ángel durmiendo a su lado, se volvía a dormir y vuelta a la misma pesadilla. Horrible.
Soñaba que había dos mujeres en su cama, sí, dos. Una a cada lado. Una dormía pero la otra decía: "¡¡Ehhhh, ojo con las manitas, ¿eh?!! Ni se te ocurra tocarlo...!!" Y sus ojos llameaban. Entonces la otra se despertaba y le decía: "Sin Viagra no vamos a ninguna parte, ¿no?". Y sus ojos ardían. ¡Horrible!
La sensación de angustia era espantosa, un vértigo oscuro parecía devorarlo y se despertaba sofocado y sudoroso. Pero ¿por qué pasaba aquéllo? ¿Por qué aquéllo olía a REPROCHE? Si todo había ido bien...él estaba satisfecho, no estaba haciendo nada prohibido, a nadie tenía que rendir cuentas.....¿A qué venían estas pesadillas llenas de sensaciones culposas y violentas, llenas de negrura y monstruos?¿Tanto vino había bebido?
Menos mal que siempre que uno duerme al final se despierta...bueno, a veces no, pero dejémoslo ahí. Y el pobre al final despertó, el sol salió por el este, como siempre, los pajaritos cantaron y las viejas se levantaron, como siempre. La normalidad tomó el timón de la situación, aunque a él le quedó un sabor agridulce hasta que se fué diluyendo con la claridad de un día precioso. La felicidad y la risa por lo ocurrido iban ganando la carrera.
Luego que ella se fue a su trabajo, él se preparó un café y miró sin querer el almanaque en la pared.
26 de septiembre......¡¡26 de septiembre!!.....¡¡¡¡26 DE SEPTIEMBRE!!!! ¡¡OH, NOOOOO, PERO CLARO!! EL CUMPLEAÑOS DE LA DIFUNTA....el cumpleaños de la difunta...Su reencuentro con el amor fué precisamente ese día. "¡Joder!", pensó. "de 365 días me viene a tocar justo éste. Ésta me la está jugando desde el más allá".
Él no se acordó de la fecha.....pero su cerebro sí.¡Por eso tuvo la pesadilla recurrente! ¡El pobre!
Pobre pero no boludo porque decidió seguir con su nuevo amor ignorando temores oscuros e inexplicables. Y porque este cuento tiene que terminar bien ¡POR COJONES!
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