PANCHO MASSA
Plantar un árbol 🌳.
En el año 1980 mi padre se enteró que el padre de una amiga suya había decidido cambiar de cultivos en su chacra. Había decidido matar sus árboles de pécanos de 50 años cosecheros. A mi papá le dio pena y se los pidió regalados. Eran unos árboles 🌲 enormes, así que papá esperó el mes de agosto, en otoño, donde los pécanos pierden sus hojas, podó sus ramas más grandes y con mucho cuidado excavó sus raíces. Con gran delicadeza y la ayuda de docenas de obreros los extrajo y se los llevó a trasplantar a su fábrica de la Tinguiña en ICA - Perú , donde ahora funciona Precio UNO .
Los pécanos prendieron, dieron frutos, dieron sombra y prosperaron. Allí permanecieron 40 años; ya acumulaban 90 años .
Cuando mi familia vendió la fábrica a PRECIO UNO, pusieron como condición que muden la maquinaria en 30 días y que maten los árboles. Que no quede nada, que quede pampa .
Ese día nos acordamos de la proeza del trasplante de los pécanos de papá. Panchito, mi hijo mayor, decidió salvarle la vida a los viejos pécanos de 90 años y volver a trasplantarlos teniendo los mismos cuidados que su abuelo había tenido 50 años atrás . Esperó a agosto, el otoño, esperó que se caigan sus hojas y esta vez ya no con una docena de gentes sino con el empleo de maquinaria, con retro excavadoras y grúas hizo lo mismo que papá y los trasladó y trasplantó en el Barrio Chino de ICA , por segunda vez .
Ahora los árboles están felices, hermosos, dan sombra y frutos, además de oxígeno.
El secreto, decía papá, es respetar la posición original en su nacimiento de cuando fueron recién sembrados de semillas y cuidar su posición en relación de cara al sol, además de cuidar los vellos absorbentes de sus raíces .
Los pécanos de papá están por cumplir 100 años. Papá trascendió con sus árboles. ¿Y que es trascender ?, creo que es dejar algo bueno para la humanidad.
Nota : en la foto mamá y yo disfrutando de la sombra y del oxígeno de los árboles de papá.
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