29 de marzo del año 2015. Hace 15 años nació mi único (por el momento) nieto.
Tiene 15 años y eso ha puesto en estado de alerta mi memoria. De golpe me pregunté, porque ya tengo edad para reflexionar y bastante más tiempo "gracias" a la famosa CRISIS, ¿qué hacía yo a los 15 años, aparte de volverme loca con los Beatles?
Estaba en la escuela secundaria haciendo como que estudiaba. Era bastante rebelde pero además LEJANA. No era cariñosa, estaba siempre con cara de culo (en mi casa, no mis amigos), era acomplejada porque tenía unos dientes espantosos al estilo Felipe de Mafalda (A mi mamá le tengo que agradecer que lo presionara a mi papá para que un especialista en ortodoncia me alineara el desaguisado). No me gustaba mi nariz, aunque no era para tanto (a mi mamá, otra vez, le tengo que agradecer que me hicieran un retoque estético con anestesia local), tenía pocas tetas, pero esa vez mi mamá dijo "basta". En esa época nadie se operaba las tetas.
Mi precioso hermano no me daba bola ni yo a él.
Era la hija y la hermana PROBLEMA. Ahora que lo veo de lejos, supongo que lo que me quitaba autoestima era lo que yo estaba sintiendo: me sentía FEA. Eso me restaba seguridad en mi misma y me sumaba rebeldía. Luego veo las fotos mías de jovencita, con mi minifalda y me pregunto: ¿por qué una no se siente linda siendo preciosa?
Por el contrario, mi nieto se esta poniendo cada vez mas lindo. Y él sí se siente bien consigo mismo.
Ademas, el tuvo la suerte que ya tiene hecha la ortodoncia, porque los dientes apiñados los heredó de su abu Maina (yo) y de nadie mas. Al menos, ya que los heredó de mí, yo misma se los he podido arreglar. Adrián, al revés que yo, esta creciendo en esta etapa siempre complicada de la adolescencia, aparentemente en armonía con su entorno estudiantil, social y familiar. De vez en cuando una respuesta fuera de tono, pero nada exagerado como se ve en otros jóvenes.
Cuando yo tenia 15, mi familia se fue disgregando. Mi papa, muy buen tipo, buen padre y buen marido, tenia, sin embargo una característica negativa: separaba a la gente. La alejaba.
Primero se distanciaron mis primos y tíos por parte de mi madre y luego los de la propia familia de mi padre. Nuestra extensa familia quedo reducida a nosotros 4. Supongo que eso nos ha restado, en su momento, a mi hermano y a mí, conocimientos sobre los vínculos emocionales que se ponen en juego dentro de una familia y que sirven de ensayo para futuras situaciones sociales y laborales. Y eso a mi nieto le SOBRA.
Mi nieto, como todo chico producto de su época, esta todo el día con la pantallita delante de la jeta.
Y yo había descubierto la televisión con sus series norteamericanas. En esa época deje de leer tanto como lo hacía antes, deslumbrada por las imágenes. Mi nieto no lee mas que lo que le exigen en el instituto.
Mi nieto adora el surf. Y yo adoraba (y la adoro) la natación. AGUA PARA DOS.
Y si uno quisiera saber la ideología de mi época de juventud (por lo menos la mia) no tiene mas que leer a MAFALDA. No se como habría envejecido ella, pero de chicas pensábamos igual. Rompedoras, contestatarias, con ganas de emanciparnos cuanto antes de nuestros padres y salir volando a conocer mundo. También había "SUSANITAS", pero no pertenecían a mi pandilla.
Por el contrario, mi nieto se encuentra con padres modernos, que lo comprenden y lo acompañarían, si se diese el caso, a hacerse un tatuaje o ponerse un piercing, aunque no estuvieran muy contentos.
Impensable en mi época. Yo no hubiese podido llevar a mi novio a dormir a mi casa, circunstancia bastante habitual hoy en dia.
Nosotros íbamos solos al colegio y, si hacíamos algo mal, habia que aguantarse los retos de profesores o directores porque mejor que en casa no se enteraran. Se llamaba a los padres solo si había problemas de conducta severos.
Ahora los padres llevan a los niños al cole hasta muy mayores y están siempre interesándose por como van en los estudios. Hay un estricto seguimiento. La adolescencia se ha alargado hasta el infinito, hay un abismo generacional que podría llegar hasta el centro del planeta, pero el abismo lo ha creado la tecnología, cambiando por completo la vida de la gente con las redes sociales.
La protección de la niñez ha llegado a un punto en el que da la sensación de que son el ombligo del mundo, el rey de la casa pero a la vez, sumamente vulnerables con el bullying y otras yerbas. En fin, OTRO MUNDO.
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