(....) "Nosotros nos alegramos de que el príncipe Enrique y su esposa, Meghan, hayan sido padres, no somos alimañas.
Ahora bien, se trata de una alegría extraña cuando vivimos en un mundo en el que el capitalismo financiero prohíbe tener hijos a nuestros jóvenes. La procreación, en fin, empieza a ser un asunto de ricos que exhiben sin pudor ese privilegio, como queda registrado en la imagen.
Y si entre nosotros no nacen, en otros ámbitos mueren al poco de hacerlo, también por influencia de la globalización financiera. No se ha hecho el cálculo de cuántos bebés pobres tienen que morir para que sobreviva uno millonario, pero hay relación entre una cosa y otra. No lo duden". JUAN JOSÉ MILLÁS.
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