Wittgenstein (filósofo alemán) y una colega se encontraban en la estación de tren de Cambridge, esperando.
Empezaron a discutir un problema filosófico. Vino el tren, seguían discutiendo.
Paró el tren, seguían discutiendo.
Arrancó el tren y de golpe, Wittgenstein corrió tras él y se subió, justo a tiempo.
La colega se quedó muy cariacontecida pero un mozo del andén la consoló: "no se preocupe usted, en 10 minutos llega el próximo".
A lo que ella contestó: "usted no entiende, él había venido a despedirme".
Cosas de filósofos.
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