lunes, 29 de julio de 2019

ANCESTROS

MARÍA MARTINÓN es la directora del Centro Nacional de Investigación Humana (España). Nos cuenta en un interesantísimo artículo publicado en el mes de julio de 2019, en la revista EL PAÍS SEMANAL, las supuestas alternativas ocurridas hace unos 100.000 años, año más, año menos, entre los sapiens (nosotros) y los extintos neandertales. Un detalle curioso es el tema de nuestra capacidad para seguir bebiendo leche de adultos, gracias a una mutación que nos permite seguir digiriéndola y eso constituiría una singularidad del ser humano.
También habló del nicho ecológico que es cómo se gana la vida una especie, qué hace. Y el humano hace de todo: en nuestra especie caben todos. Los listos, los tontos, los tímidos, los temerarios, los valientes y los cobardes. En este escenario parece que no dejamos mucho espacio para otra especie; además, otra especie parecida a nosotros.
Pero además los sapiens pudieron llegar a China hace al menos 80000 años y a Israel hace 100000, entonces, ¿por qué no tenemos sapiens en Europa donde los neandertales llevaban viviendo 500000 años?
Probablemente éstos eran más fuertes y estaban mejor adaptados al frío de la era glacial, aunque quizás tuvieron mala suerte. Estuvieron aislados mucho tiempo y la endogamia (reproducción dentro de la misma especie) los agotó genéticamente, de ahí la importancia de la diversidad y la mezcla. Y esa fue una buena suerte para el sapiens que pudo entrar como oportunista cuando al neandertal ya le iban mal las cosas. Si el clima hubiera sido distinto y otras hubieran sido las oportunidades, esta historia quizás la estaría contando una neandertal y no una sapiens.
Gracias, María Martinón, por estas cosas tan interesantes que nos enseñas.


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