lunes, 30 de julio de 2018

BORGES Y ELLA, capítulo 5

Recapitulemos: en 1975, durante el gobierno de Isabel Perón, un ministro de economía, Celestino Rodrigo (amigo de López Rega, el brujo) firmó, con su elegante estilográfica, la ruina de millones de argentinos. Fué lo que luego conocimos como el rodrigazo. Admitamos que la cosa ya venía mal por la crisis del petróleo de 1973, pero sobre llovido, mojado.
En la revista satírica HUMOR salió un artículo que decía: a las lapiceras de los ministros de economía las carga el diablo. Ella nunca olvidó ese titular. Claro: ellos firman y nos cagan la vida.
Esta revista inolvidable empezó en 1978. Sorprendentemente,
 sobrevivió con Videla y quebró en 1999, tras perder dos juicios iniciados por el gobierno de Menem.
Las cosas raras que tiene la vida: los militares la toleraron pero los demócratas no. A ella le encantaban el doctor Cureta,
de Jorge Meijide; Boogie, el aceitoso, de Fontanarrosa y las puertitas de López, de Trillo.
También adoraba a Mona Moncalvillo. pero como de revistas contestatarias no se vive, visto lo visto, políticamente hablando y habiendo fracasado el plan Austral de Alfonsín, estaba ella con una depresión, arrastrándose por los zócalos sin más ideas para llegar a fin de mes, desmotivada y con sed de grandes cambios. Entonces, en la cátedra de fisisología de la facultad de odontología de Buenos Aires ocurrió lo inesperado, lo fortuito, lo casual, lo insospechado. ¿Cómo decirlo? Como lo expresaba su papá, de manera inmejorable: EL IMPONDERABLE.
Un nutrido grupo de médicos españoles no tenían plaza en España para hacer la especialidad de estomatología, aunque lo que ellos en realidad querían, como después se lo manifestaron, era estudiar odontología, que, aunque son carreras afines, no es para nada lo mismo. La carrera de Odontología, en esos años, no existía en España. Hubo, entonces, un convenio entre ambos países para hacer intercambios. Los médicos españoles podían venir a estudiar odontología a Argentina (les reconocían algunas materias básicas) en varias universidades argentinas y nosotros, los argentinos, podíamos homologar el título argentino en España. ¡España! ¡La de Cervantes y su Quijote! 
 UN SOLDADO DE URBINA, del maestro Borges.
"Sospechándose indigno de otra hazaña
 cómo aquélla en el mar, este soldado, 
a sórdidos oficios resignado
erraba oscuro por su dura España. 

Para borrar o mitigar la saña
de lo real, buscaba lo soñado
y le dieron un mágico pasado
los ciclos de Rolando y de Bretaña.

Contemplaría, hundido el sol, el ancho 
campo en que dura un resplandor de cobre; 
se creía acabado, sólo y pobre, 

sin saber de qué música era dueño;
atravesando el fondo de algún sueño, 
por él ya andaban don Quijote y Sancho". 


Cuando el Dr.Bozzini, el titular de la cátedra, le ofreció a ella darles clase de fisiología oral a los jóvenes médicos españoles, al principio dudó...pero luego pensó: ¿por qué no?
Aunque pasaron más de dos años entre esta propuesta y la emigración definitiva de Argentina, íntimamente ella la decisión YA LA HABÍA TOMADO, como posteriormente se lo reconoció a sí misma. Sus alumnos españoles eran la conexión que necesitaba: SE LARGABA CON SUS HIJOS, sí, señor, y su pareja la apoyaba, el inefable Juan Luis. 
Porque como decía Borges: a Argentina y a ella "no las unía el amor, sino el espanto".
En España hacían falta odontólogos. Ella tenía, casualmente, esa profesión, y se podía homologar el título. Tenía 40 años, tan vieja no era, aunque muchos opinaron que era una locura (los opinólogos, cuando no). Para completarla el 26 de abril de 1986 ocurre un accidente nuclear gravísimo en Chernóbil, en la Unión Soviética, que origina una nube radioactiva que se va de paseo para Occidente. Sus amigos le pronosticaban tragedias y peligros innumerables, una muerte segura. Un país desconocido, empezar de cero con tres hijos a cargo y casi sin rublos. Un desatino. "Locura es quedarse en este barco inestable, siempre a merced de las tormentas y no arriesgar alguna alternativa viable, mas para sapiens mediocres con título, como yo" pensó.
En ese momento de la historia, España atravesaba un buen momento económico y social. Había armonía, paz y dientes podridos, que pedían a gritos ser arreglados.  EL ENCAJE PERFECTO, LA OCLUSIÓN IDEAL.
Que ya había tomado la decisión firme y precoz de manera casi incosciente de trasladar a la familia, con todos los riesgos que aquéllo implicaba, lo vió muy claro después, mucho después: fué como una epifanía, una llamada, una certeza.
Todo lo demás: los hijos (adolescentes), los padres (se quedaban solos y no iban a ir ni de visita a España, porque nunca aceptaron las invitaciones de ella: tenían miedo de un viaje tan largo), la guita para viajar (prestada), la autorización del padre de los chicos (incierta), el alejamiento de lo conocido y querido (un duelo), los amigos y compañeros de profesión (la amada facultad y su carrera docente), la psicóloga Leonor Pagano (gran apoyo)...TODO, TODO ERAN MILONGAS, simples obstáculos para una persona bastante temeraria, con pocos escrúpulos y muchas ganas de volar; con un desarraigo visceral, que necesitaba desesperadamente estabilidad política y económica, aunque eso no fuera garantía de estabilidad emocional...bueno, dejémoslo. Necesitaba otros escenarios, otras posibilidades; necesitaba una esperanza, un futuro para ella y sus hijos. No se podía permitir perder de vista EL OBJETIVO.

Recordó cuando Borges fue tan criticado (opinólogos, cuándo no) por haber decidido irse a vivir a Ginebra sus últimos años, donde finalmente murió y fue enterrado. A la gente le gusta hablar al dope. (Años después, ella fue a visitar su tumba en Plain Palais, y rendirle un sentido homenaje a ese hombre poliédrico, como dicen ahora; talentoso y contradictorio). 

En la vida, algunas veces, hay que tomar decisiones un poco a la desesperada, aunque haya DUDAS como música de fondo porque entonces sobreviene la parálisis y no se hace NADA. Algo era seguro: con los garbanzos no se juega y NADIE la iba ayudar, sólo el de siempre: su TÍTULO, el infalible, el que siempre le había abierto puertas. 
"La vida es eso que pasa a tu lado, mientras estás ocupado con otras cosas", "Si dejas pasar este tren, puede que no haya un próximo". "A las oportunidades las pintan calvas", "Dios le da pan a quien no tiene dientes", "Si no lo haces, te vas a arrepentir y va a ser tarde",  le martillaba el Pepito Grillo cerebral. PERO ELLA TENÍA DIENTES, ESO JUSTO SÍ QUE TENÍA. Faltaría más y, como iba a Andalucía, recordó aquel poema de su querido Georgie Borges: 

DE LA DIVERSA ANDALUCÍA
"Cuántas cosas. Lucano que amoneda el verso y aquel otro la sentencia.
La mezquita y el arco. La cadencia del agua 
del Islam en la alameda.
Los toros de la tarde. La bravía
música que también es delicada.
La buena tradición de no hacer nada. 
Los cabalistas de la judería.
Rafael de la noche y de las largas 
mesas de la amistad. Góngora de oro.
De las Indias el ácido tesoro.
Las naves, los aceros, las adargas.
Cuántas voces y cuánta bizarría
y una sola palabra. Andalucía". JLB


¡¡¡Allá vamos!!! Al viejo continente en busca de una nueva vida. 




domingo, 29 de julio de 2018

BORGES Y ELLA, capítulo 4

Llegó el momento de la fusión. ¿Cómo se relacionan un político que cambió para siempre la historia de un país, un escritor que cambió para siempre la literatura universal y una humilde odontologuita que no cambió nada? Bueno, sí, algo cambió. Cambió de domicilio varias veces, cambió de pareja varias veces, cambió de país una vez, cambió la ubicación de unos cuantos dientes en unos cientos de personas.
Hablando de cambios, hablemos de Borges. Vivió en España desde 1919 hasta 1021. Regresó a Argentina y fundó la revista PRISMA Y PROSA con Macedonio Fernandez. En 1935 escribe Historia universal de la infamia y luego, con su amigo Bioy Casares pública Antología de la literatura fantástica. A los 68 años (1967) Borges se casa con Elsa Astete Millán, viuda de 57 años. Al principio vivieron con la madre de él, Leonor Acevedo. Según los amigos de Borges, los celos de doña Leonor eran terribles. Al tiempo, la pareja se mudó a un departamento, donde hicieron la experiencia de vivir solos. La cosa no fué muy bien, porque llegó un momento en que Borges tenía que visitar a su madre a escondidas de su mujer. (hasta los genios tienen estas cosas que padecemos los ciudadanos de a pie. Vergonzantes.Vaya consuelo: sólo eso compartimos). Esa experiencia acarreó la separación en 1970. En 1979 gana el premio Miguel de Cervantes.  En una entrevista publicada en 1993, Elsa admitió que no fue feliz junto a Borges: "Era introvertido, callado y poco cariñoso. Era etéreo, impredecible. No vivía en un mundo real". Y sí, estaba en los mundos paralelos de los caminos que se bifurcan. Estaba viviendo con ella pero, simultáneamente, estaba en otros lugares, en otros tiempos, donde seguramente habría una enorme biblioteca, a lo mejor en Babilonia.  Por ejemplo, en el LABERINTO

"No habrá nunca una puerta. Estás adentro 
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida 
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera". 

El laberinto de Creta y el Minotauro. El viaje de Ulises y su odisea. Ella también seguía su viaje existencial, que nunca deja de ser un laberinto...nunca, para nadie. 

 Se mudó del sur paradisíaco a Buenos Aires, porque hay paraísos que cansan y con el paisaje no alcanza. "Pueblo chico, infierno grande". Ella no estaba acostumbrada a los pueblos chicos porque su padre, por esas cosas raras que tienen los padres, no la dejaba relacionarse con los vecinos siendo niña. Y se  crió sin vecinos, en su propio jardín en una familia nuclear. Creció sin lo bueno y  lo malo que tiene el trato del de al lado. No le hicieron falta, hasta que comprobó lo bien que le hubiera venido ese aprendizaje emocional... bueno, pero eso es otra historia.
En ese momento de su vida necesitaba smog, amontonamientos a la entrada del subte, humo de los autos, insultos de los colectiveros, cines, riesgo de atropellamiento en la 9 de julio, cátedras de la especialidad, anonimato...eso necesitaba.
También pensó que, en el fondo, no quería que sus hijos crecieran allí, en San Martín de los Andes. Era todo demasiado provinciano, estrecho. Los chicos del lugar que salían del secundario e intentaban entrar a la universidad, no obtenían la nota necesaria. Aquél lugar era, como muchos, un precioso sitio de vacaciones, pero no para vivir, por lo menos, no para elly su insaciable sed de avances. Ya se había separado del marido. Su actualización profesional se vería mermada al encontrarse tan lejos de los centros donde se impartían los cursos de postgrado.
Y volvieron a la casa de los abuelos, como un primer escalón. Los comienzos fueron difíciles y lo que vino después...peor. Los abuelos ayudaron muchísimo, cada uno a su manera. Papón, el abuelo, cocinaba y ayudaba mucho con los chicos y Mamata, la abuela, le conseguía pacientes hablando con los vecinos, que atendía en el consultorio de su papá. 
Alfonsín, democracia, Universidad de Buenos Aires: cátedra de fisiología (titular: Dr. Bozzini),

Consultorio privado: marasmo adaptativo en una convivencia complicada.
Y aparece un hombre en su vida. 20 años mayor, muy culto, muy bueno, muy inteligente...quizás con un carácter difícil y, cómo no, con su propia mochila también cargada de problemas. Se enamoraron...eso no se decide, TE CAE.
De a poco, se va independizando de la casa y el consultorio paternos. Se va afianzando su relación con ese hombre mayor, conoce a sus hijos, 4 varones. Pero con uno solo de ellos conectará de manera profunda: el mayor. Tanta cercanía prolonga una  preciosa amistad que se mantendrá intermitentemente en los cuarenta años venideros.
Aparece su sobrina Selva María, la hija de Mario Aníbal y Claudia, con 6 años: una criatura preciosa. La encuentran las abuelas de Plaza de Mayo. Fracasa el Plan Austral de Alfonsín.
Menem gana la interna del peronismo, lo cual lo coloca como futuro presidente de Argentina. ¿Otra vez?, pensó ella.Y se acordó de Borges, que era antiperonista. Ella no era ni peronista ni antiperonista, sólo tenía los mismos dilemas que el resto del mundo: cómo sobrevivir con la inseguridad de un país impredecible, con vaivenes que dependían de la clase dirigente, que lo que menos pensaba era en el país y sí en sus propios intereses. Era profundamente deprimente no poder imaginar un futuro más estable, más tranquilo, con tres hijos y sin un padre con el cual ella pudiera contar para nada. Su pareja, con buenas intenciones, pero entrando ya casi en lo que sería cronológicamente la edad de la jubilación y sin un duro. En definitiva SOLA. ¿Y si volvía la represión? No existía ninguna garantía de que las cosas terribles que habían pasado, no volvieran a pasar. Después de todo, luego de la primera guerra mundial hubo una segunda, ¿o no? ¿Dónde podría encontrar un lugar más seguro?

Las dudas sobre el futuro le carcomían el bocho, porque llegando a los cuarenta años no tenía NADA, salvo inseguridades. Bueno, mentira, algo tenía. Tenía un arma: su TÍTULO UNIVERSITARIO (el de siempre, el único).
Afortunadamente, se había casado con un TÍTULO UNIVERSITARIO: él no le iba a fallar, seguro que no.
Eso sí que se lo tenía que agradecer a su ex-marido, el padre de sus hijos. Cuando estuvo a punto de tirar la toalla con los estudios,  antes de quedarse embarazada de su primer hijo, su marido le dió el empujón argumental necesario para que terminara la carrera; como 5 años antes lo había hecho su madre para que la empezara. La gente que nos rodea es muy importante en momentos clave de nuestras vidas, su inflencia gravitatoria es innegable. Para bien o para mal.
Y entonces, cuando ya el entusiasmo, el impulso congénito que la habían acompañado estos cuarenta años se iban apagando y el desánimo le iba gananado el partido, un giro del DESTINO le puso delante de su jeta, a pocos milímetros, una nueva oportunidad. 
Resonaban en sus oídos las palabras de Borges: "...no esperes que el rigor de tu camino que tercamente se bifurca en otro, tendrá fin. (...)

Continuará. 

domingo, 22 de julio de 2018

BORGES Y ELLA, capítulo 3

"Esta ciudad que yo creí mi pasado
es mi porvenir, mi presente;
los años que he vivido en Europa son
ilusorios,
yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires".
Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899 en una casa con patio y aljibe, que aparecerán repetidamente en sus poesías. Por ejemplo: UN PATIO
"Con la tarde
se cansaron los dos o tres colores del patio
Esta noche, la luna, el claro círculo,
no domina su espacio.
Patio, cielo encauzado.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.
Serena, 
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas. 
Grato es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de una parra y de un aljibe".
Su familia pertenecía a una larga e ilustre estirpe de escritores y militares. El padre de Borges daba clases de Psicología, que en aquélla época debía ser algo así como hoy la física de partículas. Muy vanguardista; pero una ceguera progresiva (la misma que heredó su hijo) lo obligó a jubilarse y buscar tratamiento oftalmológico en Europa en plena Gran Guerra. Se instalaron en Ginebra, para evitar los bombardeos. Allí, Borges y su hermana Norah fueron al colegio. 
En las escuelas argentinas a él lo trataban muy mal. Se burlaban porque era tartamudo, tímido, anteojudo, culto y no le gustaban los deportes.
En cambio en Ginebra fué muy bien recibido y tratado. LO ADMIRABAN. Eso dice mucho de ciertos países...y de otros. Aprendió francés y él solito, con un diccionario, alemán. ¿Sería por esa remota razón que casi 80 años más tarde quisiera morir y ser enterrado allí?
Y hablando de muertes, no podemos olvidar la fuerte influencia que doña Leonor Acevedo de Borges ejerció en el gran escritor: fue inteligente, aprendió inglés de grande para ayudar a su hijo con las traducciones. Pero sobre todo fue dominante y, sin duda alguna, le arruinó la relación con las mujeres, sobre todo con Estela Canto. A pesar de ello, Borges adoraba y respetaba reverencialmente a sus padres. Y aquí transcribo un pedacito de un diálogo con Antonio Carrizo:


Juan Domingo Perón nació en Lobos, provincia de Buenos aires, el 8 de octubre de 1895 y fué el primer presidente en ser elegido por sufragio universal y el único en ser reelecto en 3 ocasiones.
Desde lo 2 primeros cargos favoreció a la clase obrera: impulsó los convenios colectivos, el Estatuto del peón de campo, los tribunales de trabajo y la extensión de las jubilaciones a los empleados de comercio, el voto femenino, los hospitales públicos y gratuitos y algo fundamental para ella: la universidad que ya era pública, la hizo gratuita. Todas estas medidas le pusieron en contra a quien ya sabemos...y al embajador de EEUU, por supuesto.
Durante la Guerra Fría se mantuvo equidistante de la Unión Soviética y EEUU. Se enfrentó con la iglesia católica (en esa época se agudizaron los enfrentamientos entre peronistas y antiperonistas, que duran hasta hoy mismo, y no sabemos por cuántos siglos más) y fué derrocado en septiembre de 1955.
Perón se exilió y en Argentina se  prohibió hasta mencionar su nombre (yo lo recuerdo), lo cual trajo como consecuencia la creación de la resistencia peronista. MÁS PROHIBICIÓN, MÁS RESISTENCIA.
En marzo de 1973, ganó las elecciones, en el exilio, con el lema: "Cámpora al gobierno, Perón al poder". Cuando volvió se produjo la masacre de Ezeiza, en los alrededores del aeropuerto internacional.
Pero él aterrizó en otro lugar y luego apoyó a los sectores más ortodoxos, dando lugar a la formación de los comandos parapoliciales, entre ellos la temible triple A. En 1974 murió y dejó la presidencia en manos de su esposa, que fué derrocada sin haber terminado el mandato por un golpe militar. Y luego se nos vino LA NOCHE: hubo 4 presidentes sin elecciones, o sea, dictadores militares: Videla, Viola, Galtieri y Bignone, la represión, los desaparecidos, los vuelos de la muerte, 340 centros clandestinos de detención, la inflación acumulada desde 1976 a 1983 fué del 517.000%., se enviaron 14000 hombres a la Guerra de las Malvinas. murieron 649 soldados y se suicidaron 350 veteranos, una vez finalizado el conflicto. ..y ¿para qué seguir?
¿Y ella? ¿Dónde estaba ella? Nació en el barrio porteño de la Boca, en Villafañe 337, el 26 de septiembre de 1947 (así quedó sellado su futuro profesional en la cavidad oral por siempre jamás. Justo ese mes se promulgó la ley electoral que permitía votar a las mujeres). Un año y medio más tarde nació un hermanito precioso y talentoso. Su padre tenía el consultorio en esa misma vivienda que compartía con un oftalmólogo. Hasta hace pocos años ella recordaba su nombre, pero se van muriendo las personas a las que se les puede preguntar lo que se va olvidando. Allí se reunían algunas noches los amigos de su padre a jugar al póker, juego que ella aprendió rápidamente y le sigue encantando hasta el día de hoy. Su hermanito enfermó y a ella la llevaron a la casa de su abuela Victoria Molfino de Bardi, en Burzaco, para que no se contagiara. Allí se afianzó su vínculo con su tío Menes (protésico) y su esposa MariEsther (radióloga), que perduró hasta la muerte de ambos y que tuvo una fuerte influencia en su manera de ver el mundo. Pasaron muchas cosas que los 3 personajes de esta historia real vivieron como contemporáneos: BORGES, PERÓN Y ella. Ella, con minúsculas, no sea cosa que alguien piense que se quiere poner al mismo nivel que esas dos personas que influyeron tanto a lo largo del siglo y siguen influyendo y que, todo hay que decirlo, no simpatizaban entre ellos para nada, aunque desconozco si alguna vez se vieron personalmente. De hecho, Borges se vió seriamente afectado en su trabajo, porque lo perdió, durante la presidencia de Perón. Era director de la Biblioteca Nacional y lo degradaron por razones políticas. Una gran injusticia. Pero eso es un asunto entre ellos. A esta jovencita los dos le llegaron desde distintos lugares y con diferentes consecuencias: gracias a Perón pudieron ella y su hermano concurrir a la universidad pública y gratuita. Gracias a Borges (y a otros escritores, pero sobre todo Borges), ella aprendió la música del idioma castellano y logró, muchos años más tarde, escribir decentemente para mantener viva la historia de su familia, pero, sobre todo, a leer y releer los cuentos y las poesías del maestro, saboreándolos cada vez desde un diferente ángulo y teniéndolos siempre cerca, como una compañía omnipresente a lo largo de la vida. Como un ser querido de verdad: siempre a su lado. 

BORGES Y ELLA. Capítulo 2

Desde aquélla vez que fueron a la conferencia de Borges, habían pasado muchos años. En 1970, Borges recordaba así a su padre: "Él me reveló el poder de la poesía: el hecho de que las palabras sean no sólo un medio de comunicación sino símbolos mágicos y música".Quizás esa música fue la que oyó ELLA aquélla noche estrellada en ese colegio inglés. No hacía falta entender, sólo dejarse invadir relajadamente.
Creció, se enderezó los dientes con ese horrible aparato que, sin embargo, ELLA amaba. Tanto lo amaba que terminó, muchos años más tarde, poniéndoselo a medio mundo. Aprendió a nadar, deporte que la acompañará toda su vida.

Era época de ruptura generacional, o sea, tocaba arruinarle la vida a los padres y tirar por la borda la cultura heredada. Habían empezado los tiempos de los jardines "cuyos senderos se bifurcan"(Borges dixit).
La universidad le gustó, la ciencia la enamoró...bueno, y los compañeros divinos que tenía, también. El hombre llegó a la luna...y volvió. (1969, segundo año de la facultad) Una noche inolvidable de una épica deslumbrante. Hablando de épicas, Borges contó que las tragedias románticas no lo hacían llorar, pero las épicas si. Ese sentimiento lo tenía ELLA también: la taquicardia que la asaltaba leyendo o viendo una película o un documental, si se trataba de aventuras espaciales, era inevitable. La imagen del hombre flotando en la oscuridad oceánica de un cielo insondable...¡ésas son emociones! Mezcla de terror, vulnerabilidad, curiosidad y desafío.
El país transitaba una de sus eternas eras de inestabilidad, mucho peor que en el espacio: dictadura militar, elecciones y otra vez dictadura militar...si el terruño era una coctelera, las facultades eran un hervidero.
ELLA se enamoró de quien no le convenía, obvio, y terminó la carrera de odontología con su oronda barriga.
Junto con su hijo Camilo, nacido hacía pocos meses (1973), la pareja, que vivía en pleno centro de Buenos Aires, en Callao entre Bartolomé Mitre y Cangallo, decidió mudarse al interior del país porque la capital se había transformado en un lugar peligroso. La vuelta de Perón, después de tantos años de prohibición, se presentaba como el gran acontecimiento político de la década. Allí, a Ezeiza, habían ido su marido y sus amigos a recibir a Perón, pero ELLA se había negado porque ya no estaba sola. Era ella y el pibe en la barriga. Y allí acertó, porque podían haber muerto ambos. En Ezeiza al final no hubo tal recibimiento en medio de la alegría, la fiesta y los bombos...hubo sangre, desilusión, traición y a otro aeropuerto voló Perón. Desde entonces se la conoce como "la matanza de Ezeiza"
Nació ese hijo querido en el hospital Penna de Buenos Aires y unos meses más tarde ELLA consiguió trabajo full time en un hospitalito en Villa La Angostura en la provincia del Neuquén. Uno de esos lugares paradisíacos de pinos, lagos, nieve  y montañas, que siempre evocan a Suiza, pero más salvaje. Algo así como a 800 km. de la capital. Las alternativas habían sido: quedarse a pelear (por vías violentas o pacíficas, pero enfrentándose a ejércitos y fuerzas parapoliciales);  pasando inadvertidos trabajando en algo; o iniciar una nueva vida lejos de allí. Ya no eran dos, eran tres con el bebé. En este caso, la pareja estuvo de acuerdo y optaron por la última, dentro del país pero lejos de las ciudades. ¿Fueron por eso cobardes, como opinaron algunos? (Los opinólogos, cuándo no). ¿Ser valiente viene de serie o se adquiere, según las vivencias? Hay quien es valiente para ir a una guerra pero no para hablar de sus sentimientos. ¿Cuántos tipos de valor hay? ¿Es cómo las inteligencias, que son múltiples? ¿Por qué no los convencieron para participar? ¿Es decente, sano, DUDAR? ¿O en situaciones extremas hay que jugarse el todo por el todo? ¿Es lícito reconocer que se tiene miedo? Muchas preguntas y ninguna certeza: la situación era complicada y peligrosa, pero no tanto. No estaban en el gueto de Varsovia. Se podía elegir. Y ellos eligieron. Eligieron irse porque todos los grupos, armados o no armados estaban en posesión de la VERDAD. Ese maremágnum de CERTEZAS en distintos lados de la misma trinchera no les convencía. Algo no encajaba. O a lo mejor fueron sólo cobardes, pero no lo quisieron reconocer. Después de todo, a nadie le gusta admitir algo así. 
Jorge Luis Borges se expresa al respecto:

EL REMORDIMIENTO
"He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Qué los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida, 
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
la sombra de haber sido un desdichado". 

Sin embargo, tan desdichado Borges no fue, aunque opinar desde afuera siempre es arriesgado. Ya mayor y ciego conoció a una jovencita muy culta, María Kodama, que lo acompañó en sus viajes, lo ayudó y apoyó  hasta el fin de su vida y, sin duda, lo hizo feliz compartiendo su amor a la literatura. Hasta el día de hoy, cuida celosamente su legado y su memoria. 

Y volviendo a ELLA, bastante tiempo después, su único hermano, Mario Aníbal, vino de visita con su mujer Claudia Istueta a ese lugar de ensueño a donde se habían mudado: Villa La Angostura. 

Un día cualquiera salieron de excursión los tres: Hermano Mario, cuñada Claudia e hijo Camilo..."¡¡vamos en busca del oro!!" gritaba entusiamado el hermano Mario...y su sobrino de 3 años, Camilo, lo miraba deslumbrado, extasiado...¡irían en busca del oro! Aromas de aventura. Cuando volvieron, exhaustos de tanto caminar y buscar "la entrada de la mina de oro", el hermano de ella dijo: ¡A TORRAR!  El sobrinito lo miró sin comprender. Esta palabra típicamente porteña que sacó a relucir varias veces Borges en sus conversaciones con Antonio Carrizo, la usaba sistemáticamente el hermano de ella. Quiere decir "a dormir".

Lejos del deslumbrante paisaje, empezaron a circular rumores de que en la capital había gente que no aparecía, pero no estaban presos.
Eran los desaparecidos, que al principio sonaba como algo fantasmal, etéreo..algo que no parecía real, como algunos de los cuentos de Borges. ¿Cuántas palabras hay que signifiquen que alguien ha desaparecido? Se ha esfumado, es un ser evanescente, se ha evaporado, se ha sublimado, se ha escabullido, es humo, es transparente, es invisible, se fué...o lo fueron. En una conferencia de prensa con el gobierno militar, ante la arriesgada pregunta de un valiente periodista, José Ignacio López, (colaborador del diario Clarín entre 1977 y 1983), contestó desafiante Videla, el asesino del Estado: "No está, ni muerto ni vivo, está desaparecido". Quedó como una tenebrosa e insólita categoría en un negro capítulo de la historia argentina y fue una decisión basada en los problemas que habían acarreado los cadáveres en las calles de Chile y cuyas fotografías habían dado la vuelta al mundo. Tanto muerto generaba preguntas internacionales difíciles de responder. Pero si desaparecía no había cuerpo expuesto a la vista de todo el mundo. 
"Se lo chuparon", era la jerga coloquial.  Lo trágico es que uno nunca cesa de esperarlos, no hay duelo. La loca situación de ver a alguien parecido por la calle y querer hablarle, sin que te crean chiflada, sabiendo que solo puedes callar. La fantasía de que ese ser parecido pueda decirte algo que tenga significado evocador del otro. Leer sobre la reencarnación, pensar en milagros, soñar en el "otro mundo", dejando a un lado el espíritu científico.
La alucinación de creer verlos, pero siempre jóvenes...aunque hayan pasado 50 años.
La fantasía de imaginarlos con el pelo blanco o sin pelo...
En ULYSSES, Jame Joyce escribe: "¿Qué es un fantasma?, preguntó Stephen. Un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres". Ojalá hubiera sido por cambio de costumbres. 
Recordar a Kafka, donde en todos sus libros habla de una infinita y minuciosa postergación. 
 
Su hermano Mario, ya de vuelta en la capital, el que había ido "en busca del oro", desapareció. Pero no fué en una excursión. Lo secuestraron. ENTONCES ERA VERDAD. A los opositores políticos, organizados en guerrillas, u otros sin violencia armada, o a sus amigos o simpatizantes o nada, simplemente por haberse relacionado puntualmente o figurar en la agenda de teléfonos de algún militante, los secuestraban, los torturaban y los mataban. Había quien lo negaba, decían que habían huído a otro país, pero huir no era tan fácil, con el plan Cóndor, donde los países limítrofes también eran una ratonera. Si no huían ¿dónde se metían? ¿dónde estaban? ¿por qué no se comunicaban? Lo "normal" que se hace con los enemigos políticos en una dictadura, es liquidarlos.
Hubo un mundial de fútbol en Buenos Aires, mientras torturaban jóvenes en la Escuela de Mecánica de la Armada. "El que no salta es un holandés", coreaban los fans porque la final fué contra Holanda. "Somos derechos y humanos" se leía en muchos cartelitos diseminados por todas partes. Situaciones esquizofrénicas. 
Los 3 hijos iban creciendo, ignorando por lo que estaban pasando otros hijos...la pareja se iba deshaciendo, como casi siempre, de a poco... y 69 personas iban desapareciendo al son de la alegría por el deporte más popular. FÚTBOL DE SANGRE.
Su cuñada desapareció. ENTONCES ERA VERDAD. ¿y la hija de su hermano Mario y su cuñada Claudia? ¿Dónde estaría esa sobrinita Selva María? ¿Dónde estaría la del nombre salvaje? 
El padre de ELLA, el doctor Bardi, presentó un HÁBEAS CORPUS en la policía por su hijo Mario Aníbal, que era lo que hacían todos los familiares que apelaban a lo inapelable, por consejo de abogados anónimos y que, naturalmente, carecía de respuesta, pero para que quedara constancia. Cada día era una espera infinita, alimentando una flaqueante y trémula esperanza con cualquier noticia: sobrevivir y no vivir...esperando, siempre esperando. La madre de Mario empeoró su ya perpetua depresión. 

En aquéllos momentos, ELLA trabajaba en el único hospitalito de Villa La Angostura, (hoy llamado Oscar Arraiz, en honor a ese director médico maravilloso que murió en un accidente de circulación), donde nacieron su hija Elsa Cuyén (1975) y su hijo menor Alejo Sebastián (1977).Y se dió la casualidad de que María Estela Martínez de Perón, al ser derrocada como presidenta de Argentina por un golpe militar fue alojada en la lujosa residencia de EL MESSIDOR, en Villa La Angostura, muy cerca del hospitalito.

Como los únicos médico y odontólogo que había en ese pueblo eran Oscar Arraiz y ELLA, fueron investigados por la policía, por si la ex-presidenta tuviera alguna necesidad médico-odontológica. A ver si a alguno de ellos dos, por antagonismo ideológico, no fueran a perpetrar alguna "IATROGENIA involuntaria" (daño provocado a un paciente), con la ex-presidenta. Nadie quería a esa mujer, pero sus enemigos la necesitaban viva. No querían que se repitiera lo de Eva Duarte de Perón, un verdadero ícono hasta el día de hoy. Aunque en este caso, no hay ni punto de comparación entre esas dos mujeres y no hace falta aclarar más. El doctor Óscar Arraiz y ELLA fueron interrogados por la gendarmería nacional para saber si podían confiar en ellos. Por suerte para todos, no se enfermó ni le dolió ninguna muela a la señora ex-presidenta. 
Y a medida que desaparecían los jóvenes, empezaron a llegar rumores de que un grupo de madres con pañuelos blancos daban vueltas todos los jueves en la Plaza de Mayo, exigiendo la reaparición con vida de sus hijos. 
Las mujeres, siempre las mujeres, luchando con lo que pueden, con lo que tienen, aunque sólo sea un símbolo, pero poderoso: sus pañuelos blancos. La prensa mundial las conoció y fotografió. Sus círculos en la plaza, sus pasos, su tenacidad y sus lágrimas, perpetuados por nietos y personas de todas clases y lugares, dieron la vuelta al mundo. Algunas de ellas también se habían "esfumado", por decirlo de alguna manera. Se las habían chupado: pobres y valientes viejas. Esos criminales las habían secuestrado y liquidado. 
Para burlarse de ellas las llamaban "locas" y ellas lo dieron vuelta en su favor. ¡¡SÍ, LOCAS!!¡Y A MUCHA HONRA!

BORGES Y ELLA. Capítulo 1

Cierta noche estrellada, en la casa de ella se olfateaba un acontecimiento importante. A pesar de su corta edad entendía esos movimientos como algo muy prometedor porque la familia se había emperifollado con sus mejores galas. Corbatas, perfumes y un moño precioso en su pelo. Eso no pasaba todos los días. Su hermano pequeño con el trajecito de pantalón corto, al uso de la época. Tampoco se lo ponía todos los días.Su hermano pequeño, su pequeño hermano...ese maravilloso ser humano que tan poco pudo disfrutar. Pero volvamos a la historia.
Eran una familia tradicional, con cuatro componentes, de clase media, como las de las fotos blanco y negro que salen sonriendo, pero con todos los mambos y neurosis que esconden esas "familias normales" debajo de la alfombra.
_"¿Dónde vamos?"_ preguntó ella intrigada.
_ "A ver a Borges"_ contestó mecánicamente el padre, mientras le acomodaba la corbatita al nene.
Eso no le aclaró nada a la niña, pero decidió esperar a los acontecimientos, mientra miraba a su linda mamá con el vestido de raso con lunares...siempre tan elegante.
Llegaron a un colegio inglés caro, rodeado de una arboleda añosa, un lugar precioso...había una multitud.
"¿Toda esta gente también vendrá a ver a Borges?", se preguntó ella.
En un momento dado se hizo un silencio expectante y apareció ÉL: JORGE LUIS BORGES.
"Uy, qué feo", pensó, pero menos mal que no dijo nada. Cuando cesaron los aplausos y se inició la conferencia, ella escuchaba todo con mucha atención, sin entender absolutamente nada, aunque de a poco, inexplicablemente, se sintió abducida por ese "feo" señor mayor, que hablaba con un cadencioso y lento acento porteño. Tenía un aroma de respeto, de elegancia, de cercanía, de humor...¿Sería esa sonrisa, esa dulzura lo que la mantenía en vilo? ¿Era aquélla una transfusión mágica?.
Cada tanto la gente se reía, aunque ella no entendía por qué. Todavía era muy chica para captar las ironías. De golpe pensó: "No es tan feo". Ese señor hacía muchas preguntas...se las hacía a él mismo. Ese señor tan famoso no tenía todas las respuestas. ¿Cómo era eso posible? ¿Entonces por qué era tan famoso? Su padre, que no era tan famoso, siempre parecía ser el dueño de la verdad. Por eso lo admiraba tanto. Mucho después, ella desarrolló una ALERGIA EMOCIONAL hacia las personas con un discurso del que emana un pensamiento ÚNICO. Ese amable señor que no veía recitó una poesía ¡con el nombre de su mamá! Ella miró a su mamá y la vió con una tenue sonrisa...como si el poema fuera para ella...¿quién sabe, en el fondo, si no lo era?

LA ROSA
La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín en la alta noche, 
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia, 
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas, 
la joven flor platónica, 
la ardiente y ciega rosa que no canto, 
la rosa inalcanzable". 

Y entre medio de la maraña de palabras borgianas surgió una. Que se repetía, como la rosa. Y precisamente ésa se le quedó clavada para siempre: DUDA. 

De a poco, con los años y los acontecimientos, se transformó en una mujer dubitativa, para la que no hay blancos inmaculados sino más bien negros insondables...todo depende.
En 1932 Heisenberg recibió el Premio Nóbel de Física por haber establecido lo que se conoce como PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE.
Seguramente ella lo leyó en algún lado y se quedó pensando: si la ciencia tiene un principio de incertidumbre, ¿qué nos queda para el resto?...¿el olfato, la intuición?
Como después comprobó, dudar no tenía buena prensa...¿era ésa una época de certezas? ¿Existen las épocas de certezas? ¿Qué es una certeza? según el diccionario, una certeza es el conocimiento claro y seguro de algo. Quien tiene una certeza está convencido de que sabe algo sin posibilidad de equivocarse, aunque la certeza no implica veracidad o exactitud. Esto quiere decir que una persona puede afirmar que tiene una certeza y, sin embargo, la información que maneja es falsa o errónea o esconde algo. Puede ser una falacia. 
Como no sea la ley de la gravitación universal, el resto está bastante borroso, pensaba ella.Y lo de la gravedad, ahora, porque Ptolomeo había afirmado algo bien distinto. CONTINUARÁ.