domingo, 30 de mayo de 2021

MI CIUDAD

 



TÉMPERLEY por Heraldo Melipal


El sur me vino de tus manos abiertas y morosas, de la música callada de tus siestas, del vértigo festivo de la infancia y de las tertulias incansables que en las veredas tuvieron hace años ecos de la Rubia Albion y de William Wallace, de Mrs Duncan saludando en la puerta de su casa o Mr Gidford protestando porque confundiamos su Escocia nada menos que con Inglaterra 

El sur llegó en en el diamante de tus rieles, en trenes entusiastas y también cansados, expuestos al látigo del sol y abiertos a la noche como los ojos de los gatos.

El sur amaneció en tus techos a dos aguas,en los recreos bulliciosos de la Escuela 37, en los antiguos carros pregoneros, en la feria de los dias en los cuales no habíamos perdido aún la inocencia.

El sur se cristalizó en las noches de vigilia, en los búhos del campanario de la Piedad, en el sueño manso de las esperas, en el amor y los ardores resonando en tus esquinas.

El sur abrió las puertas de las historias que aún se acurrucan en el umbral de la Farmacia Duchini , en los codos fantasmales del Hipódromo , en el mostrador eterno del bar Benito, en las serenatas crepusculares de Dorrego, Brandsen o cualquiera de tus calles que tocaron mi alma.

El sur vistió una casaca celeste y supo morder el césped de sábados airosos o domingos donde tu nombre vendía muy cara su derrota.

El sur explota hoy en los colores y las formas que el Comando Flor hizo nacer en las paredes roídas por la tristeza, hasta convertirlas en jardines de la Delicia, en resurrecciones de alegrias que nuestra artista hace inmortales

El sur se despierta cada día en la mesa y el café de siempre del Bicentenario,mi segundo hogar, el que me cobija antes del comienzo o en la pausa del regreso, el que ha sido testigo de mis dolores o mis algarabías y ha susurrado no pocos de mis textos de fiebre.

El sur tiene la marca de las Torres, la hondonada de Brown y 14 de Julio, la bella sobriedad de Villa Grampa, los recuerdos que acuden en tropel de la mano de mi viejo, el rezo de mi vieja o la risa de mi hermana; la inconmensurable felicidad que fotografía el rostro de mis hijos en la vieja calesita de la plaza.

El sur, definitivo y revelador, ha nacido en el arco amoroso de tu nombre.

                                Heraldo Melipal

sábado, 29 de mayo de 2021

PABLO

Alan, el ahijado de Pablo, el hijo de Elvira y Adrián ha escrito estas preciosas palabras, a las que no hay nada que agregar de tan bien expresadas que están: "Fuiste una gran persona para mi. Me enseñaste tanto. Siempre Franco y me hiciste reír con tus chistes y payasadas. Eras una gran imagen a seguir y un modelo.
Y nunca te voy a olvidar". 
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Y yo escribo: 
despunta el día: buena señal, el planeta sigue girando. Hoy trabajamos: todo se mueve. El coche hace rodar sus ruedas, las puertas del consultorio se abren, las nubes se persiguen implacables, los voces que dicen casi siempre las mismas cosas las siguen diciendo, la gente va y viene. Todo se mueve. 

Los girasoles han alfombrado de amarillo los campos andaluces como una pintura de Van Gogh. Largos cipreses, altivos y delicados como una pintura del Greco flanquean el recorrido, pero siempre apuntando al cielo. Viejas higueras siguen dando sus frutos binarios y las parras, que parecían secas, muestran orgullosas sus retoños. Es primavera en el hemisferio norte y la naturaleza está en fase de renacimiento. La belleza explota en colores imposibles. El mundo se mueve. 

Pero... pero lo bello nos resbala, nada nos conmueve, nadie nos sonríe...una gris, espesa y nublada tristeza cayó como un velo translúcido delante de nuestros ojos. Todo pesa, todo molesta, nada consuela. Es más: todo se ha detenido. De cámara lenta pasó a STOP. Estamos quietos porque un dolor agudo impide el movimiento como una pierna enyesada que se preserva a sí misma. 


Ese dolor todo lo invade. Ni un resquicio de luz ilumina los contornos. Los analgésicos no sirven para esto. Enceguecida camino como una autómata; hasta me cuesta mirar a ambos lados al cruzar la calle: todo pesa, todo molesta, nada consuela. Parece que me muevo, pero en realidad estoy PETRIFICADA. 

En el hemisferio sur, Pablo ha partido y ahora vuela disfrutando entre cielos otoñales, sin padecer, por fin; haciendo sus payasadas a las que nos tenía tan acostumbrados, como dice Alan, su ahijado. Menos mal, pobrecito, un año de lucha inmisericorde contra su propio cuerpo, que, rebelde, rehusaba terminar de sanar. Ahora hasta lo veo sonreír con esa sonrisa tan suya, desde algún lugar lleno de luz con follaje color castaño.  Y suavemente, nos murmura con ternura: "tranquilos, ya pasó, estoy bien". 

Pero para nosotros no pasó, recién empieza. Empieza la ausencia. Nos dejó enterito el sufrimiento porque tenemos memoria, carne y consciencia: un plomo fundido nos ha caído dejándonos estilo estatuas pompeyanas. Todo se ha detenido como esperando que algo pase...pero no pasa. Todo seguirá... pero no sigue. No perdamos la esperanza: Pablo nos ayudará. 






viernes, 28 de mayo de 2021

CUERPOS Y ALMAS.

 


COMUNIÓN. MANUEL VICENT. 

Se supone que alrededor de los siete años la inteligencia y con ella el libre albedrío se instalan ya en el neocórtex del cerebro humano y para celebrar semejante acontecimiento biológico la Iglesia católica establece el rito de la primera comunión. Esta primavera los niños y las niñas de familias creyentes, recién llegados al uso de razón, vestidos de marineros o de princesas, recibirán la gracia de Dios bajo el imperio de la pandemia. El Papa de Roma en medio de la soledad del Vaticano a la que está doblemente confinado, con la misma entonación solemne con que eleva al cielo las plegarias por la salvación de nuestra alma, ha anunciado también el deber que tienen todos los fieles de vacunarse contra el coronavirus. De hecho, esta vacuna se ha convertido en una moderna eucaristía, en un sacramento laico que, en este caso, viene a sustituir la gracia divina por el milagro de la ciencia, frente al que se levantan, como nuevos herejes, los negacionistas. Pero abrir la boca y sacar la lengua para que el cura revestido con sus brocados ornamentos deposite en ella la sagrada forma viene a ser un gesto litúrgico muy parecido al de arremangarse la camisa y dejar el hombro desnudo para que un oficiante sanitario con mascarilla y envuelto en plástico aislante introduzca la aguja en la carne e inocule en ella una extraña sustancia. Esa alegría anhelante con que los viejos reciben la vacuna es muy parecida a la que experimentaron de niños al recibir la primera comunión. En este caso solo les falta la tarta. Si un creyente comulga y después se vacuna, en teoría, la hostia consagrada y esa misteriosa sustancia de laboratorio se cruzarán, sin duda, en algún punto de su organismo, tal vez en el hígado o en el bazo o en el fluído de la sangre, en una lucha de poder a poder, entre la fe y la razón, una en busca de sanar el cuerpo y la otra de salvar el alma. 

UN CARAMELERO FELIZ.

 


Ese aroma a cine…ALBERTO NAVARRO. 


Fui caramelero del Cine Rivadavia,  entre 1968 y 1970, con mi hermano Pedro Navarro Robles. Cuando estaba en tercer año del secundario,  mi amigo Daniel, que era encargado del kiosco del cine me dice:

- ¿Queres trabajar en el Cine Rivadavia?

-¿ De actor?

-Ja ja ja

_ De caramelero…

– Podrías ver todas las películas prohibidas...

Mi ojos desorbitados, seguramente, delataron que, para mí, ese ofrecimiento era tocar el cielo con las manos. 

Yo, que con catorce años, había ido , según  recuerdo,  una vez al Cine Colón, cuando era tan pequeño que mi cabeza llegaba al respaldo de las butacas, y mi memoria me trae, en blanco y negro, unos mariachis cantando, (¿ será por eso que me gusta la música mexicana?), otra vez al cine Mitre con mi abuela , un martes,  en día de damas, a ver tres pelis, que pasaron desapercibidas,  y la tercera al Cervantes a ver Hátari, que me gustó tanto que  nos quedamos a verla dos veces porque era continuado. 

Yo, que ni siquiera tenía televisión en casa, podría mirar todas las películas  que quisiera, iba a ver tooodaaas la películas, hasta las prohibidas. No lo podía creer. 

-¿Y si sólo me dejan ver la aptas para todo público y no la prohibidas, por mi edad?

-No importa, voy igual.

La noche anterior la ansiedad se apoderó de mi y casi no pegué los ojos. El tiempo … el tiempo es relativo..., ¿ las agujas del reloj estaban detenidas? , me levantaba,  miraba el reloj, escuchaba el tic tac,  le daba cuerda. Si, funcionaba, pero casi no se movían, y yo necesitaba que las horas pasaran rápidamente,  pero se negaban. Al fin, se hizo la mañana,  fui a la escuela, sólo deseando que llegara la tarde…el cine.

Tenía un poco de miedo y también de vergüenza. 

¿Que dirían mis amigos y mis compañeras cuando me vieran como caramelero? De todos modos la ilusión de ver las pelis gratis y que me pagaran por eso  me hizo seguir adelante 

Y ahí fui con mis catorce años, al mundo mágico del cine. Todo fue descubrimiento,  entrar al hall central, para mí, inmenso y majestuoso entonces, con la cartelería de los estrenos, la sala enorme, con su imponente escenario, su pantalla gigante,  sus puertas acolchadas, los pesados  cortinados, y las últimas butacas, donde nos sentaríamos, ansiosos, para empacharnos de cine, cuando el trabajo lo permitiera. 

Y ahí sentí por primera vez ese aroma que que impregnó mis sentidos, y me rememoraría ese momento inmenso para mí, siempre…

Ese aroma a cine…

Y el anochecer quilmeño, para mi adolescencia … era todo luz, era todo novedad,  la calle Rivadavia convocadora, junto con la calle Alem,  a la vuelta del perro de los vecinos con los autos últimos modelos, las marquesinas iluminadas, los carteles con letras de colores, anunciando los estrenos, las películas esperadas por el público: Lo que el viento se llevó, Al maestro con cariño, Los girasoles de Rusia. 

Ese aroma a cine…

El kiosco, nuestro territorio,  estaba en el centro del hall,  a la derecha, era pequeño, y desde allí podíamos observar todo el movimiento del público.Tenía un pequeño mostrador, que en los tiempos libres oficiaba de escritorio, para realizar los deberes de la escuela. 

Ese aroma a cine…

Fueron tres años maravillosos,  donde transcurrimos la adolescencia con mi hermano, entre la escuela y el cine. Los días de semana Pedro trabajaba de 14 a 18 y yo de 18 hasta el último intervalo de la última función ( en esa época había dos películas).

Los sábados y domingos trabajábamos los dos desde el primer intervalo hasta el último.

Después de un tiempo, mi amigo Daniel, dejó el kiosco, y quedé como encargado, y  con mi hermano nos repartimos las tareas.

Compartíamos momentos con los acomodadores Hugo y Santiago Colaone, el boletero Pocho Barbutto y de vez en cuando Lolo Castro, bajo la mirada atenta del administrador Sr. Jácome, quien,  con su prestancia dirigía el funcionamiento del cine.

Hugo y Santiago fueron excelentes compañeros y consejeros en nuestra adolescencia. Éramos los niños mimados, por nuestra sola condición de adolescentes, trabajadores y estudiantes. 

Descubrimos los camarines, el largo y tenebroso pasillo que conducía a ellos, la sala de proyección, con sus dos máquinas enormes, donde se proyectaba en forma alternada  los rollos de celuloide de la película, que tiempo después vi reflejada en Cinema Paradiso.

Nuestro mayor trabajo se daba los fines de semana, en los intervalos, cuando la gente se agolpaba en el kiosco por una coca o un maní con chocolate. El que entraba a la sala con la bandeja, no daba abasto para vender las golosinas que llevaba.

- ¡Chocolates, caramelos, helados! Nuestro pregón cinematográfico.

La venta con las bandejas era muy importante, y más cuando se proyectaban películas de Palito Ortega o de Sandro, ya que se vendía casi el triple que con cualquier otro tipo de película. 

Preparábamos las bandejas , a las cuales le habíamos colocado una pequeña luz, para seguir vendiendo cuando se apagaban las luces y empezaba la propaganda. 

A veces nos entusiasmábamos y seguíamos vendiendo con la película empezada.

- ¡Podés dejar de vender!-, se enojaban algunos espectadores…


- Ese aroma a cine… 


Así pasaron por mi retina:

Películas de Palito Ortega:

Amor en el aire, Un muchacho como yo, Corazón contento, Viva la vida!! 

De Sandro : Gitano, Muchacho

De Raphael: Digan lo que digan

Fuiste mía en verano con Leonardo Favio

Luis Sandrini: El profesor patagónico,  El profesor hippie.  

Norman Briski: La fiaca, La Guita.

Isabel Sarli: Fuego, Carne, Desnuda en la arena, La mujer de mi padre.

Del cine extranjero :

Dr. Zhivago, 2001 Una Odisea del espacio, Butch Cassidy, Las Sandalias del pescador, Barbarella, con  Jane Fonda,  La fiesta inolvidable,  El Graduado, Doce del Patíbulo, Perdidos en la noche,  Donde las águilas se atreven. Los girasoles de Rusia,  con Marchelo Mastroiani y la impresionante Sofía Loren .

Ese aroma a cine...

Fui feliz, fui al espacio, estuve triste, lloré, reí, enamoré mujeres siendo espía, estuve en Rusia, luché junto a Espartaco, bailé con Zorba, canté con Palito, con Sandro, con Raphael , estudié con Luis Sandrini y Sidney Poitier, estuve con Brancaleone, me enamoré de Barbarella, de Sofía Loren, más de lo que un adolescente puede aspirar. 

Después de tantos años, recuerdo, esa  etapa de mi vida como grandiosa, dónde aprendí a amar al cine, a saber que cuando uno trabaja donde le gusta y pone pasión en lo que hace, la vida le sonríe y se acerca a lo que uno siempre busca, desde que el hombre es hombre, la felicidad…

Ese aroma a cine…


Alberto Navarro

jueves, 27 de mayo de 2021

PARA LA LIBERTAD

 

PARA LA LIBERTAD. Esta canción de Joan Manuel Serrat tiene una historia increíble. Si se la conoce, la letra adquiere mayor fuerza y relieve. Como algunos sabrán, otros no tienen por qué saberlo: la letra pertenece al escritor, poeta y dramaturgo español Miguel Hernández Gilabert. Nacido el 30 de octubre de 1910 en la comunidad valenciana de Orihuela y, muerto el 28 de marzo de 1942, en una cárcel de Alicante, prisionero de la dictadura militar del General Francisco Franco. Murió de tuberculosis y si bien apenas tenía 32 años, ya había realizado una vasta obra, era muy prolífico escribiendo. De hecho Serrat tiene todo un disco con canciones cuyas letras son de Miguel Hernández, por ej.: "nanas de la cebolla", Hernández la escribe cuando cae preso por primera vez, y estando en la cárcel recibe una carta de su esposa, dónde ella le cuenta que el pueblo español se moría de hambre; que lo único que había para comer era pan y cebolla. La letra de "Menos tu vientre" la escribe cuando su esposa queda embarazada de quién fuera su primer hijo varón. El clásico de Serrat "Elegía" (yo quiero ser llorando el ortelano, de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma tan temprano), Hernández la escribe cuando muere su compañero y colega, también escritor, poeta y dramaturgo español, nacido en Orihuela como él: José Ramón Marín Gutierrez, más conocido por su nombre artístico: Ramón Sejé.

Pero vamos al punto central, como nace la canción "Para la Libertad". Poco antes de caer preso por última vez, Miguel Hernández publica un libro titulado: "Erase una vez un Hombre", que hablaba de la libertad y de los atropellos a las libertades individuales, las persecuciones, la cárcel, las torturas, los asesinatos y desapariciones del régimen dictatorial del General Franco. Dicho libro tiene una tirada de quinientos mil ejemplares, que son capturados y quemados por las falanges de Franco. Las falanges eran un grupo de soldados que hacían tareas "especiales". Increíblemente, el editor del libro, que era un fanático de las letras de Hernández, logra salvar del fuego dos copias; las restaura y esconde bajo siete llaves. Esas copias ven la luz cuarenta y dos años más tarde. Una de esas copias cae en manos de Serrat, que lee el libro y queda maravillado por un poema titulado: "El Hombre". Lo que hace Serrat, es copiar literalmente, sin cambiarle una sola coma, la segunda parte del poema. Solo le cambia el título, no le pone "El Hombre", le pone "Para la Libertad", así arranca la segunda parte del poema de Hernández, y así arranca la canción de Serrat: " Para la libertad, sangro lucho y pervivo". Lo único que hacen Serrat y el maestro de música catalán y pianista Ricard Miralles, es ponerle música. 

La otra parte interesante de la historia es, cómo se le ocurrieron esos versos a Miguel. Hernández va de visita a un hospital de línea, así se le llamaba en la España de aquella época a los hospitales de guerra. Por supuesto va de visita a un hospital de línea Republicano, porque él pertenecía a ese bando. Ahí, queda impresionado por la cantidad de soldados mutilados que observa, a algunos le faltaban los brazos, a otros las piernas y, sobre todo, se impresiona con un soldado al que le faltaban los ojos. Esquirlas le habían dado en la cara, y tenía las cuencas de los ojos vacías. Charla un rato con ese soldado, luego se va a su casa y escribe aquel famoso verso: " Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada. Y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada. Retoñaran aladas de savia sin otoño reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Porque soy como el árbol talado que es retoño aún, tengo la vida". Escribe este verso, y luego termina el poema que cuarenta y tantos años más tarde, Serrat convierte en canción.

lunes, 24 de mayo de 2021

BONDAD

 



La importancia de vivir en "Bondad"

Decidir ser buenos, no por solo  concepción religiosa, ni por la recompensa del cielo,  sino por voluntad, por ser el pináculo más elevado de la  inteligencia del hombre, nuestra verdadera naturaleza. 

Una forma de hacer ciencia diferente, dedicada al beneficio universal, son la de los dos científicos: Jonas Edward Salk, investigador médico y virólogo estadounidense, que junto a Albert Bruce Sabin, también científico virólogo, polaco, nacionalizado estadounidense, decidieron no  patentar sus vacunas, las que erradicaron la poliomielitis, renunciado a la suma millonaria, que de ellas pudieron haber obtenido.  Realmente seres bondadosos,  humanista, en favor de la vida. Porqué no imitarlos, porqué no revolucionamos con la bondad, porqué a la humanidad le cuesta practicar la bondad, porqué nos hacemos cada vez menos inteligentes, y somos insensibles, deshumanizados ¿ Por qué?                                   

No hay patente. ¿Acaso se puede patentar el sol? dijo Salk.

Que nada nos haga creer, que ser bueno, es ser débil  o tonto, todo lo contrario.

Mi amigo, el doctor Juan Carlos Elverdin, me recuerda que César Milstein, argentino,  tampoco quiso patentar los anticuerpos monoclonales. Hoy, 25 de mayo de 2021, día de la patria, le rindo un homenaje sincero a César Milstein. 

domingo, 23 de mayo de 2021

EL PUZZLE.

 


Es una gloria bendita (por usar una expresión hispano-católica), cuando viene a casa, esta joven que una vez creció en mi útero, mi hija Cuyén, y obsequia risas y comentarios a mansalva, sin calcular que los demás no tenemos armaduras que no se derritan en su presencia. Sufrimos, en este momento, tres causas de dolor profundo: la muerte de Graciela por covid, la enfermedad de un buen joven, hijo de una gran amiga y la madre de mi único nieto Adrián, también hospitalizada. La angustia y la pena nos han caído encima como plomo fundido, dejándonos enn estado catatónico. Cuando viene Cuyén le cuento y nos lamentamos juntas... para estos hechos las palabras se agotan, se cansan, se van volando y quedan esos silencios grises, esas miradas perdidas y poco más. 

Luego comemos algo, tomamos té de jengibre y nos disponemos a entretenernos agregando piezas al puzzle, ahuyentando así lo inevitable. Un buen rato estamos abducidas por la concentración que necesitamos para encajar las endiabladas piecesitas en su lugar correspondiente, mientras vamos intercambiando comentarios cortos y aleatorios. 

Yo abro el móvil, buscando auxilio, y encuentro a una excepcional pianista surcoreana llamada SANGAH NOONA tocando "POR UNA CABEZA", que algún alma caritativa me mandó por WhatsApp. Excepcional interpretación. La música siempre transporta y acompaña, aunque ésta en particular a mí me manda en imaginario vuelo chárter sin escalas, a otros dorados y adorados paisajes y a mis queridos lejanos amores, allá, cruzando el Atlántico.  Como tengo la letra de ese delicioso tango en un viejo papelito arrugado y sucio en mi billetera siempre conmigo, siempre cerca... siempre cerca de mi cuore... lo saco y lo recito. Repito la grabación y esta vez lo canto, muy bajito para no asustar a la audiencia, o sea, mi hija, la única que es capaz de soportar ese tipo de tortura. No había nadie más, pero si hubiera habido, era su momento de huir al baño. No me importa y lo vuelvo a cantar, siempre muy suave. Tan mal no me sale. Lo que pasa es que yo me autocritico demasiado, soy una boluda (y otras veces me justifico demasiado, boludamente también). Pero a lo que íbamos: amo ese tango cuya letra describe dos pasiones en paralelo, que, como casi todas las pasiones, terminan en un despeñadero sin fondo. Y hablando de amores, llega lo inesperado. 

Cuyén se ríe sin despegar los ojos del puzzle. Entonces, como canta Serrat "de vez en cuando la vida nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas". Ella va desgranando hipnótica y lenta, de qué manera tan radical ha cambiado últimamente su vida con su pareja de 11 años, Carlos. El amor de ellos, encerrado entre cuatro paredes por una inesperada pandemia, estaba arrinconado y acojonado (perdón, otra expresión local). Las broncas, el hastío, la falta de guita, la rutina, el aislamiento obligado lo tenían al amor en un rincón oscuro. La pasión inicial hacía rato que había pasado. Día por medio, una discusión. En este punto y en otras circunstancias la separación estaba servida en bandeja de plata. Pero hete aquí que no podían por todo lo enumerado arriba: estaban condenados a aguantarse, por lo menos hasta que pasara la pandemia. 

Esta conversación me recordó a un río, que fluye a la par del tiempo. Corre viboresco entre piedras y raíces y, de pronto, desaparece de la superficie y se hunde buscando quién sabe qué. Se hace subterráneo, corre enceguecido. Metros, a veces, kilómetros; van sus heladas aguas cayendo por sus cauces, hasta que, cuando le da la gana, emerge de nuevo al sol y a la luna, a la lluvia, a la rosa de Borges, a las ranas, a lo contingente... buscando quién sabe qué. Pero ya son otras epicúreas aguas, con otro color, con otro olor y desde otro lugar. 

De repente emergió el amor de Carlos y Cuyén,  pero era distinto, igual que el río y salió del rincón,  fructificado y transformado en un adulto. Lejos del efímero enamoramiento de adolescente; listo para el cariño, la compañía, el apoyo, la inteligente evitación de conflictos, la paciencia y otras yerbas parecidas que se adquieren con el rodaje. ¡Qué suerte que le dieron tiempo y no lo mataron antes! 

Mi niña chiquita, Cuyén, me contaba todo esto como si de una mágica metamorfosis se tratase, sin despegar los ojos del puzzle, siendo la primera sorprendida por este regalo inesperado. 

Entonces me di cuenta que estábamos viviendo esos momentos únicos en los que el dolor, el pesar, por todo lo que está pasando, corre su oscura y ominosa cortina y flanquea el paso a la felicidad. Dominante, poderosa y con un pincel llena todo de cálidos, de luces, de sonrisas, de placer... brevemente se presenta. 

(...) "Y quien diga que no ha llegado el tiempo de filosofar o que ha pasado ya, es semejante al que dice que no ha llegado el tiempo para la felicidad o que ya ha pasado". EPICURO.

Un instante de maravilla en medio del pesar. ¡Agárralo que se vuela!...Ya se voló, Epicuro. No importa: igual estamos agradecidas y con regusto a dulce de leche en la boca. 


viernes, 21 de mayo de 2021

GRACIELA


Para vos, Graciela, madre coraje. Tan querida, tan presente, con tu mirada elocuente y tu sonrisa prudente. Para vos y tu querida familia, donde mil vicisitudes en dos países no lograron amortiguar esos lazos entrañables. Un símbolo de resistencia, de sencillez, de valentía, de simpatía. Para vos, Graciela, besos de una Gabriela universal y de mi, alguien que no te olvidará mientras viva. Para Mariana, Loli, Juan, Pepito, Elsa, Pepe, Pituso... y tantos más, un recuerdo emocionado. 

GABRIELA MISTRAL

miércoles, 19 de mayo de 2021

QUÉ POCO SE DERRAMA



 EL "EFECTO DERRAME" NO EXISTE. 

JOAQUÍN ESTEFANÍA. El País. Domingo 16 de Mayo de 2021. 

La intervención de Joe Biden ante las dos Cámaras del Congreso americano, el pasado 29 de abril, es una  de las más importantes realizadas por cualquier presidente americano en los últimos tiempos. Contenía un deseo imperativo (" Tenemos que demostrar que la democracia funciona") y el cuestionamiento de una realidad que ha sido palabra de Dios en el último medio siglo: que si crece la economía de las grandes empresas y de los ciudadanos más ricos, al final el bienestar- aunque sea en forma de migajas- llega a las clases medias y bajas. 

Qué ello no es cierto ya lo explicó desde fuera del mundo de la economía el papa Francisco en 2013: algunas personas continúan defendiendo la "teoría del derrame" ( reducir los impuestos a las grandes corporaciones y a los ricos estimula la inversión empresarial a corto plazo, y beneficia al resto de la sociedad a medio y largo plazo), a pesar de que nunca ha sido confirmada por los hechos y de qué expresa una confianza cruda e ingenua en la bondad de quienes ejercen el poder económico y en los trabajos sacralizados del sistema económico prevaleciente. 

Donald Trump vendió su rebaja de impuestos de 2017 a los ultrarricos como parte de la "teoría del derrame": generaría un gran crecimiento económico y no aumentaría el déficit público. Nada más insensato. Según Biden, añadió dos billones de dólares al déficit público, y en lugar de utilizar el ahorro fiscal para aumentar los salarios e invertir I+D, vertió miles de millones en los bolsillos de los altos ejecutivos: la brecha salarial entre los altos ejecutivos y el resto de los trabajadores es una de las mayores de la historia. Según un estudio citado por Biden, los altos ejecutivos ganan 320 veces lo que el asalariado medio de su empresa, mientras antes esa proporción estaba por debajo de 100. La pandemia solo ha servido para empeorar las cosas: los beneficios no se derraman. En ese tiempo, 20 millones de norteamericanos perdieron su empleo mientras 650 multimillonarios vieron aumentar su patrimonio neto en más de un billón de dólares. 

Cómo no comparar el discurso de Trump (en este punto del goteo muy parecido al de Reagan y los neocon) con el del banquero felón de la película "La diligencia" de John Ford (1939). Mientras huye de sus clientes estafados, el banquero pontifica: "lo que es bueno para los bancos, es bueno para el país. (....). Nos agobian con los impuestos (...). No sé dónde va a parar este gobierno; en vez de proteger a los hombres de negocios, mete la nariz en sus negocios (...). Yo tengo mis lemas, caballeros, de los que deberían blasonar todos los periódicos del país: América para los americanos, el Gobierno no debe interferir en los negocios, reducir impuestos (...), lo que necesita el país es un hombre de negocios como presidente". A lo que le responde, regocijado, el médico borracho que viaja a su lado en la diligencia: "lo que necesita el país son más cogorzas". (borracheras, agrego yo, por si no se entendió).

Algunas de las medidas que ha anunciado Biden se suman a los dos planes de estímulo que puso en marcha Trump en el último año de su mandato, por valor de 1,9 billones y 750.000 millones de dólares: 2,3 billones en gasto público para infraestructuras ( lo que generará mucho empleo), 1,8 billones para programas sociales, incremento del salario mínimo a 15 dólares la hora, una ley para proteger el derecho a sindicarse; aumento de impuestos para las grandes corporaciones, el 1 % más rico y una armonización internacional del impuesto sobre los beneficios de las grandes multinacionales; fijación administrativa de precios más bajos para los medicamentos, etc.

En el año 2004, antes de la Gran Recesión y del gran confinamiento, uno de los economistas más ultraliberalesdel planeta Xavier Sala i Martín, escribía: "sólo los ultrarradicales (...) siguen hablando del aumento de impuestos, del gasto público y del intervencionismo público, tal y como lo hacían en los años setenta". Se equivocaba de cabo a rabo. 





miércoles, 12 de mayo de 2021

EL BANQUITO

 "Nos dejamos la vida cuando amamos, cuando vivimos. El fondo se desvela solo a aquél que logra rehacerse en plena caída transformándola en vuelo"

                                      HANNAH ARENDT


Canta Serrat: "de vez en cuando la vida nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas..."



Año 2016, Sancti Petri, Chiclana, Cádiz, España. Pequeño bar familiar bastante cutre con toldo azul al aire libre. Viento de Levante. Pequeño puerto pesquero, voces y fichas de dominó. Risas y comentarios que sólo esos viejos pescadores con sobrepeso y pelo blanco son capaces de entender a fuerza de sobreentendidos. El y ella sentados en una mesita bajo el toldo azul en medio de la vieja y abandonada almadraba. 

Serrat canta: "...de vez en cuando la vida se hace de nuestra medida, toma nuestro paso y saca un conejo de la vieja chistera". 

Y efectivamente el conejo debe haber salido de la vieja chistera, porque "alguien" con una varita mágica transforma un momento agradable pero casi habitual, en algo excepcional que nos brinda una nueva y emocionada mirada. Algo no inmanente se apodera del entorno. Entonces todo se ilumina y brilla con una luz diferente. Las dimensiones de la realidad han cambiado, las percepciones se han alterado y como si de una epifanía se tratase se oye una música que no existe. El tiempo de enlentece y cambia de sabor. 

El banquito. Ese vulgar banquito de madera y los sorprendentes e infantiles recuerdos del hombre alrededor de ese banquito. El banquito multiusos desata primero la sonrisa de ella y luego la risa. Pero no sabe exactamente de qué se ríe. Quizás la divierta que un insignificante, humilde y gastado objeto de antigua madera atraiga tanto la atención de él. ¿Tantas historias ya pasadas contiene el dichoso banquito? Lo absurdo e insólito de la situación le da todavía más risa. ¿O será la varita mágica que la ha drogado? ¿¡ O será la felicidad!?

El banquito de marras, objeto indispensable para coser viejos calcetines, para apoyar los vasos cuando la mesa está ocupada con las fichas de dominó, para que los niños pequeños se trepen y puedan alcanzar la ansiada y elevada caja de galletas y quién sabe cuántas aplicaciones más, adquiere de repente una personalidad propia con una historia centenaria que ella desconocía por completo. 

Lo mira y lo vuelve a mirar y esta vez es ella la sorprendida. Hasta los árboles añosos que sobreviven a la ruinosa almadraba ríen a carcajadas sacudidos por el viento de Levante, mientras el banquito nos cuenta su centenaria vida. El calor aprieta pero no es momento de quejarse. "...nos regala un sueño tan escurridizo que hay que andar de puntillas por no romper el hechizo", sigue cantando Serrat. 

En una pared cercana a punto de derrumbarse alguien pintó a una mujer azul que huye mirando de soslayo con ojos atemorizados. Ha robado un atún de la almadraba y se lo lleva con los dedos crispados. Ella solita simboliza a millones de mujeres que roban para darle de comer a sus familiasy seguramente la mujer azul usó el banquito multiusos.

"...de vez en cuando la vida afina con el pincel, se nos eriza la piel y faltan palabras, para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla". Otra vez Serrat. Todo esto ha creado una magia, ha propiciado esta atmósfera en la que él, con su brillante mirada color miel, se transformó como por ensalmo en quién realmente era, abandonó sus máscaras y mostró su esencia. A partir de ahí hablaron un lenguaje sin palabras que solo ellos dos son capaces de entender.  


TRASERO EQUINO

 


Un compañero de facultad me envió esto que me parece muy interesante y cómico.


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La trocha de los ferrocarriles (distancia entre los 2 rieles) de Estados Unidos es de 4 pies y 8,5 pulgadas. (1,4351 metros)


¿Por qué se usó esa medida?


Porque ésta era la medida de los ferrocarriles ingleses y, como los ferrocarriles americanos fueron construidos por los ingleses, esta medida fue usada por una cuestión de compatibilidad.


¿Por qué usaban los ingleses esta medida?


Porque las empresas inglesas que construían los vagones eran las mismas que construían las carrozas antes de que existiera el tren y utilizaron los mismos elementos que usaban para fabricar las carrozas.


¿Por qué las carrozas tenían esa medida (4 pies y 8,5 pulgadas)?


Porque la distancia entre las ruedas de las carrozas debería ser tal que pudiesen caber en las antiguas callecitas de Europa, que tenían exactamente esa medida.


¿Y por qué las callecitas tenían esa medida?


Porque estas calles fueron abiertas por el Imperio Romano, durante sus conquistas, cuyas medidas estaban basadas en los antiguos carros romanos.


¿Y por qué los carros romanos tuvieron esa medida?


Porque se hicieron para acomodar el trasero de 2 caballos.


Finalmente – y ahi queria yo llegar – el trasbordador orbital norteamericano “Shuttle” utiliza 2 tanques de combustible (SRB por “Solid Rocket Booster”) que son fabricados por Thiokol, en el estado de Utah.


Los ingenieros que lo proyectaron preferían haberlo hecho más grandes, pero tuvieron limitaciones por los túneles de los ferrocarriles en donde serían transportados, ya que estos tenían sus medidas basadas en la trocha del tren.


CONCLUSIÓN:


El ejemplo más  avanzado de la ingeniería mundial en diseño y tecnología está condicionado por el tamaño del culo del caballo romano… AUNQUE USTED NO LO CREA

martes, 11 de mayo de 2021

LO NORMAL.

 


Estamos en un jardín María, la gallega de mi niñez, y yo. Un bicho tipo cangrejo o pulpo se adhiere a mi brazo. Trato de sacármelo para matarlo pero no puedo. No parece fácil. El bicho se pasa al brazo de María y aunque ninguna de las dos parece asustada, sí estamos un poco asqueadas. Le digo: "aguanta un poco al bicho que voy adentro a buscar unas tenazas".

No tardo más que unos minutos pero cuando vuelvo con las tenazas, María me mira, aunque no dice nada. El bicho no está pero al lado, en el suelo hay una cajita de madera con una tapa transparente que deja ver que allí dentro están los órganos internos de María en perfecto orden, como los vemos en un libro de anatomía. 

La miro interrogativamente. ¿Esto significa que los órganos internos del bicho están dentro tuyo? No sabe contestarme pero no parece enferma ni sobresaltada. TODO ESTÁ NORMAL. NORMALIZADO. 

domingo, 9 de mayo de 2021

UN DUENDE DUPLICADO

Estaba yo en un caos doméstico, por decirlo suavemente, al cual no terminaba de acostumbrarme. Soy un duende pintado en un lienzo pero eso no quiere decir que no sea importante: para mí lo soy y hay gente a la que le gusto. Los que vivían en la casa donde me estaban pintando eran insoportables, incluída la pintora, pero lo peor era la gran habitación en la que estaba mi caballete: ya no daba abasto para tanta cosa. Cuadros apoyados en el suelo cuyos colores saturados me aplastaban, la tele con el fútbol omnipresente que me agobiaba, pilas de libros,  revistas y cuadernos escritos, un puzzle por la mitad; que me asfixiaban. Las plantas y las fotos pegadas en las paredes no le parecían nunca suficientes a esa vieja dentista, que, por fuerza, quería tenerlo todo a la vista. Sería por su mala memoria, digo yo. Sería porque parte de su familia vivía lejos, digo yo. Sería porque a algunos muertos los querría ver vivos. Digo yo. Una pecera con inmortales anaranjados también se quejaban mientras nadaban, en su mudo lenguaje de burbujas. Un ganso trompetista con pretensiones de Louis Amstrong, asomaba a veces su pico dentado entre los flecos de la cortina antimosquitos y un gato muy ágil llamado Bartolo merodeaba felina y nocturnamente persiguiendo vírgenes lagartijas ...en fin, esto es lo que me tocó. Menos mal que la tortuga verde, el pinchudo puercoespín, el camaleón que cambia de color y la coneja Sebastiana hacían su vida afuera y no se sumaban al batiburrillo.  Resignación y paciencia, estamos en una pandemia. 


Un día una puertita de ilusión se abrió ante mí: un joven español llamado Pablo me llevó de viaje a otras latitudes, lejos mi vida podría cambiar. Tener un entorno más acorde con mi noble condición. ¡Oh, qué ilusión!...un montón de horas de viaje, aunque estaba seguro que valía la pena. Pero, ¡oh, qué desilusión! Me dejó olvidado en un avión. Allí quedé, muy preocupado, hasta que alguien, una joven y guapa viajera, me encontró y le gusté, por lo que me siguió acarreando hasta que ambos arribamos, luego de otro montón de horas de viaje, a un prado muy verde con un bosque cerca. "Pero, Marina, ¿de dónde has sacado ese cuadro?" preguntó muy curiosa una señora muy flaca, muy alta y muy rubia, con los brazos en jarras. (debía ser danesa, porque Magno le decían). 
"Me lo encontré en un maletero, mamá, seguro que alguien lo perdió" dijo presurosa la joven, mientras descargaba sus pesadas maletas. "Mira, mamá, tiene una dedicatoria por detrás en castellano...ya sé que pensarás que estoy loca, pero me gusta imaginar que esta pintura es para mí, aunque yo no me llame Pablo". 

Y la colgó en su autocaravana, frente a su cama. Desafortunadamente, porque aquéllo era otro caos peor que el primero. Los sujetadores variopintos, las camisetas blancas y los vaqueros voladores desparramados por doquier eran mi constante compañía. La joven era muy desordenada. La autocaravana estaba estacionada en el cámping Møn, en Dinamarca, en el cual Marina trabajaba en el verano. Muy cerca había un bosque de ensueño, con brujas y nereidas y donde, de tanto en cuanto, aparecía uno al que llamaban Camilo Monster, mezcla de hombre con dragón, vociferante y acalorado. Sería el jefe, digo yo. 

"Mi gozo en un pozo", pensé. Sólo me consolaba la tierna mirada de Marina antes de dormirse, después de un duro día de laburo. Yo nunca dormía, claro, los duendes tenemos diferentes ritmos biológicos, todo el mundo sabe eso. 


Mientras tanto, yo fui copiado en tiempo y espacio, en una dualidad cuántica, como explicó Stephen Hawking, en otra pintura parecida, por la misma pintora, en aquél mismo infierno de plantas y cuadros en el sur de España, para que el joven Pablo me llevase (otra vez) a Alemania, y en esta segunda ocasión no me perdiese en otro avión. Menos mal que Marcel y Julie lo ayudaban a custodiarme.

Felizmente, llegué a destino, a una cálida y minimalista habitación donde me sentí a mis anchas porque por fin mis colores eran protagonistas y no un invitado más. Soy onda y partícula, estoy con vidas paralelas, mitad cielo, mitad infierno, lo que a Dante, el de LA DIVINA COMEDIA, le hubiera encantado. Tendré dos vidas... ya les iré contando. Creo que allá, en Møn, sobreviviré y acá, en Alemania, voy a vivir contento. FIN DEL CUENTO. 





sábado, 8 de mayo de 2021

ODIO Y RELIGIÓN

 EXTRAÍDO DE LA BIBLIOTECA IGNORIA.

Maldición contra Baruch Spinoza


Maldición contra Baruch Spinoza


"Por la decisión de los ángeles, y el juicio de los santos, excomulgamos, expulsamos, execramos y maldecimos a Baruch de Spinoza, con la aprobación del Santo Dios y de toda esta Santa comunidad, ante los Santos Libros de la Ley con sus 613 prescripciones, con la excomunión con que Josué excomulgó a Jericó, con la maldición que Elías profirió contra los niños y con todas las maldiciones escritas en el libro de la Ley.

Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta; maldito sea cuando sale y maldito sea cuando regresa. Que el Señor no lo perdone. Que la cólera y su furor se desaten contra este hombre y arrojen sobre él todas las maldiciones escritas en el Libro de la Ley. El Señor borrará su nombre bajo los cielos y lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno con todas las maldiciones del cielo escritas en el Libro de la Ley. Pero vosotros, que sois fieles al Señor vuestro Dios, vivid en paz. Ordenamos que nadie mantenga con él comunicación oral o escrita, que nadie le preste ningún favor, que nadie permanezca con él bajo el mismo techo o a menos de cuatro yardas, que nadie lea nada escrito o transcrito por él”.

Amsterdam, julio de 1656
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Extraído de Wikipedia: Baruch Spinoza nació en 1632 en Ámsterdam, dentro de una comunidad judío-portuguesa (sefardí). A la temprana edad de 24 años fue expulsado de su comunidad por sus ideas, aunque todavía no había publicado casi nada. Se estableció en La Haya, donde trabajó como pulidor de lentes, lo que, sin duda, digo yo, le ayudó a ver más clara la realidad de su tiempo. 
En filosofía es racionalista, criticó la religión judeo-cristiana y defendió la "libertad de filosofar" y la democracia. Lo tacharon de ateo aunque en ninguno de sus escritos niega la existencia de Dios. 
LA ÉTICA, su obra cumbre, se publicó póstumamente en el mismo año de su muerte (1677) por tuberculosis. 
Su racionalismo absoluto afirma que hay una única realidad a la que llama "Dios" o "Naturaleza", donde nada es libre ni contingente porque todo forma parte de Dios y tiende a autoconservarse. En el ser humano se manifiesta por el deseo de vivir con felicidad al dictado de la razón. 
Los grandes filósofos alemanes del siglo XIX lo consideran el padre del pensamiento moderno. Sus inmensos logros llevaron a Giles Deleuze a nombrarlo "el príncipe de los filósofos". 
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Como éste es un blog democrático, un amigo me manda el siguiente contraargumento, que me parece muy sólido y sirve para seguir aprendiendo:

Es cierto, pero fue en 1650 mas o menos, negó en ese momento la inmortalidad del alma y la existencia de Dios, en ese momento histórico era una herejía inexplicable e intolerable, sacar un hecho de las circunstancias históricas es una visión sesgada, sin negar que para mí fue uno de los filósofos más importantes de la historia su libro sobre Ética, su Dios era la naturaleza no trascendente, podría ser mi Dios
Pero Odio y religión es no entender el desarrollo del pensamiento filosófico a través de la historia.
                                     DOCTOR ELÍAS, 
                                      PEDÍATRA. 

jueves, 6 de mayo de 2021

LAS HIGUERAS

Me siento a su lado y la observo. Esto es como lo del minutero del reloj: no se ve moverse, pero se mueve. A la higuerita no la veo crecer, pero crece. La planté en memoria de los desaparecidos. Ese bebé de árbol saca mínimas hojitas pero también higos pequenísimos, que luego caen. Son como ensayos de su futura maternidad. Y no sólo eso: la higuera nos brinda dos frutos: en primavera nacen las brevas  y tiempo después, los higos. 


En esa doble fructificación veo a dos personas entrañables y ausentes, cuya presencia se agiganta con el paso de los años. Mario y Claudia, mis queridos desaparecidos, siempre ahí, en el aire, en las plantas, en el recuerdo y también en las fotografías empañadas. El higo y la breva, una pareja que lucha contra el olvido, como los surcos que se dibujan en la arena de la playa y la ola inclemente, barre. En lo que fue y en lo que pudo haber sido: las canas y las arrugas que manos criminales impidieron llegar. 

A unos cuantos metros de donde la higuerita apunta hacia el cielo, otra planta hermana ha salido espontáneamente hace años en un lugar muy inhóspito para ella: pegada a las baldosas y a la estructura donde esta todo el griferío para regar y para el desagüe. 

Entremedio del cemento y en un lugar imposible vive ella, pertinaz y terca, crece y vuelve a salir a pesar de nuestros constantes intentos de eliminarla. Por fin entendimos que eso no era posible, que ella quería vivir en ese lugar aunque fuera incómodo, así que allí está, muy oronda, hasta que empieza a estropearse y entonces la podamos para que siga viva. Todo un símbolo de resistencia, como las madres del pañuelo blanco. 

La higuera y la higuerita: la jovencita contiene a los siempre jóvenes y la viejita vive y sobrevive a toda costa, llena de cicatrices.