miércoles, 30 de julio de 2014

COMUNICACIÓN Y SANGRE



A TENER EN CUENTA: CADA VEZ QUE SIENTA LA TENTACIÓN DE COMPRAR OTRO MÓVIL, OTRO GPS, O CUALQUIER APARATO ELECTRÓNICO DE ÚLTIMA GENERACIÓN, PRIMERO SEPA:  QUE SE FABRICAN EXPLOTANDO GENTE...HASTA NIÑOS.

/10/2011
"Blood Coltán" es un impresionante reportaje-documental Aleman del canal TG4 sobre el conflicto del coltán en Africa (Congo).

El coltán, hasta hace poco era un material prácticamente desconocido; se ha convertido en el nuevo oro negro del continente africano. Crucial para la fabricación de nuevas tecnologías de la información en los países desarrollados -como telefonía móvil, ordenadores portátiles y otros dispositivos electrónicos-, el coltán se encuentra en importantes cantidades en la zona este de la República Democrática del Congo y la creciente demanda de coltán por parte de Occidente está propiciando matanzas en la región. Bajo la vigilancia de las milicias rebeldes, incluso los niños extraen este material de forma peligrosa en las minas.

Este documental de investigación les adentrará en la oscura red de intereses que salvaguardan este comercio sangriento. Podrán conocer a los señores de la guerra que esclavizan a la población local y a los hombres de negocio que, desde Europa, continúan importando coltán indiscriminadamente, a pesar de las advertencias de Naciones Unidas.

"Blood Coltán" muestra cómo las empresas de comunicación occidentales (como Motorola, Nokia, entre otras) son coparticipes junto con China de sostener la situación de guerra en el Congo.

También expone el coste real de nuestra necesidad de estar siempre a la moda en la tecnología. Los teléfonos móviles, consolas de videojuegos, netbooks (mini notebooks), etc conllevan una tarifa oculta de inimaginables consecuencias humanas: secuestro, asesinato y trabajo en la esclavitud.

El progreso es más caro de lo que imaginamos.

* MÁS INFORMACIÓN :
https://www.youtube.com/watch?v=nesgMTgawlA 

Después de leer esto, si lo lee, piense si realmente le hace falta seguir en la loca carrera de adquisición de aparatos electrónicos de última generación o, por el contrario, puede seguir apanándosela con los que ya tiene.

sábado, 5 de julio de 2014

El veneno ardiente del disgusto

            FRAGMENTO DEL LIBRO "TREN NOCTURNO A LISBOA".    PASCAL MERCIER.
"El veneno ardiente del disgusto"
" Cuando los otros nos obligan a disgustarnos con ellos- por su insolencia, su injusticia o su falta de consideración- ejercen un poder sobre nosotros, proliferan y nos devoran el alma, porque el disgusto es como un veneno ardiente que socava todos los sentimientos moderados, nobles y armoniosos y nos roba el sueño. Insomnes, encendemos la luz y nos disgustamos por nuestro disgusto, ese que ha anidado en nosotros como un parásito que nos chupa y nos quita las fuerzas.
No sólo estamos furiosos por los daños, sino también por la manera en que se expande en nosotros; porque mientras estamos sentados al borde de la cama con las sienes adoloridas, el remoto causante permanece ileso de la fuerza destructora del disgusto de la que somos víctimas.
Sobre la íntima tribuna desierta de nuestra intimidad, bajo la luz chillona de una rabia muda, representamos un drama para nosotros mismos con personajes y palabras sombríos, con esa furia impotente que sentimos en nuestras entrañas cual fuego abrasador.
Y cuanto mayor es nuestra desesperación  por el hecho de que todo es un juego de sombras y no una confrontación real, en la cual exista la posibilidad real de dañar al otro, creando un equilibrio de sufrimiento, tanto más salvajemente danzan esas sombras venenosas y nos persiguen hasta las más tenebrosas catacumbas de nuestros sueños. (Daremos la vuelta en la tortilla, pensamos con furia, y forjamos palabras durante la noche  que desplegarán en otros el efecto de una bomba incendiaria, de modo que sean ellos quienes a partir de entonces sientan arder en su interior las llamas de la indignación, mientras nosotros, apaciguados por el placer en el mar ajeno, tomaremos nuestro café con una alegre serenidad.)
¿Qué podría significar hacer las cosas bien con el disgusto?  No quisiéramos ser seres desalmados que permanecen impasibles ante todo lo que se tropiezan; seres cuyas valoraciones se agotasen en fríos y exangües juicios, sin que nada sea capaz de sublevarlos porque, en realidad, nada les interesa.
Por esa razón no podemos desear en serio no conocer en absoluto la experiencia del disgusto y, en su lugar, persistir en una indiferencia que apenas podría diferenciarse de una yerma insensibilidad.
El disgusto nos enseña también algo sobre lo que somos. Por eso deseó saber que podría significar educarnos y formarnos con el disgusto, de modo tal que aprovechemos su conocimiento sin sucumbir a su veneno.
Podemos estar seguros que en nuestro lecho de muerte, constataremos como parte de este ültimo balance - y esa parte tendrá un sabor más amargo que el cianuro-, que hemos malgastado demasiadas fuerzas y tiempo en disgustarnos y hacerle pagar nuestro disgusto en un desamparado teatro de sombras, del cual sólo nosotros, que lo sufrimos impotentes, sabíamos algo. ¿Qué podemos hacer entonces para mejorar ese balance?  ¿Por que no nos hablaron nunca de ello ni los padres, ni los maestros ni otros educadores?  ¿Por qué no expresaron nunca nada sobre ese inmenso significado?  ¿Por que no nos dieron en este asunto una brújula que nos ayudara a evitar que desperdiciáramos nuestra alma en disgustos innecesarios y autodestructivos?"  PASCAL MERCIER