domingo, 30 de julio de 2023

GORDO-ODIO


 MARIANELA SAAVEDRA (del muro de Li Tamara)

He visto a las mujeres 

más bellas del mundo, 

convertirse en diminutas sombras satisfaciendo los deseos 

de sus seres queridos. 

He visto a las mujeres 

más inteligentes de la vida 

haciendo añicos sus argumentos 

frente al protagonismo de sus amantes. 

He visto a mujeres con alas 

sacando lustre a los barrotes 

de las jaulas 

que les compran sus maridos. 

Las he visto bajarse de la luna 

para vivir en la cueva de sapo 

de su amado. 

Las he visto superar el hambre, 

las guerras, la muerte 

y luego caer de rodillas 

frente al beso deshonesto. 

Las vi esconder su fuerza, 

maquillar su poder, 

frenar sus éxitos, 

masticando frustraciones ajenas, 

haciéndose cargo de necesidades impropias, 

cediendo, cediendo, cediendo tanto 

que sus cuerpos parecen 

desintegrarse, derretirse, 

desdibujarse, deshabitarse, 

estallar y recomponerse 

como un hueso 

tras el impacto de una bala. 

Las he visto, las veo, 

yo también he sido, (soy) 

presa fácil y presa difícil 

de mandatos rancios 

y amores mediocres.

Romperé el espejo 

todas las veces que haga falta 

y respetaré y esperaré paciente 

el día en que todas 

podamos vernos liberadas 

de tanta pena por nada.

...........................................................

Marianela Saavedra es una poeta argentina, nacida en Entre Ríos. A continuación un fragmento de sus opiniones: "A medida que vamos acercándonos al análisis, vamos encontrando muchísimos más estigmas que hay que desarmar. Hay un movimiento importante de nutricionistas que están brindando una información muy buena que se acerca más a pensar la diversidad de cuerpos por fuera de la patologización. Lo más difícil de erradicar es el GORDO-ODIO que tenemos todos dentro; no opinar sobre el cuerpo de nadie, no sólo de la gordura, sino del cuerpo en general".

Además, se refirió a la sociedad amoldadaa una vida cotidianapara cuerpos delgados, y el violento impacto de esta situación en las infancias. 









jueves, 27 de julio de 2023

LOLA GAOS

 


HOMENAJE A UNA PERSONA ÍNTEGRA

Poco antes de morir Lola Gaos participó en un capítulo para televisión que creo fue su último trabajo antes de abandonarnos para siempre. Estoy hablando de  hace 30 años. 

Lola, que no era demasiado mayor pero se encontraba muy mal físicamente, estaba viviendo prácticamente en la miseria y subsistía de una manera muy penosa. Bien es verdad que su carácter era fuerte y era incapaz de andar picando puertas para mendigar un  papel. 

Yo había escrito  el  guión de aquel capítulo y todavía no la conocía personalmente, pero como me habían comunicado su situación, pedí que la contrataran. 

Recuerdo que un día el realizador me invitó a que me desplazara al lugar del rodaje, un pueblo casi abandonado, donde ella debía salir a la puerta de su casa para atender a una señora que acudía allá  para preguntarle por algún familiar ya fallecido. Mientras se rodaba esta escena, me encontraba por allá, detrás de las cámaras, curioseando. En un momento dado, Lola abrió la puerta de la casa y ante mi estupor dijo a la visitante con un gesto duro , un tono destemplado y su típica voz aguardentosa:

- ¿Qué cojones quiere?

Cuando se acabó de rodar la escena, me acerqué al realizador  y le hice ver que en el guión no figuraba esa palabra con tanta fama de malsonante. Y él, quizás temeroso de enmendarle la plana a una actriz tan conocida que había trabajado a las órdenes de Berlanga, de Bardem y de Buñuel, y que había sido premiada como mejor intérprete de cine español por su participación en “Furtivos”, me sugirió que hablara con ella para intentar corregirla. Con mucho respeto me dirigí a ella para decirle que aquel sonoro cojones no estaba en el guión. Entonces, ella, con su tremenda voz y su convincente gesto de pocos amigos, me contestó de inmediato:

- A ver, a ti te despiertan cuando estás echando la siesta en la tranquilidad de un pueblo como este  y … ¿qué es lo que dices cuando abres la puerta?

- Pues sí, Lola, yo diría lo  que tú has dicho, tienes razón.

Así se acabó el debate y se dio por buena la toma, sin dar ni una  vuelta más a la situación. Días más tarde su personaje moría en una calle de pueblo en un día gélido, tiroteada la pobre por un joven policía. A pesar de su salud delicada, Lola cayó al frío y duro suelo, donde permaneció hasta que el realizador consideró que debía levantarse, mientras el policía y todos los demás temblábamos de frío. Después, hizo un par de tomas más sin rechistar y con una enorme profesionalidad. Esa era Lola Gaos, la militante comunista a quien nadie jamás hizo abjurar de sus convicciones políticas. Ni con oro molido lo hubieran conseguido. Poco más tarde, Lola Gaos moría, pero en esta ocasión de verdad. Todavía no había cumplido los 72 años. 30 años después, en esta época de chaqueteos y componendas en la que la extrema derecha se pone cada día más pesada persiguiendo a personas a las que llaman siempre rojos, despectivamente, quiero que estas líneas sean un pequeño homenaje para ella, ya que en vida probablemente nadie le ofreció el que merecía.    JUAN OSÉS 

miércoles, 26 de julio de 2023

REINALDO ARENAS

 


Necesidad de libertad. REINALDO ARENAS

"Para mí, lo cubano dista mucho de ser una abigarrada descripción monumental y barroca, al estilo de Alejo Carpentier. Para mí lo cubano es la intemperie, lo tenue, lo leve, lo ingrávido, lo desamparado, desgarrado, desolado y cambiante. El arbusto, no el árbol; la arboleda, no el bosque; el monte, no la selva. La sabana que se difumina y repliega sobre sus propios temblores. Lo cubano es un rumor o un grito, no un coro ni un torrente. Lo cubano es una yagua pudriéndose al sol, una piedra a la intemperie, un matiz, un aleteo al oscurecer. Nunca una inmensa catedral barroca que jamás hemos tenido. Lo cubano es lo que ondula. 

Más que un estilo, lo cubano es un ritmo. Nuestra constante es la brisa. Más fuerte al atardecer, casi inmóvil al mediodía, anhelosa y gimiente en la madrugada. De ahí que la novelística cubana no esté escrita en capítulos, sino en rachas; no sea algo que se extiende, sino que ondula, vuelve, se repliega, bate, ya con más furia, ya más lentamente, circular, rítmica, reiterativa, sobre un punto. Así, si de alguna ‘teluricidad’ podemos hablar es de una ‘teluricidad’ marina y aérea... Nuestra selva es el mar".

REINALDO ARENAS fue un escritor, dramaturgo y poeta cubano conocido por sus obras mágico-realistas. Nació en 1943 y lamentablemente se suicidó en Nueva York en 1990, a la edad de 47 años. Su biografía inspiró una famosa película dirigida por Julián Schnabel y también una ópera del compositor Jorge Martín. Su literatura  es atrevida y transgresora desafiando al régimen de Fidel Castro y una de su características más interesantes es su mezcla de personas y hechos reales con personajes ficticios e incluso con situaciones fantásticas. Dejó en su testamento su voluntad de que sus obras no se publicaran en Cuba. 


viernes, 21 de julio de 2023

TEATRO JUVENIL

 



En la vertiginosa regresión a una vida infantil, como corresponde a algunas personas en edad provecta como yo, y después de haber ido al cine a ver esa mediocre SIRENITA, hace unos días me di otro baño de niñez y fui a ver teatro aficionado de una escuela secundaria. La obra era EL REY LEÓN. Alumnos del instituto EL TROVADOR. Un musical con muchos playback y bastantes diálogos. El resultado fue bastante inesperado en algunos aspectos, por ejemplo, el vestuario. Logradísimo en esas grandes máscaras llevadas y traídas oportunamente. El telón de fondo una gran pintura con un paisaje africano típico. Los bailes de varios chicos bien armonizados tienen que haber consumido muchas horas de ensayo para llegar a esa sincronización de pasos. Los diálogos graciosos y sin tropiezos. En síntesis: un buen rato en compañía de las familias que aplaudían a rabiar. Mucha alegría y bastante emoción de las personas responsables de que eso saliera lo mejor posible. Porque todos se deben haber esforzado mucho para llegar a ese resultado robando tiempo de sus actividades habituales y lamento no tener ahora mismo sus nombres para insertarlos aquí. 
Como suele ocurrir en estos casos hay una personita que sobresale por su naturalidad y su seguridad en el escenario y en este caso también la hubo. Quizás una promesa de futura actuación profesional. 🎭  Felicitaciones a todos los implicados que, sin efectos especiales y sin tanta parafernalia lograron hacer disfrutar tanto al grupo de personas que tuvimos el acierto de concurrir. 

martes, 18 de julio de 2023

LAS LETRAS NOS HABLAN.

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”Son mágicos los instantes en que un niño se entera de que puede leer las palabras impresas... Durante un tiempo, Francie sólo sabía pronunciar las letras una a una, para luego juntar los sonidos y formar una palabra. Pero un día, mientras hojeaba un libro, la palabra “ratón” le apareció entera y de inmediato adquirió sentido. Miró la palabra y la imagen de un ratón gris se estampó en su cabeza. Siguió leyendo y cuando entrevió la palabra “caballo”, oyó los golpes de sus cascos en el suelo y vio el sol resplandecer en sus crines. La palabra “corriendo” la golpeó de repente, y ella empezó a jadear, como si de verdad hubiese estado corriendo. La barrera entre el sonido de cada letra y el sentido de una palabra entera se había caído. Ahora, con un simple vistazo, la palabra impresa le revelaba su sentido. Leyó rápidamente unas páginas y estuvo a punto de desmayarse por la emoción. Quería gritarlo al mundo entero: ¡Sabía leer! ¡Sabía leer! A partir de entonces el mundo se hizo suyo a través de la lectura. Nunca más se sentiría sola, nunca más añoraría la compañía de un amigo querido. Los libros se volvieron sus únicos aliados. Había uno para cada momento: los de poesía eran compañeros tranquilos, los de aventura eran bienvenidos cuando se aburría, y las biografías cuando deseaba conocer a alguien. Ya adolescente, llegarían las historias de amor. La tarde que descubrió que podía leer, se prometió leer un libro al día durante el resto de su vida.”

Un árbol crece en Brooklyn

(Fragmento)

-Betty Smith

sábado, 15 de julio de 2023

MUJERES CON GOYA





AIRES DE CADIZ es una asociación cultural que tiene un lugar dentro de la muralla que separa el casco antiguo de la ciudad nueva de Cádiz y donde se organizan conciertos y obras de teatro. Es un patio amplio con un pequeño bar y una parte techada. No es lujoso pero sí carismático y con solera. 

El viernes 14 de julio de 2023 se representó allí una obra de teatro llamada MUJERES CON GOYA de la asociación cultural teatro DESCONFINADOS. Era una noche agradable dentro del tórrido verano porque acariciaba una brisa de poniente.  A los pocos minutos de empezar la obra unos fuertes sonidos con pretensión de música retumbaron en todo el casco antiguo. Ese golpeteo instrumental plano y monótono que perforaba los tímpanos de los sufridos ciudadanos hacía temblar hasta los profundos cimientos que construyeron los cartagineses en el año 238 antes de Cristo. ¿Qué estaba pasando? Había un evento juvenil en el puerto de Cádiz, a unos 500 metros de donde estábamos pero los altavoces alzaron su voz omnipotente y todo lo demás quedó oculto, como el perro semi hundido de Goya.

Las actrices siguieron imperturbables,  como auténticas profesionales, con sus respectivos papeles mientras el público se miraba con perplejidad. Me sentí como el Titanic naufragando: hemos perdido la obra, pensé, después de tanto mimo, ensayo y dedicación. Pero ése no era cualquier público: eran gaditanos de nacimiento o de adopción y, como todo el mundo sabe, el gaditano nace donde le da la gana. Así que esas personas divinas se pusieron de acuerdo sin mediar palabra y unánimemente decidieron ignorar el frenético martilleo para seguir el hilo de lo que ocurría en el escenario con la mayor concentración.

En esos momentos recordé la letra de una canción que LEÓN GIECO compuso en 1978, que cantaba con la inolvidable MERCEDES SOSA y que decía así: "es un monstruo grande y pisa fuerte la pobre inocencia de la gente". 

Desoyendo al que pisaba fuerte, el público reía y disfrutaba de las ocurrencias de las mujeres que había pintado Francisco de Goya y Lucientes en el siglo XVIII y que, según la imaginación de la guionista, habían salido de sus cuadros al cerrar el museo para charlar sin tapujos de su vida cotidiana. 

Pero seguía el monstruo pisando fuerte;  aunque los gaditanos nunca se amedrentan así como así. Ya ocurrió con Napoleón; mucho menos iba a pasar con un grupo que grita "échame gasolina" una y otra vez, machaconamente, como toda ambición poética. 

Convengamos en que no sabemos que es peor: si las bombas de Napoleón para hacer tirabuzones o esos desaforados que no aportan nada a la vida cultural de nadie y restan mucho. Aunque mejor por el momento no entremos en ese tema.

Yo seguía rememorando de a ratos la canción de Gieco: "sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente". ¡Qué contraste! Las letras que se cantan también nos hablan de los valores que maneja una sociedad.

"Todo un símbolo de la cultura ahogándose en ese ruido para estúpidos que llaman música. Pero el teatro es inmortal. Cuando prohíban hablar se recurrirá al mimo" dijo después un buen amigo con acierto, cuando le conté lo ocurrido. 

Terminó la función. Y nos rodearon las felicitaciones cálidas y sonrientes de los espectadores allí reunidos que, con su templanza e indiferencia al estrépito, acallaron la barbarie y lograron hacer de ésta, una noche especial e inolvidable. 

domingo, 2 de julio de 2023

UN GATO ROTO

 


"Llegó a mi puerta una noche, mojado, flaco, golpeado y aterrado un gato blanco, bizco y sin cola.

Me lo llevé dentro, le di de comer y se quedó.

Cogió confianza en mí, hasta que un amigo subió la rampa del garaje y lo atropelló.

Llevé lo que quedaba de él al veterinario, que dijo:

“No tiene muchas posibilidades… dale estas pastillas… su columna está rota; ya lo estaba antes, pero de alguna manera se arregló, si vive nunca caminará; mira estas radiografías, le han disparado, mira aquí, los perdigones aún están ahí… Además, una vez tuvo cola, pero alguien se la cortó…”.

Volví con el gato, era un verano caluroso, uno de los más calientes en décadas, lo puse en el suelo del baño le di agua y las pastillas, no comía, ni siquiera tocaba el agua.

Mojaba mi dedo en ella y le humedecía la boca, y le hablaba, no me iba a ninguna parte, pasaba mucho tiempo en el baño y le hablaba, y lo tocaba suavemente, y él me miraba con esos ojos azules claros y bizcos, y con el paso de los días hizo su primer movimiento arrastrándose con sus patas delanteras (las traseras no le respondían).

Logró llegar al arenero, se arrastró sobre el borde hasta estar dentro, fue como la trompeta de una posible victoria sonando en el baño y en la ciudad.

Me veía a mí mismo en ese gato, también yo lo había pasado mal; no tan mal, pero sí bastante mal.

Una mañana se levantó, se puso en pie, cayó y se quedó mirándome.

“Puedes hacerlo”, le dije.

Siguió intentándolo, levantándose, cayéndose hasta que finalmente dio algunos pasos, era como un borracho; las patas traseras no querían hacer lo suyo y se caía de nuevo, descansaba, volvía a levantarse.

Ya sabes el resto: ahora está mejor que nunca, bizco y casi desdentado, pero la gracia ha vuelto, y esa mirada en sus ojos nunca se ha ido…

Y ahora a veces me hacen entrevistas, quieren oírme hablar sobre la vida y la literatura, y yo me emborracho y cojo en brazos a mi gato bizco, acribillado, atropellado y sin rabo y les digo, “¡miren, miren esto!”

Pero no lo entienden, dicen cosas como, “¿y dice usted que fue influido por Céline?” “No”, y tomo al gato en brazos, “por lo que ocurre, por cosas como esta, por esto, ¡por éste!”

Meneo al gato, lo levanto en el luz ahumada y ebria, está tranquilo, él sabe…

Es entonces cuando la entrevista termina y aunque a veces me siento orgulloso cuando veo las fotos después, y ahí estoy yo y ahí está el gato, y estamos juntos en la foto…

Él también sabe que es una idiotez, pero que de alguna manera ayuda."


-Charles Bukowski-