miércoles, 21 de julio de 2021

LOS NADIES.




EDUARDO GALEANO ❤


Eduardo Germán María Hughes Galeano ​ fue un periodista y escritor uruguayo, considerado uno de los escritores más influyentes de la izquierda latinoamericana.​Sus libros más conocidos, Las venas abiertas de América Latina y Memoria del fuego, han sido traducidos a veinte idiomas. 

Nacimiento: 3 de setiembre de 1940, Montevideo, Uruguay

Fallecimiento: 13 de abril de 2015, Montevideo, Uruguay


LOS NADIES ❤


Sueñan las pulgas con comprarse un perro

y sueñan los nadies con salir de pobres,

que algún mágico día

llueva de pronto la buena suerte,

que llueva a cántaros la buena suerte;

pero la buena suerte no llueve ayer,

ni hoy, ni mañana, ni nunca,

ni en llovizna cae del cielo la buena suerte.


Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneros,

corriendo la liebre, muriendo la vida,

jodidos los nadies, jodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no practican religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no aplican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.


Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal,

sino en la crónica roja de la prensa local.


Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies: los nada,

los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.


Los nadies: los hijos de nadie...

Los nadies: los dueños de nada,

jodidos, jodidos, jodidos, jodidos...

martes, 20 de julio de 2021

SIGUEN LOS POETAS.

 


RECUERDO DEL POETA POR PABLO NERUDA. 

Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!


                                                       Pablo Neruda.

sábado, 17 de julio de 2021

HABLA EL AMOR

 VICENTE HUIDOBRO ❤





Vicente García-Huidobro Fernández, más conocido como Vicente Huidobro, fue un poeta chileno. Iniciador y exponente del creacionismo, es considerado uno de los más destacados poetas chilenos, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Pablo de Rokha. 

Nacimiento: 10 de enero de 1893, Santiago de Chile, Chile

Fallecimiento: 2 de enero de 1948, Cartagena, Chile


ALTAZOR ❤

Poema escrito en VII Cantos


CANTO II

 (Extracto)


Mujer el mundo está amueblado por tus ojos

Se hace más alto el cielo en tu presencia

La tierra se prolonga de rosa en rosa

Y el aire se prolonga de paloma en paloma

Al irte dejas una estrella en tu sitio

Dejas caer tus luces como el barco que pasa

Mientras te sigue mi canto embrujado

Como una serpiente fiel y melancólica

Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro

¿Qué combate se libra en el espacio?


Esas lanzas de luz entre planetas

Reflejo de armaduras despiadadas

¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?

En dónde estás triste noctámbula

Dadora de infinito 

Que pasea en el bosque de los sueños

Heme aquí perdido entre mares desiertos

Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche

          

Heme aquí en una torre de frío

Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos

Del recuerdo de tus complacencias y de tu

cabellera

Luminosa y desatada como los ríos de montaña

¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?

Te pregunto otra vez

El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojo


En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos de flor

Te hablan por mí las piedras aporreadas

Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo

Te habla por mí el color de los paisajes sin viento

Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas 

Dormido en tu memoria

Te habla por mí el arroyo descubierto

La yerba sobreviviente atada a la aventura

Aventura de luz y sangre de horizonte

Sin más abrigo que una flor que se apaga 

Si hay un poco de viento

martes, 6 de julio de 2021

KENNEDY Y EL PEZ

Estaba cómodamente instalada en un extremo de la parecita que separaba  la amplia cocina del comedor diario, justo al lado de la caldera. Eso viene bien para los días húmedos y fríos. Pero, perdón, no me he  presentado: yo era la radio de la familia Bardi Buclan y primera persona en este cuento. Estaba siempre encendida con el volumen bajo aunque esa circunstancia de perennidad no me engañaba a mí misma: mucha bola no me daban, funcionaba como música de fondo y gracias; salvo en las radionovelas de Oscar Casco, que escuchaba la madre y a veces venían algunas vecinas. Al hermanito menor le daban igual las vecinas, la novela y la radio porque estaba superconcentrado en un puzzle gigante que se estaba armando en la solemne mesa del living, como era ya marca de la casa. El padre hacía la comida (varón domado pluriempleado) y la madre correteaba por toda la casa haciendo como que hacía algo y repetía la consabida frase: "debo haber hecho kilómetros dentro de esta casa" mientras se le escapaba un pedo. "¡Rosaaaaaa!"- censuraba por lo bajo el padre, -"esos gases". 

Unos gopecitos suaves en la puerta de la cocina que daba al jardín anunciaban la visita de la tortuga Titina que reclamaba su ración diaria de lechuga. -"Ya voooooyyyy"- le contestaba el padre, llamando de inmediato la atención de las orejas de Riquet, el foxterrier pelo corto (como el de la novela de Anatole France), que dormitaba en su cucha, debajo de "la Biblia y el calefón". 

Al lado mío (yo soy la radio, no se olviden) estaba la pecera con unos bonitos anaranjados nadando sin ver el agua, bajo la atención hipnótica de la niña. El ambiente era amarillo y con olor a salsa de tomate y hasta los más leves y distantes murmullos de la gente de esta casa llegaban a mí: después de todo soy receptor-emisor. Flotaba una rutina armoniosa en ese día de noviembre en una familia "tipo" de clase media en un suburbano de la provincia de Buenos Aires, allí ¡donde "el sur también existe"! y un locutor político parloteaba sin cesar desde la interioridad de mis válvulas radiales. (Todavía no existían los transistores). ¡Uffff, la política! Decían algo del doctor Illia, nuestro buen presidente... por ahora, hasta que venga otra marcha militar, como cuando lo sacaron a Frondizi y se lo llevaron a la isla Martín García. Elecciones y marchas militares se alternan en este país, según sopla el viento de la historia. ¡Las cosas que dicen!¡Y lo que callan! ¡Qué silencios oscuros y pesados!

En una encerrona dialéctica se vió el padre cuando la niña le preguntó que significaba el voto en blanco. El pobre hombre respiró hondo porque ya sabía lo que se le venía. ¡El voto en blanco! No es fácil explicar un tabú, ese silencio artificial que una sociedad construye y/o padece y que hace tanto "ruido". Al mejor estilo Mafalda, la niña no cesaba con los "porqués", superando por amplio margen a cualquier filósofo. 

-Es que es algo complicado, hija, estos temas son para mayores. Pero bueno, lo intentaré:  los votos en blanco son de la gente que apoya a Perón, pero Perón está viviendo en otro país. 

 -¿En otro país? ¿Por qué? Mucha gente votó en blanco, ¿no?¿Por qué no vuelve?

-Porque tiene prohibida la entrada.

-¿Y por qué?

-Porque los que están ahora en el poder no quieren que vuelva. Ni siquiera quieren que se nombre. Como si no existiera.

-Pero existe. Y lo votaron. Entonces los votos no cuentan ¿no? ¿Qué hizo Perón? ¿Es un delincuente?

-No, no, son enemigos políticos. Es otra cosa.

-Ahh, ¿Y lo van a matar?

-¡No, claro que no! Hija, te explico: no se mata a los adversarios políticos. Se gana en las urnas. Eso de matar era en la antigüedad, con las monarquías y todos esos sistemas ya superados. ¡Ay, querida, qué suerte que vivimos en democracias, que, por más imperfectas que sean, son el "menos peor" de los sistemas políticos! Creo que Churchill dijo eso... -¡Apártate que te vas a ensuciar con la salsa!- El padre empezaba a cansarse de tener que hacer dos cosas a la vez. Después de todo, el pobre hombre era sólo un hombre, un monoaural. Cuando estaba por llegar el siguiente "por qué" de la curiosa e insistente niña, algo imponderable ocurrió. 

Un pez anaranjado precioso saltó raudamente de la pecera buscando mundos mejores y cayó al suelo. La niña lo siguió con una mirada estupefacta mientras el animalito describía una parábola perfecta y justo cuando ella iba a salir corriendo para salvarlo, yo, la radio, subí de golpe el volumen para anunciar que John Fitzgerald Kennedy había sido asesinado mientras desfilaba en un coche descapotable. 

El padre dió un salto, abandonó la cocina y pegando la oreja a mí, la radio, subió aún más el volumen mientras murmuraba: "Pero qué barbaridad". 

La niña miró a su padre cargada de preguntas mientras el hombre me miraba a mí, la radio, con incredulidad, también cargado de preguntas. En ese momento, ella recordó al pez y lo vió retorciéndose en el suelo. Instantáneamente lo agarró evitando sus deslizamientos babosos y lo arrojó a la pecera, donde orondo y agradecido continuó con su líquida vida. Era el 22 de noviembre de 1963. 

La niña, según crecía, recordaba aquél día las palabras de su padre "se mataba en la antigüedad" y pensaba: "La democracia no pudo preservar la vida de un hombre de estado pero yo, al menos, salvé a un pez".

                            FIN 






domingo, 4 de julio de 2021

HIGOS Y FÉMINAS

 


NO SOMOS ÁRBOLES FRUTALES. Elvira Lindo

"Para que luego digan que lo esencial es la obra y que la vida no importa. En el caso de Emilia Pardo Bazán, no puede entenderse una cosa sin otra porque su voluntad empecinada por vivir a su aire y la entrega a la literatura fueron fruto del mismo carácter apasionado. Lo que más me admira de esta grandísima intelectual fue la magnanimidad con la que trató sus propias contradicciones. No parecía sufrir por ellas, se las permitía. Su biógrafa Isabel Burdiel suele contar que para escribir la vida de una mujer tan intensa hubo de enfrentarse al hecho de que estaba retratando a una escritora progresista y conservadora a un tiempo. Esa complejidad es la que convierte a doña Emia en una mujer fascinante. Católica sin ser beata, carlista airada en su juventud, escandalosa para los reaccionarios, feminista que no soportaba el romanticismo o el costumbrismo pedagógico al que se veían abocadas las plumas femeninas. 

Emilia Pardo Bazán.

Amante de sus amantes. Qué maravilla esa relación cambiante que mantuvo con Galdós. Él la defendería siempre en los ambientes progresistas y ella en los círculos conservadores. Lo que nos cautiva ante todo en esta revitalización de su figura que suponen los actos de su centenario es la bravura con la que siempre defendió la igualdad de las mujeres. Fue ella el producto de una educación inusitadamente liberal en la que, sobre todo su padre, la animó a perseguir sus ambiciones y a no dejarse amedrentar por quienes reservaban para las mujeres un papel subordinado. 

Una idea sustancial de nuestra escritora, que revela valentía y audacia, se basa en no suponer la maternidad como el acontecimiento que vertebra la vida de una mujer: "todas las mujeres conciben ideas, pero no todas conciben hijos. El ser humano no es un árbol frutal que solo se cultive por la cosecha". Cómo es fácil deducir, fue habitual tacharla de mala madre, por ser ser también poco ternurista en los textos que dedicó a sus hijos. Se me vienen a la cabeza los valerosos pensamientos de doña Emilia leyendo estos días la alarma que provoca la caída en picado de la natalidad en España. En 2020 han nacido 21411 criaturas menos que en el anterior. Puedo entender esta falta de entusiasmo colectivo para traer hijos al mundo. Sólo hace falta recordar el estado de estupefacción en el que nos quedamos tantos el día en que se paralizó la actividad social y nos vimos encerrados en nuestras madrigueras. Pero el descenso de la natalidad venía de lejos. Es curioso observar que seremos un país envejecido en un planeta en el que sobra gente y faltan recursos. Al ho de esta circunstancia surge el debate. Por un lado, la idea de que si no tiene descendencia una mujer está incompleta, a pesar de que lo retrógrado que esto suena, expresado por escrito, mantiene su vigencia; por otro, el temor a convertirnos en un país de jubilados sin jovenzuelos que produzcan riqueza obliga a incluir el Asunta en los programas políticos, algunos con un tufillo rancio que apesta a los viejos premios de natalidad. Está claro que las condiciones económicas no animan a tener hijos y que nuestro sistema de ayuda a la crianza es raquítico comparado con países como Alemania, donde se favorece la conciliación. El Estado ha de poner su parte, arropar a quien quiera procrear, pero también hay que entender que las mujeres no repoblamos espacios vacíos. Una joven sin hijos no tiene por qué considerarse disminuida o sentirse frustrada. Y eso no tiene nada que ver con el egoísmo o con la banalidad. Volvemos a Pardo Bazán: no somos árboles frutales. Lo decía doña Emilia que era feminista y católica, compleja, como somos muchas porque, señora Ayuso, no abortan solo las de izquierdas, no ayudan a una muerte digna solo los hijos de izquierdas. No deshumanice usted al adversario llamándolo insensible o incluso asesino, como así hizo su asesor Miguel Ángel Rodríguez con el doctor Montes y le salió caro".