martes, 30 de junio de 2020

VIDAS DIFERENTES.

"El pino parece que escucha, el abeto parece que espera y ninguno muestra impaciencia; no piensan en el hombrecillo que se encuentra al pie de ellos devorado por la impaciencia y la curiosidad".
                        F. NIETZSCHE. (176)

DUERMEVELA

Por Mónica Bardi

Anoche no podía dormir así que me dediqué a mirar hipnóticamente a la pecera iluminada pensando sin pensar.

Los colores giraban a mi alrededor, vivos y solemnes. El mundo parecía verse a través de una lupa, agigantado y con seres apresurados. Un tenue silencio lo bañaba todo. ¿Por qué nadie hablaba?
Luego el universo tornaba al azul marino, al violeta intenso y los contornos de las cosas se difuminaban. Las hojas acariciaban al viento y éste traía misteriosos mensajes de polen. ¿Qué mundo estaba yo habitando? ¿El cielo o el agua? ¿O fue todo un sueño?

jueves, 25 de junio de 2020

¡Prohibamos la Biblia!

    FRAGMENTO DE 'PAIDEIA'
    ENRIC GONZÁLEZ

(...) "Es una lástima tener que decirlo de forma tan simple, pero la razón y la tiranía son propensas al enamoramiento mutuo. El siglo XX abunda en ejemplos de grandes intelectuales entregados al totalitarismo, en nombre de la razón, con la mejor de las intenciones y con los argumentos más solventes.
Sartre y Pol Por, Heidegger y Hitler, esas cosas. La vacuna contra tales amores de alto riesgo es la que propuso Raymond Aron: mantener la conciencia de que lo humano es contingente, de que nadie posee la verdad absoluta y de qué no todo es posible; evitar con el escepticismo (no confundir con la indiferencia) los barrancos del fanatismo y del nihilismo.
Se trata de un problema cotidiano. La escritora Joanne Rowling, más conocida como J.K.Rowling, creadora del universo de Harry Potter, escribió hace unas semanas un tuit y luego una breve justificación de sus opiniones sobre la condición femenina y la transexualidad.
Es un debate muy encendido, en especial dentro del feminismo. Estoy seguro de que todas las personas son igualmente respetables; estoy seguro de que tanto mujeres como transexuales sufren discriminación; no estoy seguro de que querer ser algo signifique automáticamente ser algo. Mi opinión, en cualquier caso, resulta irrelevante. Lo que me alarma es que empleados del grupo editorial Hacerte se nieguen a seguir trabajando con Rowling por considerar ofensivas sus ideas. Hablamos de edición y de libros. Es decir, del núcleo del debate libre.
Tendemos a suponer que en el mundillo cultural domina la tolerancia. Pero no es así. La convicción de que miramos el mundo desde la posición de correcta nos lleva a condenar lo que es evidentemente condenable. El racismo, por ejemplo. Casi todos estamos de acuerdo en que constituye una lacra. Por tanto, nos parece bien retirar del catálogo una película llena de pasajes bochornosos como LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ.
Hasta ahí, fácil. Sigamos. Si, por razones misteriosas, estamos seguros de que WOODY ALLEN es un pedófilo, exigimos que su obra deje de difundirse.
Si nos parece que Rowling es transfóbica, nos negamos a colaborar en la publicación de sus libros. Todo ello en nombre del bien.
La coherencia debería llevarnos a prohibir, o al menos alejar de los niños el libro más racista, xenófobo de todos los tiempos: la Biblia. ¿Damos el paso?
A los romanos les costó traducir el concepto griego de PAIDEIA. Optaron por un término que ha llegado hasta nosotros: "humanidades". La PAIDEIA fue el resultado de la ruptura de las fronteras del mundo antiguo por Alejandro Magno, de la superación de ciudad-Estado, de siglos de debate encarnizado que condujeron a la búsqueda (nunca al hallazgo) de la virtud filosófica como ideal de vida.
La lección de tolerancia y escepticismo está siempre ahí, igual que los ensayos de Raymond Aron. Pero nos pasa como al escritor francés Jean Daniel, que prefería "equivocarse con Sartre a tener razón con Aron". Porque Sartre aspiraba a lo absoluto, a la Verdad con mayúsculas. Y Aron se confirmaba con la honestidad y la sensatez.

miércoles, 24 de junio de 2020

Libro de instrucciones para medicar a un gato

COMO DARLE UNA PASTILLA A UN GATO.

FERNANDO BELOSO.

PASO1
Extraiga el comprimido de su envoltorio, sujete al gato, ábrale la boca e introduzca el comprimido.

PASO 2
Recoja el comprimido del suelo, saque al gato de debajo del sofá, ábrale la boca e introduzca de nuevo el comprimido. Ciérrele la boca y sóplele la nariz.

PASO 3
Cúrese el rasguño de la mejilla con agua oxigenada, recoja el comprimido semi-disuelto y ensalivado del suelo, baje al gato de las cortinas, envuélvalo en una toalla con la cabeza fuera, ábrale la boca, introduzca el comprimido y cierre con fuerza la boca del gato.

PASO 4
Solicite un presupuesto para unas cortinas nuevas, atiéndase el mordisco del dedo, extraiga un nuevo comprimido y busque al gato. Seguro que está detrás de la nevera.

PASO 5
Pida ayuda a alguien de su casa. Disuelva el comprimido en un poco de agua e introdúzcalo en una jeringuilla. Envuelva nuevamente al gato en una toalla y que alguien lo sujete. Ábrale la boca, póngale la jeringa dentro e introduzca el líquido.

PASO 6
Enjuáguese cara y ojos con un poco de agua limpia. Busque al gato sabe Dios dónde. Extraiga u nuevo comprimido. Dígale al gato que no sabe con quién se está metiendo y que para chulo, chulo, su pirulo. Sujete firmemente al felino por el cuerito del cuello, mientras le presiona contra la cama o algo suave. Dele una suave nalgadita para que sepa que usted manda y haga que su ayudante le abra la boca e introduzca el comprimido hasta la garganta sin que le muerda.

PASO 7
Escupa usted el comprimido y llame inmediatamente al instituto de toxicología preguntando por los riesgos de ingerir un medicamento para gatos. Busquen al gato.

PASO 8
Corran porque el gato ya les ha visto y viene tras de ustedes hecho una fiera con sus garritas bien afiladas.

PASO 9
Enciérrenle en una habitación mientras se tranquilice y háblenle cariñosamente.

PASO 10
Llamen al veterinario y concerten una cita.

domingo, 21 de junio de 2020

POR FIN ENTIENDO LA LETRA DE 'AURORA"

 INTERPRETACIÓN DE "AURORA", la canción a la bandera argentina.
CAROLINA RANDLE

Azulunala

Andaría yo por los 15 o 16 años cuando tuve una revelación: la letra decía "azul un ala".
No era azulunala, ni a su lunala, ni azulunara…
Era (había sido siempre) azul un ala, un ala azul.
Y como al ratón Pérez le siguen Papá Noel y el conejo de Pascua, a esa epifanía le siguieron "y forma estela" (que supo ser "informa Estela") y "el ala es paño" (que no era "el ala espáñol"). Me atrevería a apostar que cualquier argentino que lea estas líneas habrá pasado por las mismas sensaciones de extrañeza y eureka con esta letra tan arraigada y hermética.
La canción patria se llamaba “Aurora”, y se entonaba a voz en cuello cada mañana, hiciera un frío glacial o un calor de tumbar pájaros. Se cantaba con solemnidad, aunque no se entendiera nada de la letra, como si estuviese en un lenguaje inaccesible pero muy sagrado.
Hace ya algunos años me propuse desentrañar el misterio de “Aurora”. Sabía, sí, que en su origen era el aria de una ópera encargada en 1908 para fogonear el espíritu nacional antes del Centenario. Sabía también que esa aria había sido muy exitosa, tanto que se había desprendido de la ópera y llegado a ser canción patria, de patio y delantal (lo aprendí en la promesa a la bandera de mis hijas). Pero su letra seguía siendo un misterio para mí.
La primera estrofa, aunque algo críptica, desplegaba una metáfora bastante comprensible: la bandera que se izaba era un águila guerrera en vuelo triunfal. Sus alas, azules, eran las franjas de la bandera nacional. Una linda imagen, ciertamente.

Alta en el cielo, un águila guerrera
audaz se eleva en vuelo triunfal.
Azul un ala, del color del cielo,
Azul un ala, del color del mar.

El estribillo, por si no había quedado clara, explicaba la metáfora:

Es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios.

Y entonces… llegaba el derrape.

Así en el alta aurora irradial
punta de flecha el áureo rostro imita
y forma estela al purpurado cuello.
El ala es paño, el águila es bandera.

Años pasé tratando de entenderla. Pensé que el áureo rostro era el sol del centro de la bandera, pero no se parecía en nada a una punta de flecha; y el purpurado cuello sería ¿un obispo? ¿o el gorro frigio? ¿Y sería la estela del purpurado cuello uno de esos cuellos almidonados de los cuadros  flamencos? Nada cerraba.
Hasta que encontré un artículo de Juan Sasturain que me dio la clave: la ópera de la que nos había llegado el aria estaba en italiano y había sido traducida. Muy mal traducida.

Esta es la versión que encontré en italiano (¿será la verdadera? ¿estará correctamente escrita?):

Alta pel cielo una aquila guerriera
ardita s’erge a volo trionfale.
Ha un’ala azurra del color del mare,
ha un’ala azzurra del color del cielo.

Cosi nell’alta aureola irradiale
il rostro d’or punta di freccia appare,
porpora il teso collo e forma stelo,
l’ali son drappo e l’aquila è bandiera.

É la bandiera del paese mio
Nata nel sole, ce l’ha data Dio !

De la estrofa misteriosa, dice Sasturain: “En el original italiano, no hay “aurora irradial” (no existe en castellano) sino “aureola irradiale”, es decir: la aureola de rayos del amanecer que, como la que ilumina la cabeza de los santos, ilumina al águila, Pero eso no es lo peor: se traduce el verso “il rostro d’or punta de freccia appare” como “punta de flecha el áureo rostro imita”, cuando “rostro” es “pico” en italiano: es decir que el pico del águila, iluminado, parece una punta de flecha, el extremo metálico del asta. Y a continuación, lo peor: el verso “Y forma estela al purpurado cuello” es un delirio por “porpora il teso collo e forma stello”, que quiere decir –-creo yo, en mi elemental italiano al paso– que enrojecen (los rayos del sol) el tenso, alargado cuello (del águila) y forman el tallo (“stelo”, no es “estela”), el asta de la bandera.”

Así que, al final, nuestra canción patria nació para aria de ópera y en italiano, fue terriblemente mal traducida, y nos tuvo décadas cantando palabras inexistentes en español. Y sin embargo, "Aurora" ya es nuestra "Aurora", y la llevamos en el bolsillo del delantal. Porque lo que la hace patria no es ese Frankenstein que nos llegó, sino el alma que le pusimos y le seguimos poniendo cuando con la voz quebrada (supongo que no solo yo) le cantamos, mientras levanta vuelo, mástil arriba, con un ala azul como el cielo, y la otra azul, como el mar.

Carolina Randle.

sábado, 20 de junio de 2020

POEMA DE HOMENAJE A BORGES.

         GLORIA ALICIA VAQUERO
 El siguiente es un poema que escribí para homenajear al Maestro:

Borges:
El arrabal sin fin lo rememora
en los cuchillos, en la voz del tango
y en la esquina fatal, en donde moran
el rosado almacén, la luna, el fango.

Las calles y los cielos son distintos
sin su voz describiendo los ocasos
y la ciudad de oscuros laberintos
se desgarra en millones de fracasos.

¿ Qué frase hilvanaría si hoy nos viera
jugando a la ruleta con la suerte,
venciendo, cada día, a esa gran fiera:
la enigmática Esfinge de la muerte?

Tal vez el tiempo, esa ilusión que avanza
en sus innumerables simetrías
nos devuelva de nuevo la esperanza
y el amoroso abrazo de los días.

 Gloria Alicia Vaquero

viernes, 19 de junio de 2020

NUESTROS HÉROES ANÓNIMOS.

No es mio, pero lo comparto...

Ha llegado el momento de desahogarme, por que cada día me indigno más y lo tengo que soltar.
Trabajo en una residencia pública, como tcae y los abuelos, son nuestros abuelos, por que los adoptamos como tal, como una pareja adopta a un niño para darle cariño y cuidarle.
Estoy cansada de oír a familiares quejarse de que “han muerto solos y abandonados “ y de que “no los hemos podido despedir como se merecían”
Pues no señor,  hemos luchado mucho por ellos, pero por desgracia, no hemos podido ganar la batalla en muchos casos, y cuando veíamos que la estábamos perdiendo ahí estábamos, realizando los cuidados con mucho más esmero para que estuvieran lo más cómodos posible, y cogiéndoles la mano y haciéndoles caricias con nuestras manos enguantadas si, pero dándoles cariño. No señores, no han muerto solos.
Muchos se han recuperado gracias a nuestros cuidados, que llevamos a cabo ya desde mucho antes de que apareciera este maldito bicho. Les hemos insistido hasta la saciedad en que comieran solo un poquito más, hemos utilizado, jugándonos el contagiarnos, por que esto no se puede hacer ni a dos ni a un metro, todos los medios a nuestro alcance para bajarles esas décimas que tanto miedo nos da que aparezcan en el termómetro, no señores, no se les ha abandonado.
Estoy cansada de oír quejas sobre las residencias, pero nadie se da cuenta de que nosotros también somos personas, que tenemos familias y que hemos estado jugando a la ruleta rusa con nuestra salud, no solo el personal de los hospitales se contagia, y de paso con la de nuestras familias.
A esos familiares que tanto se quejan de que no han podido despedirse les pregunto, ¿si hubieran estado en un hospital creen ustedes que les hubieran dejado estar con ellos? Ya les digo que no, que como mucho desde dos metros  y sin poder darles un último beso por el riesgo que conlleva.
Se quejan de que no pueden ver a sus familiares, yo llevo tres meses sin acercarme a mi madre, solo hablando con ella por teléfono o videoconferencia, no solo ustedes no ven a sus familiares.
Y a esos familiares a los que tanto les interesa saber cuántos trabajadores se han contagiado, decirles que eso es algo que primero, ni les va, ni les viene, y segundo que la historia médica está protegida por la ley de protección de datos y nadie, excepto el propio paciente tiene derecho a conocer su contenido, y las pruebas y sus resultados están en esa historia.
Comprendan que esto ha sido, es y será una situación excepcional, que todos los que han tenido la mala suerte de perder a alguien durante este tiempo y aunque no haya fallecido por coronavirus están en la misma situación y pónganse en nuestros zapatos......

sábado, 13 de junio de 2020

HABLEMOS DE ORGASMOS.

Por Mónica Bardi.

ORGASMO: pero del femenino, hablaremos hoy. ¡Gran tema! Palabra tabú durante tantos años.


La innombrable, oculta pecadora, siempre presente en su terco silencio.  Y ahora, aparece en cualquier conversación como lo más natural, se ha aggiornado y viste sus mejores galas.
Yo creo que hasta se dudaba de su existencia, porque la represión había sido tanta, que algunas mujeres nunca lo conocieron en persona y, claro, ellas son las que creían que era fábula. Repito: me refiero al orgasmo femenino porque del masculino nunca se dudó: ¡era tan inconfundible! Aunque a veces, dicen ellos, la eyaculación no coincide con el orgasmo. Yo no puedo opinar al respecto pero si ellos lo dicen, así será. En mi próxima reencarnación, que a buen seguro va a ser en un ser masculino o alguna variedad de las que hay hoy en día, lo corroboraré.
Tampoco se sabía que nuestro orgasmo a veces coincidía con la "eyaculación"... y a veces no. Finalmente, el tema tiene resonancias parecidas. 
Lo que es, sin duda, inconfundible (e imborrable), es cuando cualquiera de nosotras lo sentimos por primera vez. Ese descubrimiento fue comparable a un terremoto que sacudió nuestras entrañas; un fugaz encendido ardiente que generalmente se alcanzaba con la masturbación. En nuestras primeras  relaciones sexuales había tanta tensión, tanto morbo y tanta prohibición que era casi imposible dejarse llevar y sentirlo. Estábamos más pendientes de él que de nosotras.
Esa primera vez, esa nueva sensación, ese surco inédito marcado a fuego a lo largo de la espalda, desde la cadera hasta la nuca, ese relámpago nuevo y completamente inolvidable, marcaba una impronta indeleble en la cual éramos nosotras las primeras sorprendidas. ¿Qué era eso, tan escandalosamente placentero? ¡QUIERO MAS! 
Luego empezaron las lecturas, los especialistas y las interpretaciones, siempre masculinas: el punto G, que si orgasmo clitoridiano, que si orgasmo vaginal, que si, que no... tanto mamoneo cuando al final lo único que se persigue es ese incomparable e instantáneo disparo, venga de donde venga. Pasó mucho tiempo hasta que aprendimos relajadamente a disfrutar del trayecto, del "durante" y dejar de pensar obsesivamente en llegar a la "meta". Un juego, el más divertido y placentero juego de cuantos existen. 
Los chicos eran bastante ignorantes en esos temas de la más íntima femineidad y nosotras, además, no se lo podíamos explicar porque del asunto no se hablaba. Impensable, vergonzante, inabordable, fuertemente reprimido: PECADO. Lo natural e ideal hubiera sido que, entre este asunto de dos, uno de los dos supiera lo que le gustaba al otro, o los dos aportaran sus conocimientos, muchos o pocos, para ir creando una atmósfera íntima, dulce, de la más carnal de las comunicaciones. Pero no había caso: la cosa venía sin libro de instrucciones y  no se hablaba de "eso" porque traía censura previa.
Con lo fácil que hubiera sido decirles: ¿ves, querido? Es así, por acá, eso, sigue, no pares...noooo, más suave... O si no, déjame a mí, yo te hago una demostración práctica gratuita y luego seguimos.
Con un "GPS" y sinceridad sin vergüenza  nos hubiéramos ahorrado un montón de malentendidos y tiempo de placeres perdidos.
En varias películas y libros  hemos aprendido que hábiles prostitutas, las que, sin ninguna duda, son las que más saben del asunto, enseñan a jovencitos cómo hacer llegar al orgasmo al cuerpo de una mujer. Para qué tanto Masters y Johnson (a los cuales, no obstante, se les agradece su gran aporte y su lucha) cuando estas amables chicas se hubieran prestado a interesantísimos tutoriales. Con ellas sí que hubiéramos aprendido, chicos y chicas.
Partiendo de la hipotética y dudosa base de que a ellos les interesara realmente el orgasmo de ella, quizás se informaron mal (hablando con coleguitas) y creyeron que un miembro viril enorme es el sueño de toda hembra...(hembra, sí, pero de elefante, claro), cuando lo que necesita un clítoris y sus alrededores es suavidad, habilidad y TIEMPO.
La pornografía tampoco ayudó: esos musculados tipos con penes patriarcales cargados de violencia subliminal, haciendo gimnasia sexual con superminas de ortopédicas tetas y jadeos de plástico. ¡Qué esforzada vida!¡Cuánto trabajo lo que debería ser un juego!¡Qué alejado de la realidad!
Yo quiero imaginar que las cosas han cambiado en estos últimos veinte o treinta años aunque mucho me temo que no... o no tanto, porque así lo explicaba hace muy poco un profesor de instituto que trataba de hacerle entender a esos pobres jovencitos con televisor e Internet en su dormitorio y podían acceder a todo tipo de porno, que la vida real no es así. Que esos montajes son para la gilada porque la espectacularidad vende bien y que tenían que aprender a diferenciar entre erotismo y pornografía.
O sea, avanzamos en libertad y en LGTBQ, pero hay cosas que siguen en la inopia, me parece, porque algunas jóvenes con las que he hablado me transmitieron lo que pasa hoy en día. Me gustaría aclarar que en este tema no estoy buscando culpables, ni chicos ni chicas, ni otras variedades; sólo estoy haciendo una pintura de época. Aunque ahora que lo pienso sí hay un gran culpable: LA RELIGIÓN y su gran invento: el pecado de la carne. ¡Con lo bueno que está un buen chuletón!
También puede ser que la que necesita aggiornarme sea yo. En fin, la cosa es que en mis tiempos era así y vivíamos con lo inconfesable bien oculto. Eso nos traía un problema.
El problema estaba en que si la mujer no podía obtener algún que otro orgasmo con su pareja estable de vez en cuando, iba perdiendo interés en tener relaciones frecuentes y elegía la autosatisfacción. ¿Y luego? Luego le dolía la cabeza.

sábado, 6 de junio de 2020

ZAFARRANCHO de Manuel Vicent.

"Si el Partido Popular hubiera ejercido una oposición crítica, leal y constructiva, y no imbuida con un odio africano, una vez derrotada la pandemia también habría podido con toda razón adjudicarse la victoria, pero al parecer solo está interesado en aprovechar el virus para derribar al Gobierno y se comporta como un boxeador tosco, que por exceso de furia acaba por echar el bofe antes de acertar con el gancho definitivo de derecha.
En este sentido, el Gobierno lo tiene muy fácil.
Ante una oposición tan ciega y desmesurada, la moderación y la sensatez, como defensa, resultan demoledoras. En vista del fracaso, los ataques al presidente Sánchez se producen ahora en toda regla por aire, mar y tierra. En este zafarrancho de combate la fiel infantería de la derecha en su doble falange aznarista ataca por tierra; los independentistas catalanes, ajenos al hecho de que sus vanos sueños, de momento, han saltado por los aires, siguen lanzando torpedos bajo la línea de flotación del Estado, y a este despliegue ofensivo se ha sumado por el aire la escuadrilla judicial con un pelotón de paracaidistas rábulas, que ha caído sobre el Ministerio del Interior con toda clase de enredos y sospechas; por si fuera poco, el vicepresidente Iglesias, llevado por su instinto ideológico provoca, crispa e insulta para marcar territorio y de hecho le siega la hierba bajo los pies al propio Gobierno.
Este ataque desde todos los flancos lleva empotrados a comentaristas políticos, embarradores del terreno de juego, especialistas en acertar la quiniela los lunes. En mi caso, siendo por edad una persona vulnerable, la única forma de salvarme, si no del virus, al menos de la asfixia de tanta basura política, consiste en cerrar con llave esta caja de Pandora llena de serpientes y colocar en la tapa una bailarina de Degas, que dé vueltas mientras suena la Barcarola".
            MANUEL VICENT.

MATE Y PANDEMIA.

CORINA VANDA MATERAZZI : El nivel de estreñimiento familiar superó el riesgo país, de manera que hicimos un campeonato de truco, donde el primer puesto fuera acreedor de una salida a la verdulería.
No tenía esperanzas de ganar, no porque no mienta, sino porque lo hago horrible. Creo que el azar puede ser tan sabio como la naturaleza, porque no paré de ligar anchos, sietes de los buenos, muchos tantos para los envidos, incluso varias flores.
Hoy por la mañana, me levanté a las siete con un entusiasmo, que debe haber superado a los bosteros cuando River descendió a la B.
Con todas las precauciones del protocolo sanitario salí y salí vestida de mujer.
Mientras regresaba con el baúl del auto cargado de verduras y frutas recordé que nada es gratis: al llegar a casa, debería limpiar, antes de guardar, todo lo que compré.
Entré el auto de culata, sin llevarme puesto nada de lo que había atrás. Eso y haber estado veinte minutos fuera, fue casi como haber ganado el Quini6.
Según lo requerido, hice todo lo que debía hacer primero. Sacarme el calzado, dejar colgado en el tender de afuera toda la ropa, rociarla con alcohol, entrar y lavarme.
Puse la pava a calentar, total me dije, qué apuro hay. Mientras estaba en eso, noté que la pava no encendía. No importa, pensé, saqué la vieja, la silbadora, que desde que tengo la eléctrica dejé de usar. Estaba optimista y nada en el mundo me iba a hacer abandonar ese territorio. Abrí la heladera para sacar el dulce para las tostadas. Fue un movimiento mecánico. Abrir, agacharme, agarrar el frasco y cerrar, al igual que a la mañana cuando levanto la tapa del inodoro para orinar. Sin embargo, al cerrar la puerta de la heladera, noté algo extraño,  algo no estaba en su lugar. Dudé, pero no pude con mí toc y volví a abrir la puerta. No había luz. Fui al tablero de las térmicas y todas las teclas estaban en su lugar.
En el conurbano bonaerense en muchos lugares, como en mí casa, si no hay luz, además de no haber wifi, además, no hay agua. Pensé en la verdura y fruta por lavar, en que la mercadería del freezer se iba a echar a perder.
Lloré. Lloré. Lloré y lloré. Creo que en estos nueve días llevo más milímetros cúbicos de lágrimas extirpados que en quince años de terapia.
La pava silbó. Me hice el mate cocido mientras me limpiaba los mocos. Me senté en la galería a desayunar mientras deseaba haber sido uno de los 999.999 espermatozoides de mi viejo, que el óvulo de mí mamá, desechó hace 52 años atrás.

Corina Vanda Materazzi

viernes, 5 de junio de 2020

AMOR

Amigo ¿qué te voy a decir? Me cuentas que volviste con Mariela, tu amor de siempre y siempre casada...con otro, ése, del que por muchas razones no se divorcia.
Gran amor entre ustedes, gran atracción, con esa preocupación y dedicación mutuas que trasciende totalmente al OTRO, al marido.
Amigo ¿qué te voy a decir? Ya no somos críos ni adolescentes ni adultos jóvenes. Ya arañamos la tercera edad ¿y nos vamos a andar con milongas?
Amigo, yo no soy de dar consejos pero ahora te daré uno: agradece sus caricias, acepta sus atenciones y sus gentilezas. Disfruta del sexo...y no tengas en cuenta sus mentiras, que conoces de sobra. Esas mentiras son su parte oscura, su parte débil, su "quiero pero no puedo". NO SON CONTRA TI. Ahora que me doy cuenta, no necesitas mi consejo porque todos estos años aprendiste a verlo desde otro lado, con otro prisma y así puedes vivir esos placeres con alguien que te ayuda y te apoya, sin pensar en eso que no puedes cambiar... ni tú ni ella. Ya no sufres...ahora dejas fluir, como está tan de moda decir.
En cierta ocasión, te alejaste un tiempo largo y palpaste el doloroso vacío que dejó su ausencia. Te la pasabas escuchando tangos.
Amigo, siempre fuiste sabio pero ahora lo eres más, al aceptarla sin querer cambiarla.
Ni te imaginas el espejo que eres para mí: el acto supremo de aceptar lo que la vida nos ofrece con sus falencias: ese cachito que desentona pero que, por suerte, no nos arruina la sinfonía.
Nuestras mujeres, amigo: Mariela y Clarissa, que nos aman de forma irremediable y están, siempre están; las que a veces nos mienten pero no nos traicionan, porque hay aspectos de su vida que no pueden llevar mejor, que las avergüenza y que ocultan torpemente hasta que las evidencias las desnudan. En tu caso, no se divorcia. Mi caso es diferente, pero no tanto porque también es irremediable.
Nuestras mujeres, amigo: generosas, leales y comprensivas y que, a veces, fabulan e inventan... eso lo que hay, como dicen en España: lo aceptas o lo dejas.

¿Qué pasa cuando ese tierno y arraigado sentimiento dura, dura y perdura? ¿Por qué no se acaba? ¿Nunca se va a cansar? ¿Qué pasa cuando la compenetración es fuerte y parece eterna? ¿Qué ocurre cuando uno quiere hablar con esa persona y sólo con esa?¿ Qué hacemos con esa larga historia compartida plagada de sobreentendidos? Esta forma de entender la vida que muchos juzgan y critican sin ningún derecho pero con aire pontificio. Esos dasein que, mil veces, esperan la salida de la caverna para ser por fin, FELICES, y que no son capaces de ver que en la dichosa caverna con sus miserias y sus grandezas está la VIDA y no en el diáfano, lejano y platónico cielo.
Amigo, querido amigo de tantos años, tengo algo importante que decirte: creo que lo nuestro con nuestras respectivas e imperfectas mujeres es AMOR.