jueves, 25 de junio de 2020

¡Prohibamos la Biblia!

    FRAGMENTO DE 'PAIDEIA'
    ENRIC GONZÁLEZ

(...) "Es una lástima tener que decirlo de forma tan simple, pero la razón y la tiranía son propensas al enamoramiento mutuo. El siglo XX abunda en ejemplos de grandes intelectuales entregados al totalitarismo, en nombre de la razón, con la mejor de las intenciones y con los argumentos más solventes.
Sartre y Pol Por, Heidegger y Hitler, esas cosas. La vacuna contra tales amores de alto riesgo es la que propuso Raymond Aron: mantener la conciencia de que lo humano es contingente, de que nadie posee la verdad absoluta y de qué no todo es posible; evitar con el escepticismo (no confundir con la indiferencia) los barrancos del fanatismo y del nihilismo.
Se trata de un problema cotidiano. La escritora Joanne Rowling, más conocida como J.K.Rowling, creadora del universo de Harry Potter, escribió hace unas semanas un tuit y luego una breve justificación de sus opiniones sobre la condición femenina y la transexualidad.
Es un debate muy encendido, en especial dentro del feminismo. Estoy seguro de que todas las personas son igualmente respetables; estoy seguro de que tanto mujeres como transexuales sufren discriminación; no estoy seguro de que querer ser algo signifique automáticamente ser algo. Mi opinión, en cualquier caso, resulta irrelevante. Lo que me alarma es que empleados del grupo editorial Hacerte se nieguen a seguir trabajando con Rowling por considerar ofensivas sus ideas. Hablamos de edición y de libros. Es decir, del núcleo del debate libre.
Tendemos a suponer que en el mundillo cultural domina la tolerancia. Pero no es así. La convicción de que miramos el mundo desde la posición de correcta nos lleva a condenar lo que es evidentemente condenable. El racismo, por ejemplo. Casi todos estamos de acuerdo en que constituye una lacra. Por tanto, nos parece bien retirar del catálogo una película llena de pasajes bochornosos como LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ.
Hasta ahí, fácil. Sigamos. Si, por razones misteriosas, estamos seguros de que WOODY ALLEN es un pedófilo, exigimos que su obra deje de difundirse.
Si nos parece que Rowling es transfóbica, nos negamos a colaborar en la publicación de sus libros. Todo ello en nombre del bien.
La coherencia debería llevarnos a prohibir, o al menos alejar de los niños el libro más racista, xenófobo de todos los tiempos: la Biblia. ¿Damos el paso?
A los romanos les costó traducir el concepto griego de PAIDEIA. Optaron por un término que ha llegado hasta nosotros: "humanidades". La PAIDEIA fue el resultado de la ruptura de las fronteras del mundo antiguo por Alejandro Magno, de la superación de ciudad-Estado, de siglos de debate encarnizado que condujeron a la búsqueda (nunca al hallazgo) de la virtud filosófica como ideal de vida.
La lección de tolerancia y escepticismo está siempre ahí, igual que los ensayos de Raymond Aron. Pero nos pasa como al escritor francés Jean Daniel, que prefería "equivocarse con Sartre a tener razón con Aron". Porque Sartre aspiraba a lo absoluto, a la Verdad con mayúsculas. Y Aron se confirmaba con la honestidad y la sensatez.

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