sábado, 29 de mayo de 2021

PABLO

Alan, el ahijado de Pablo, el hijo de Elvira y Adrián ha escrito estas preciosas palabras, a las que no hay nada que agregar de tan bien expresadas que están: "Fuiste una gran persona para mi. Me enseñaste tanto. Siempre Franco y me hiciste reír con tus chistes y payasadas. Eras una gran imagen a seguir y un modelo.
Y nunca te voy a olvidar". 
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Y yo escribo: 
despunta el día: buena señal, el planeta sigue girando. Hoy trabajamos: todo se mueve. El coche hace rodar sus ruedas, las puertas del consultorio se abren, las nubes se persiguen implacables, los voces que dicen casi siempre las mismas cosas las siguen diciendo, la gente va y viene. Todo se mueve. 

Los girasoles han alfombrado de amarillo los campos andaluces como una pintura de Van Gogh. Largos cipreses, altivos y delicados como una pintura del Greco flanquean el recorrido, pero siempre apuntando al cielo. Viejas higueras siguen dando sus frutos binarios y las parras, que parecían secas, muestran orgullosas sus retoños. Es primavera en el hemisferio norte y la naturaleza está en fase de renacimiento. La belleza explota en colores imposibles. El mundo se mueve. 

Pero... pero lo bello nos resbala, nada nos conmueve, nadie nos sonríe...una gris, espesa y nublada tristeza cayó como un velo translúcido delante de nuestros ojos. Todo pesa, todo molesta, nada consuela. Es más: todo se ha detenido. De cámara lenta pasó a STOP. Estamos quietos porque un dolor agudo impide el movimiento como una pierna enyesada que se preserva a sí misma. 


Ese dolor todo lo invade. Ni un resquicio de luz ilumina los contornos. Los analgésicos no sirven para esto. Enceguecida camino como una autómata; hasta me cuesta mirar a ambos lados al cruzar la calle: todo pesa, todo molesta, nada consuela. Parece que me muevo, pero en realidad estoy PETRIFICADA. 

En el hemisferio sur, Pablo ha partido y ahora vuela disfrutando entre cielos otoñales, sin padecer, por fin; haciendo sus payasadas a las que nos tenía tan acostumbrados, como dice Alan, su ahijado. Menos mal, pobrecito, un año de lucha inmisericorde contra su propio cuerpo, que, rebelde, rehusaba terminar de sanar. Ahora hasta lo veo sonreír con esa sonrisa tan suya, desde algún lugar lleno de luz con follaje color castaño.  Y suavemente, nos murmura con ternura: "tranquilos, ya pasó, estoy bien". 

Pero para nosotros no pasó, recién empieza. Empieza la ausencia. Nos dejó enterito el sufrimiento porque tenemos memoria, carne y consciencia: un plomo fundido nos ha caído dejándonos estilo estatuas pompeyanas. Todo se ha detenido como esperando que algo pase...pero no pasa. Todo seguirá... pero no sigue. No perdamos la esperanza: Pablo nos ayudará. 






6 comentarios:

  1. Cuando lo dicho ha dicho todo. Estamos acompañando.

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  2. Gracias Mónica por tus palabras , en un esfuerzo por evadirme pienso que en el tiempo que lleva está pandemia en el mundo entero cada minuto desde hace un año y medio alguien está perdiendo un hijo , un hermano , un padre una madre , un primo , no me sirve de mucho, solo de a ratos , tus palabras me calan hondo y me bajan de un hondazo a la realidad , gracias nuevamente

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  3. Mejor descripción del momento imposible,no hay consuelo q valga, el tiempo debe pasar, no para olvidar,sino para aterrizar y recordar los lindos momentos vívidos con el

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  4. Mis condolencias en este difícil momento. un ser humano excepcional riéndose de todo derrochaba alegría y y simpatía recordaré los momentos compartidos te abrazo con el corazón

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  5. No hay palabras ni narrativa cuando el dolor, el sufrimiento o los sentimientos rebasan lo soportable. El tiempo atenua, alivia para que se pueda soportar y seguir adelante; pero en lo más íntimo ese ser querido está presente acompañándonos en lo que nos queda por caminar. Stella te acompaño en este momento de duelo. No estás sola todos los que te queremos estamos contigo.....

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  6. Tristeza infinita, tantos sentimientos arremolinado que hace difícil expresarlo con palabras. Pablo fue el hijo de todas y su partida nos dejó a todas en especial a nuestra querida Stella, su madre. Un abrazo inmenso desde mi alma. Pablo será inolvidable, su paso por este mundo dejó huellas imborrables...

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