sábado, 20 de febrero de 2021

VACUNAS. ROBERTO VALERO.


 Si hoy la producción y logística de distribución de las vacunas parece difícil imaginen 200 años atrás, en 1803 partía de España la expedición que llevó la vacuna de la viruela a América (solo en Europa la viruela acabó con la vida de 60 millones de personas). Se trataba de un viaje que duraría meses, por lo que el primer problema que se presentó fue el de la conservación de la muestra, que tan solo duraba unos pocos días, capitaneados por el médico Francisco Javier Balmis, un grupo de 22 niños coruñeses de entre 8 y 10 años, transportaron en su cuerpo la valiosa vacuna, única manera de transportar la vacuna en esa época. Se trataba de un largo viaje y esta era la única manera de conservar el fluido vacunal en buenas condiciones.  Los niños eran necesarios para conservar el virus vacunal: cada semana se inoculaban dos de ellos con el material obtenido de las pústulas de los vacunados la semana anterior, la expedición de la viruela gozó de gran reconocimiento y valoración en la misma época, sirvió para vacunar a cientos de miles de personas, protegiéndolas contra la viruela. 

El plan era temerario y éticamente más que dudoso. Se eligió a niños porque, a falta de unos análisis que entonces no existían, podía establecerse con seguridad si no habían padecido la viruela. No solo se les contagiaba de una enfermedad mortal, sino que además se les sometía a un viaje marítimo en el que muchos adultos no sobrevivían. Hasta esa época, la enfermedad mataba, desfiguraba o incapacitaba a una parte muy importante de la población, durante siete años los expedicionarios cruzaron océanos, selvas y cordilleras, sufrieron las fatigas del calor y de la enfermedad, lucharon contra rechazos sociales y vencieron trabas administrativas para que la vacuna llegara a todas las poblaciones, fue el primer programa oficial de vacunación masiva realizado en el mundo. Además de proteger a la población contra la viruela, se enseñaba la técnica de la inoculación y la forma de conservar el fluido vacunal, incluso se llegó a fundar hospitales.

Hoy la viruela ya no es una infección activa. Generosas iniciativas como la acabamos de ver, contribuyeron a que esto se hiciese realidad. En 1967, la Organización Mundial de la Salud, inició una campaña para erradicarla en forma definitiva. Esta campaña culminó con éxito diez años más tarde. Así el 8 de mayo de 1980, la Asamblea Mundial de la Salud, declaró a la viruela, formalmente eliminada del mundo. Hoy el virus de la enfermedad, sólo existe en algunos laboratorios constituyéndose ahora en una amenaza del bioterrorismo... pero ese ya es otro tema.

3 comentarios:

  1. Y hasta hace nada se cuestionaban las vacunas para el Covid...de no creer...

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  2. Que maravilla, los esfuerzos titanicos que hicieron nuestros antecesores para salvar, parte de la humanidad. Articulo mas interesante para desasnarnos un poco .

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  3. A veces hay que volver la mirada al pasado.

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