domingo, 22 de junio de 2025

MIRADAS

La física cuántica nos dice que si queremos observar a una partícula subatómica, el solo hecho de observarla ya cambia su estado (o posición o situación o algo parecido). Nuestra mirada la mueve. Bueno, no exactamente nuestra mirada sino el medio que usamos para poder verla. Todo lo que se refiere a esas leyes que gobiernan la vida (¿vida?) de las partículas elementales es totalmente antiintuitivo y hay que abrirse la cabeza para llegar a entenderlas a nivel divulgación... y gracias. Pero, de hecho, ese es el "corazón" de la materia. Una teoría dice que en el interior de las partículas habría cuerdas pequeñísimas que contienen información. Como la música, que con 7 notas puede crear infinidad de melodías. Esas cuerdecillas tendrían su propio " sonido" que respondería a información muy concreta, igual que una guitarra. 

Como lo del bosón de Higgs, otro tema  para volvernos majaras. ¿Cómo hizo la tal para ganar masa de la nada? Si yo apenas gano para vivir. 

Pero volvamos a la mirada. Si nos detenemos a pensar cualquier mirada tiene, potencialmente, el poder de cambiar lo que mira. 🤔 

Hay miradas que nos tranquilizan, otras que nos aterran, otras que nos sorprenden, otras inolvidables. Los ojos de un perro, de un gato doméstico; hasta los de una mosca y sus enormes ojos nos interpelan. El poder de una mirada, como el de la palabra, es algo inaprensible. Recuerdo miradas tan elocuentes que cambiaron una decisión casi tomada. 

Lacan fue el primero que usó la palabra "mirada" para referirse a cierta inquietud del sujeto al sentirse observado. El observador y el observado son influidos por ese intercambio.

Así que, nada de depresiones personales  por no entender lo de cierto gato cuántico de Schroedinger encerrado en una caja. Son metáforas, no hay que darles tanta pelota; pocos pueden entender semejante galimatías. Pero a lo que iba: todas las miradas influyen: hay miradas que matan. Y al revés. Lo sé porque de tanto mirar ansiosamente a mi plantita de taco de reina, revivió. ¿O será porque llovió? 

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