ESTE ES MI VINO TRISTE por Mara Leonor Gavito
En esta noche de sábado familiar
podría estar compartiendo risas y vino
podría ser como fui las otras noches
podría
si no fuera la que me toca ser hoy
cuesta mantener la Alegría
defenderla como una trinchera
que diría Benedetti
que diría porque sabía perfectamente
lo que cuesta mantenerse firme intransigente invencible en la trinchera
frente a la amenaza de la melancolía
cuesta disfrutar de todas las cosas pequeñas y también de las grandes
de las cotidianas y también de las extraordinarias
a veces el esfuerzo de esta vigilancia agota
sobre todo cuando estás contando otro fracaso
otra puerta que se cierra
ante algo que empezó a brillar y prometió ser calidez amabilidad ternura pieles que se erizan
y eso se apaga
sin que tú entiendas el porqué
algo que te uniría al mundo para que este no fuera tan violento
cae y se cierra y no se dice
sólo se intuye
y no se explica y te deja muda sin siquiera la posibilidad de contestar
cae como todo lo que cae
por más leve que parezca
por más poca cosa
por más poco tiempo
cae y resuena demasiado porque las hoquedades de tu cuerpo son muchas y las resonancias se expanden y multiplican en ecos que tardarán en apagarse
y no pasa nada
objetivamente no pasa nada
si no fuera porque eres tan acústica para lo bueno para lo malo para lo serio para lo banal para lo mágico para lo hermoso
tan acústica
el vino triste aumenta la sensación de estar del otro lado
perdida en un mundo con códigos extraños
cada vez más indescifrables cada vez más enfermos
esperando a que alguna vez
las palabras sean herramientas útiles para el disfrute humano
esperando a que las manos sean herramientas útiles para la ternura
esperando a que los cuerpos sean herramientas útiles
para refundar el amor
hasta que ya no hagan falta palabras precisas
que nos sirva cualquiera de ellas para nombrarnos
una vez que lo importante
lo realmente trascendente ya no sean las palabras
sino una dulce comunicación
sutil y efectiva
como la que usan las abejas
para inventar la miel
Precioso escrito 👏👏👏
ResponderEliminar¡Me gustó mucho el poema! Sentí como si la autora hubiera hablado a través de mis sentidos! ¡Gracias Mónica Bardi!
ResponderEliminarQué preciosas palabras, Mara. Palabras bien llenitas de tiempo y esperanzas mandados.
ResponderEliminarSiempre se escribe aquello que otros no pueden, pero sienten esas palabras como el reflejo de una vida ya vivida.
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