jueves, 17 de julio de 2025

SIESTA

 Cuento corto de Mónica Bardi

Acrílico sobre lienzo (fragmento)

Hacía mucho que ella no lograba caer  desmayada en esas siestas reparadoras que se tienen de joven. No era joven y, ya se sabe, los viejos duermen poco. Pero esa fresca tarde, luego de la ola de calor, lo logró. Se durmió como un bebé. Entonces un sueño mágico empezó a tejer un cuento sublime con absoluta irresponsabilidad.

Soñó y soñó que charlaba con un hombre agradable y sonriente al que, aparentemente, acababa de conocer  aunque se percibía de forma subliminal una fuerte sintonía. Una atracción. 

Había, de fondo, un mar rumoroso y médanos hospitalarios que enmarcaban una apropiada atmósfera de romance en ciernes. La lenta conversación no importaba en absoluto pero sí esa sensación indescifrable de amor naciente, de amalgama afectiva. El flechazo, que le dicen, pero no exactamente. 

Las miradas hablaban por si solas. En unos momentos, se largaban a nadar en cielos nublados acompañando a las gaviotas; en otros momentos caminaban relajadamente sobre aguas frías y serenas; apenas rozándose, mientras esa sugestión sobrenatural aumentaba y multiplicaba una narrativa llena de sobreentendidos: una loca libertad que sólo existe en un territorio soñado. Nunca se le hubiera ocurrido que una ensoñación por si sola sería capaz de verter en su torrente sanguíneo esas endorfinas que reedituaran con enorme nitidez emociones que creía olvidadas. 

Luego de un rato, él comentó que le había entrado agua en un oído y entonces ambos decidieron ir a una farmacia a buscar remedios para la otitis. Pero nada de eso importaba: lo decían como quien dice que va a la verdulería a comprar lechuga. Lo que realmente tenía sentido era ese deleite de seguir haciendo algo juntos. 

Salieron de la farmacia y ella, espontáneamente, se aferró a su brazo. Caminaron y pasearon dichosos en una fascinante travesía sin futuro. Como el flâneur de Baudelaire, el paseante que está siendo parte de algo pero que también está aparte de todo porque nada importa: solo el presente. No había desconfianza ni zonas oscuras: sin conocerse, ya compartían algo glorioso,  una comunicación irrepetible. Y eso, en el sueño, se podía casi tocar con la mano.  

Entonces ella se fue despertando,  sintiendo un bienestar absoluto, segura de haber vivido un amor que alguna vez conoció despierta. Se quedó un largo rato relajada, con los ojos cerrados,  saboreando la efímera excursión onírica. Todavía circulaban en su sangre esos mediadores químicos de la felicidad, porque los sentía, y quiso prolongarlos lo más posible: era como una abundancia venturosa que se vivía con el cuerpo entero. Recordó con extrañeza que no había en el sueño carga erótica ninguna, pero sí mucho más: una gran comunión espiritual con un ser que no se parecía a nadie que ella conociera.  

Mientras tanto, la imagen del tipo divino  se iba desdibujando lentamente sin abandonar la sonrisa, alejándose y dejándola otra vez sola. Si el nocturno de Chopin es lo más parecido que se ha escrito en piano a una despedida sin palabras, esa música acompañaba el despertar de una experiencia inédita. 

Con gran agradecimiento a la vida por tan inesperado regalo y todavía medio conmocionada, se sentó y se aferró al borde de la cama, sonriendo; luego a sus muletas y, como siempre, ignorando años, dolores y molestias, se fue a hacer la comida para la cena. Pronto llegaría su familia. 

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Dice JORGE ALEMÁN (ensayista argentino): El psicoanálisis no es una ciencia: "se ocupa de todo aquéllo que la ciencia deshecha: los sueños, los lapsus, las pasiones insensatas, el amor en estado de confusión. Pero eso le abre a otra verdad. Permite conocernos a nosotros mismos. Y saber dónde uno está situado con respecto a los lazos sociales".



miércoles, 16 de julio de 2025

HUMANIDAD

 


El Gallego y el Harrier: historia de un disparo, un abrigo y un abrazo

Lo conocí siendo muy joven, cuando aún me temblaban las manos y el alma por rendir las pruebas de ingreso al Curso de Comandos del Ejército Argentino. Aquel día, entre los evaluadores, estaba él: el entonces teniente primero Sergio Fernández, al que todos llamaban simplemente “el Gallego”. Serio, preciso, con esa sobriedad que tienen los que no necesitan levantar la voz para que los escuchen. Todavía no tenía la boina verde, pero ya intuía que estaba frente a alguien que la honraba con cada paso.

Con los años, tuve la fortuna de compartir destino, marchas, cursos y vivencias con él. Era un soldado a toda prueba. Profesional, dedicado, de esos que cuando las cosas se ponían difíciles, caminaban adelante. Un tipo que jamás dejó atrás a un compañero, que siempre estuvo atento a quien aflojaba, no para señalarlo, sino para tenderle la mano y levantarlo.

En mayo del ‘82, en pleno conflicto de Malvinas, al Gallego le tocó vivir una de esas injusticias tácticas que solo entienden los que estuvieron ahí. El 19 de mayo, sabiendo que el desembarco inglés en isla Soledad era inminente, Menéndez y Parada mandaron a casi toda la Compañía de Comandos 601 a isla Gran Malvina, tras detectar “movimientos sospechosos” al norte de Puerto Howard con un radar Rasit. Movimientos que, claro, nunca se confirmaron. “Nos mandaron a correr sombras”, dijo después Sergio. “Éramos la reserva, los que íbamos a morder cuando pisaran tierra. Y nos rifaron.”

Pero el destino no había terminado con él. El mayor Mario Castagneto —jefe de compañía— decidió entonces organizar una Sección de Emboscada Antiaérea. Y no dudó en elegir al mejor: Sergio Fernández, sin lugar a dudas el mejor apuntador de Blow Pipe del país. Había sido jefe del curso de ese sistema entre 1979 y 1982. Conocía ese misil como si lo hubiera parido. El Blow Pipe era un lanzamisiles portátil de fabricación británica, con un alcance de tres kilómetros y una velocidad Mach 1. Una suerte de bazuca moderna, cuyo guiado manual impedía que pudiera ser interferido por contramedidas electrónicas. Pero había un problema. En todo el teatro de operaciones de Malvinas, el Ejército argentino contaba apenas con tres lanzadores y seis proyectiles. En el continente, en cambio, dormían 20 lanzadores y 120 misiles, guardados como si la guerra estuviera en las vitrinas. Castagneto envió al Gallego a Stanley House, la sede del gobierno en Malvinas, para pedir autorización al general Oscar Jofre y traer más armamento. La respuesta fue un portazo sin matices.

—No. Es mucho problema. Nos arreglamos con lo que hay —le respondió el general Jofre.

El Gallego volvió masticando bronca. Pero con lo que tenía, iba a hacer historia. El 21 de mayo, en las primeras horas de luz, se apostó con el capitán Ricardo Frecha y el cabo primero Jorge Martínez en una posición elevada cerca del puesto del Regimiento de Infantería 5, en Puerto Yapeyú. Era una mañana helada. Y fue entonces que lo vieron: un Sea Harrier británico, el cazabombardero más temido por los soldados argentinos, avanzando rasante sobre el agua.

En un primer intento, lo tuvieron a tiro. Frecha autorizó disparar. El avión giró en el último instante y se perdió tras las lomas. Sergio no disparó. Sabía que no era el momento. Había algo en su mirada, en su quietud, que decía que el blanco volvería.

Y volvió. Desde el sur, apareció otra vez. Tal vez era el mismo Harrier. Esta vez, el Gallego no dudó. Lo dejó venir. Lo dejó acercarse. Hasta que lo tuvo al alcance justo. Dijo después: “Lo único que tenía en la cabeza era: ‘¡Hijo de ....., te la voy a poner en el blanco del ojo!’”.

Y disparó.

Un segundo. Dos. Una bola de fuego en el cielo. El Harrier, pilotado por Jeff Glover, se desintegraba sobre el agua helada. Pero antes del impacto total, se abrió un paracaídas. El inglés se había eyectado. El Gallego se quedó mirando en silencio. Dijo luego: “Estaba feliz por haber hecho bolsa al avión, y doblemente feliz porque el inglés se había salvado. Yo no quería matarlo. Quería detenerlo.”

Cayó al agua a unos 1800 metros. El frío podía matarlo en minutos. Los comandos salieron como alma que lleva el diablo. Corrieron, tropezaron, cruzaron campos minados, fusiles al hombro, sin saber si llegarían a tiempo. Y llegaron. Por puro milagro, justo ahí había un bote. El cabo primero Eduardo Ibarra se lanzó al rescate. Lo sacaron. Lo abrigaron. Y en la playa, Sergio le dio su campera de duvet. Le tendió la mano. Lo ayudó a bajar. Lo llevó al puesto de socorro junto al médico Llanos. El piloto, morado por el frío, todavía tuvo el gesto de ofrecer su sangre para un soldado argentino herido.

Al día siguiente, lo evacuaron en helicóptero. Sergio se acercó a despedirlo.

—Soy el que te derribó —le dijo.

—Me place estar vivo —respondió Glover.

—A mí también que lo estés —contestó el Gallego.

Décadas después, en 2016, se reencontraron. Esta vez sin misiles, sin boinas, sin guerra. Fue en el Hotel Alvear. Cuatro horas de desayuno, reconstruyendo aquel día, rindiéndose un abrazo que les debía el tiempo. Y el Gallego, emocionado, dijo: “Ese abrazo fue el que nos teníamos que dar. Si Dios quiso que sobreviviéramos, fue para que seamos mejores”.

Querido lector, si esta historia te llegó, si alguna vez pensaste que un soldado solo dispara, pensalo de nuevo. A veces, también abriga. Porque la dignidad no se mide por el uniforme, sino por lo que hacés cuando todo tiembla.


Foto del escritor: Roberto Arnaiz

Por: Roberto Arnaiz 


(www.robertoarnaiz.com/blog) 

Roberto Arnaiz | Escritor e Historiador

📚 Autor de más de 30 libros.


🌍 Exploro la historia y la cultura para conectar el pasado con el presente. 


✨ Descubre mis libros y contenidos exclusivos en: (www.robertoarnaiz.com)

martes, 8 de julio de 2025

EL ACUANAUTA


 - Luis Alberto Nicolao - De la página de Víctor Pablo Karakachoff.

"Nosotros nadábamos sin antiparras, con agua medio turbia, no sabíamos qué comer ni cómo eliminar la acumulación de ácido láctico: a mí me sacaban morado del agua".

Nicolao nació en Buenos Aires el 28 de junio del año 1944. Es un nadador argentino retirado de la alta competición, especialista en el estilo mariposa, en el que obtuvo dos veces el récord mundial en 100 metros el 24 de abril y el 27 de abril de 1962, único nadador argentino hasta 2009 en haber obtenido un récord mundial homologado. Fue 24 veces campeón sudamericano, una vez campeón nacional de los Estados Unidos en 1965 y obtuvo tres medallas de bronce en los Juegos Panamericanos.

Acaso baste para definirlo una mención que seguramente nadie se atreve a discutir: fue el mas grande nadador argentino de todas las  épocas y quizás el mejor deportista de la década del '60.

Atleta argentino, Nicolao en su dilatado transitar por piletas de todos los rincones de la tierra acumuló una retahila de éxitos asombrosa. Pero ninguno tuvo la tremenda trascendencia del que coronó el 27 de abril de 1962, en el natatorio de Guanabara, en Río de Janeiro, Brasil.

Ese día Luis Alberto Nicolao inscribió su nombre y el de la Argentina en las tablas de records mundiales. Un hecho que la natación local jamás había registrado, ni volvió a hacerlo.

Alentado por un público entusiasta se arrojó a las saladas aguas  por esa circunstancia mucho más aptas para desplazamientos veloces, pues ofrecen menos resistencia— decidido a quebrar el record mundial de los 100 metros estilo mariposa. En 57 segundos ya había cumplido su cometido.

Fue uno de los primados que resistió durante más tiempo el alud de records desatado en el último decenio. Durante cinco años, dos meses y trece días permaneció incólume a todos los embates. En los primeros días de agosto de 1967 un fenómeno de la natación americana, Mark Spitz, desplazó a Nicolao al establecer 56 segundos 3 décimas, en un torneo internacional celebrado en Santa Clara, California.

Sin embargo, no logró opacar la performance del que fuera representante del Club Ateneo de la Juventud, en Buenos Aires.

Escapando a la mediocridad de un medio que difícilmente le permitiera superarse —ya antes lo había hecho su entrenador Alberto Carranza, tentado por ofrecimientos de clubes brasileños y uruguayos— el excepcional mariposista emigró hacia los Estados Unidos de América, donde optó por la beca que le ofreciera la Universidad de Stanford, en California. Allí representó también al Santa Clara Swimming Club, una institución casi mitológica en el concierto de la natación internacional.

Pero jamás olvidó al deporte de su país. Donde fuese necesario, allí estuvo presente para defenderlo. Desde su primera participación internacional, durante el campeonato Sudamericano de Cali, en Colombia en 1960, acaparó 17 títulos sudamericanos, sin contar su participación en los equipos de postas.

Fue olímpico en tres oportunidades:

Roma en 1960, Tokio en 1964 y México en 1968, donde finalizó su trayectoria de nadador.

Con 24 años —una edad inusual en que la mayoría de los nadadores optó por el retiro— acudió en búsqueda de la única satisfacción que no alcanzó una medalla olímpica. Su prueba más fuerte —los 100 metros mariposa— recién se incluyó en el programa olímpico en los Juegos de México» hecho que no le permitió alcanzar antes ese objetivo.

Dispuesto a jugar su última oportunidad, se instaló en la capital azteca con 50 días de antelación para ganarle al fantasma de la altura. Sus posibilidades parecieron fortalecerse tras su actuación en los 100 metros estilo libre, prueba en la que se clasificó para la final. A pesar de ocupar el séptimo puesto (marcó 53,9 segundos) fue un buen indicio ya que esa no era su especialidad.

El domingo 20 de octubre ganó su serie eliminatoria —corrida por la mañana— de los 100 mariposa con relativa facilidad. A las 18.30 de ese mismo día estaba anunciada la semifinal.

Allí comenzó a gestarse un diabólico, absurdo drama que lo dejó sin posibilidades. Cuando el micro oficial que lo transportaba comenzó a atravesar la zona por donde pasaba en ese momento la carrera de maratón debió detenerse.

Fue un largo retraso:

Nicolao llegó a su destino después que la competencia en que debía participar se había efectuado. Todos los reclamos —acaudillados curiosamente por mister Ritter, el delegado norteamericano— fueron desoídos.

En una declaración para la revista "El Gráfico", del 5 de octubre de 1968, Nicolao se quejó: "Le pregunté a Ritter qué había dicho el delegado argentino, Manuel Segura, y me contestó que si estaba, se quedó mudo, que no vio ningún argentino que sacara la cara por mí"...

Fue el pago de un medio deportivo que defendió durante años. Un epílogo injusto a su campaña, pero digno exponente de la mediocridad que alguna vez lo hizo emigrar

Premio Konex de Platino 1980. Jurado Premios Konex 2000 y 2010.

Fue 24 veces Campeón Sudamericano. Campeón Nacional de EE.UU. y Campeón Universitario por la Universidad de Stanford (1965, 1966, 1967 y 1968). Premio Olimpia de Oro 1961.

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Desde luego, no sé donde guardará este señor Luis Alberto Nicolao tantos trofeos: seguro que tiene otra casa para los premios. Es algo asombroso. Casi no tengo palabras para explicar la impresión que me causó al verlo nadar en el club ECA de Témperley en una exhibición. No podía creer lo que veía: alguien volando casi sin tocar el agua. Yo, nadadora, me quedé sin respirar de lo inesperado de la situación; nunca había visto a un campeón mundial de natación en directo. 

Por esa razón incluí un comentario sobre ese día inolvidable en mi novela LA CASA BROTADA; como homenaje a ese superdotado que nos hizo sentir tan orgullosos de ser argentinos. Además, tuve la suerte de poder contactar con el (milagros de Internet) y mandarle mi novelita. Espero que le guste. 

domingo, 22 de junio de 2025

MI NIETO ADRIÁN

Esta es una historia breve y sencilla de un hecho real. Sin pretensiones pero con la intención de captar las características de personalidad tan peculiares que llevan como segunda piel los habitantes de una pequeña ciudad llamada Cádiz, en el sur de España. Como anticipo me siento en la obligación de decir que uno, antes de echarle una bronca a otro, primero debería averiguar algunos datos personales del sujeto en cuestión. Por ejemplo, donde está empadronado. Si contesta Cádiz, ya sabemos algo importante. Y si agrega de padre argentino, mejor punto en boca, ponemos primera y nos vamos. LETAL COMBINACIÓN. 

Contexto: escenario campestre en un día fresco y soleado. Un joven va tranquilamente a tirar un capazo lleno de pastos, de hojas y de ramas, después de haber cortado el césped del jardín de su abuela.  (Aclaración necesaria: el basurero nos tiene dicho que cuando se trate de residuos vegetales los tiremos a un lado porque el container gris está destinado para las bolsas de basura doméstica). Y eso exactamente estaba haciendo el joven en ropas de pijama. 

En ese momento, una señora muy preocupada y con tiempo de sobra por los asuntos sociales del barrio pasa en su coche y ve cómo el joven tira la maleza a un costado del container gris. Automática y velozmente baja la ventanilla queriendo darle una lección al joven, sin saber qué se había topado nada menos que con un doctor en argumentos histriónicos e irónicos, ya que dicho chaval es, como dijimos, un arquetípico ejemplar de la zona, hijo de un argentino y de una gaditana y criado en Cádiz. El chico la miró interrogativamente mientras su cerebro elaboraba un lado lógico de la situación. "Esa señora a lo mejor querrá preguntar por alguna dirección", pensó. En ese momento, la señora muy mandona declaró perentoriamente y en voz muy alta, mientras señalaba con el índice de la mano izquierda : "¡Mira, por si no te has dado cuenta, el contenedor tiene 2 agujeritos para tirar la basura!" (Aclaramos desde ya que son dos grandes agujeros y no agujeritos). Y siguió: "¿O eso es mucho trabajo para ti?".

El joven pensó rápidamente: "¿realmente vale la pena explicarle a esta señora desconocida todo ese rollo del contenedor y ponerme a discutir con ella?" Y se contestó a si mismo: "No, no vale la pena. Hace mucho calor".

Decidido el tema en milisegundos a continuación le dijo, desplegando sus ocultos dotes actorales: "¿¡En serio?!, ¡no me lo puedo creer, no me había dado cuenta! Le juro que no los vi... como son tan pequeños. Usted perdone y muchas gracias por la información", derramando pura y falsa inocencia, cuando no algo de metalenguaje tipo "es que soy muy básico, me falta un hervor". Todo aderezado con una media sonrisa  "perdonavidas". A estas alturas es poco creíble que la señora no haya sospechado una intención burlesca por parte del pibe. Pero parece que no. (Hay gente pa'to')

La señora, sin dudarlo y sin haber captado nada todavía, responde muy prepotente y con un gesto teatral: "Es que hay gente a la que no le da la cabeza". 

El joven la mira un instante con piedad y replica suave y muy lentamente: "Muy cierto, definitivamente hay gente así; hay gente a la que no le da la cabeza y es porque tienen retardo sináptico". Le sonríe ahora ampliamente, la mira por encima de las gafas, se da media vuelta y se va tan campante dejando muda y perpleja a la aprendiz de docente en asuntos medioambientales. ¡La pobre! Todavía debe estar dándole vueltas a lo del "retardo sináptico". (Vocablos cosechados de las clases de fisiología de la abuela de Adrián).

Hay un dicho muy popular en Cádiz que describe en pocas palabras esa situación: "Le quiso vender la moto y el pibe acabó robándosela".

El gaditano en cuestión es mi nietecito chiquito de metro ochenta y cinco, 25 años y con rápidas respuestas trimilenarias en cada pata, herencia de la larguísima historia de la ciudad. 

Cuenta la leyenda que a la señora, despues de un moderado período de latencia (o retardo sináptico, si prefieren), en el que por fin se supone que entendió la realidad de la situación, ya no se le ocurrió poner en práctica sus mediocres aptitudes de ecologista en ciernes. ¡Es que no to' er mundo puede ser de Cai!


MIRADAS

La física cuántica nos dice que si queremos observar a una partícula subatómica, el solo hecho de observarla ya cambia su estado (o posición o situación o algo parecido). Nuestra mirada la mueve. Bueno, no exactamente nuestra mirada sino el medio que usamos para poder verla. Todo lo que se refiere a esas leyes que gobiernan la vida (¿vida?) de las partículas elementales es totalmente antiintuitivo y hay que abrirse la cabeza para llegar a entenderlas a nivel divulgación... y gracias. Pero, de hecho, ese es el "corazón" de la materia. Una teoría dice que en el interior de las partículas habría cuerdas pequeñísimas que contienen información. Como la música, que con 7 notas puede crear infinidad de melodías. Esas cuerdecillas tendrían su propio " sonido" que respondería a información muy concreta, igual que una guitarra. 

Como lo del bosón de Higgs, otro tema  para volvernos majaras. ¿Cómo hizo la tal para ganar masa de la nada? Si yo apenas gano para vivir. 

Pero volvamos a la mirada. Si nos detenemos a pensar cualquier mirada tiene, potencialmente, el poder de cambiar lo que mira. 🤔 

Hay miradas que nos tranquilizan, otras que nos aterran, otras que nos sorprenden, otras inolvidables. Los ojos de un perro, de un gato doméstico; hasta los de una mosca y sus enormes ojos nos interpelan. El poder de una mirada, como el de la palabra, es algo inaprensible. Recuerdo miradas tan elocuentes que cambiaron una decisión casi tomada. 

Lacan fue el primero que usó la palabra "mirada" para referirse a cierta inquietud del sujeto al sentirse observado. El observador y el observado son influidos por ese intercambio.

Así que, nada de depresiones personales  por no entender lo de cierto gato cuántico de Schroedinger encerrado en una caja. Son metáforas, no hay que darles tanta pelota; pocos pueden entender semejante galimatías. Pero a lo que iba: todas las miradas influyen: hay miradas que matan. Y al revés. Lo sé porque de tanto mirar ansiosamente a mi plantita de taco de reina, revivió. ¿O será porque llovió? 

sábado, 24 de mayo de 2025

¿CUANDO NACIÓ LA MUERTE?

 Cosas que aprendemos. 

Si alguien pregunta: "¿desde cuándo existe la muerte?", lo habitual sería que cualquiera responda: "desde que existe la vida". 

Sin embargo no es así y como digo, siempre se aprende. Cuando la vida solo fue unicelular, la división de una célula en otras dos no implicaba la muerte de nadie porque las dos células hijas eran clones genéticos iguales a la madre. La vida era una continuidad ininterrumpida de seres idénticos. Algo que suena a eternidad. 

Por lo que he leído todavía no hay certezas de qué fue lo que originó la multicelularidad, aunque se aventuraron 3 teorías, pero sea lo que fuera allí se inició el intercambio genético, la división para crear organismos distintos de los progenitores. Y allí apareció la muerte porque los padres originaban a un nuevo ser diferente de ellos. La tarea se había cumplido: ya podían morir. 

Pero para los poetas no. Y si no me creen, leamos a este gran poeta, Dylan Thomas.

Y la muerte no tendrá dominio.

No vencerá la muerte

cuando todos los hombres hayan muerto

y todos sean ya un solo hombre,

que habitará en el viento y en la luz de la noche,

y los huesos, deshechos en ceniza,

sean polvo de estrellas;

cuando las tinieblas

y del fondo del mar asciendan a la luz;

cuando ya, sin amantes, sea eterno el amor,

no vencerá la muerte.

No temerán la muerte

los que yacen, hundidos en el mar,

mecidos en su fondo y su calma;

angustiados, exhaustos,

martirizados, pero no vencidos.

Y si tuvieron fe y también dudas,

y su pureza fue manchada por el mal,

en el final de todo tendrán paz,

y no les vencerá la muerte.

No vencerá la muerte,

aunque ya no se escuchen los gritos de gaviotas,

ni el rumor de las olas en la playa;

aunque mueran las flores y sea inútil la lluvia,

en la tierra aún fértil de los muertos

alentarán pequeñas margaritas

hasta que el Sol sucumba.

Y nunca vencerá la muerte.


martes, 20 de mayo de 2025

MAESTRO

 

Antes de que Albert Camus fuera un reconocido periodista, uno de los más influyentes escritores de su época y premio Nobel de literatura en 1957, fue un niño pobre, huérfano de padre  y con una madre ciega. Alguien así no tiene muchas oportunidades de mejorar su calidad de vida ni de desarrollarse, pero en su vida se cruzó con una persona que fue clave: un maestro.

El Sr. Germain, viendo que Camus era realmente destacable, le ayudó a continuar su educación al liceo y al pasar los años siguió incentivándolo para que buscara abrirse camino en la educación.

El Sr. Germain no solo fue su maestro, sino también le inculcó valores humanos y fue un apoyo moral a lo largo de su vida. En 1957 Camus está en el peak de su carrera y después de ganar el Nobel de literatura le escribe a su maestro por correspondencia estás palabras:

"Louis Germain

19 de noviembre de 1957

Querido señor Germain:

Esperé a que se apagara un poco el ruido que me rodea en estos días antes de hablarle desde todo corazón. Acabo de recibir un honor demasiado grande, el que no he buscado ni solicitado. Pero cuando supe la noticia, mi primer pensamiento, después de mi madre, fue para usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que yo era, sin su enseñanza y su ejemplo, nada de todo esto hubiera sucedido. No es que de demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero me ofrece la ocasión de decirle lo que usted ha sido, y sigue siendo para mí, y de asegurarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que puso en ello, siguen vivos en uno de sus pequeños escolares que, a pesar de los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido. Lo abrazo con todas mis fuerzas.

Albert Camus"


Visto en: https://www.facebook.com/share/p/1ZkEzieR86/

domingo, 11 de mayo de 2025

UN NOBEL PERPLEJO

 En la foto Elvira Lindo y Vargas Llosa


Hay días de muerte: murió el Papa Bergoglio, un ser de luz, como dicen ahora, murió Enrique Pianzola, otro ser de luz, médico y escritor argentino, murió la madre de Cristina, amiga cariñosa y entrañable y murió Vagas Llosa. Y poco después Pepe Mujica. 
Estoy leyendo, sentada en el porche de mi casa, un artículo corto de Elvira Lindo en el diario EL PAÍS del 20 de abril de 2025, a propósito de la muerte de Mario Vargas Llosa, el famoso escritor peruano. 

[...] "Yo creo haber conocido al hombre, no a la estatua erigida, en uno de esos momentos de cierta vulnerabilidad en los que no hay gloria que valga". 

Interrumpe mi lectura una paloma temeraria y orgullosa de su estirpe, que anda picoteando el césped sin advertir la presencia de mi felino, el gato Tito, agazapado entre las macetas en posición de ataque. La brisa tibia y las hojas recién nacidas del damasco saludan a la primavera dando una engañosa  apariencia de paz perpetua. Dejo el diario y ahuyento al ave justo a tiempo, cuando el aspirante a tigre ya pega el salto. ¡Uffff, menos mal!



Sigo leyendo: "Nos habían encomendado entregar a dúo (a Elvira Lindo y a Vargas Llosa) el Goya al mejor guion adaptado. La entrada fue problemática, empezamos mal. Me tomaron de la mano con la energía autoritaria de los organizadores [...], llegué hasta el backstage, donde esperaba, ya cansado, Vargas Llosa. Entre tanta algarabía intercambiamos una mirada de alivio y reconocimiento. [...]"cuidado con los cables". Le tomé del brazo y sentí que él estaba más inseguro aún que yo porque se aferró a mi mano. Cuando llegamos al punto desde el que se efectuaría nuestra salida al escenario nos dejaron solos". 

Un intenso aroma a azahares interrumpe de nuevo mi lectura mientras el aspersor, además de regar, le roba los colores al sol y hace las delicias de mi ganso ampurdanés, el famoso Cuaco de las redes sociales, rodeado de gorriones que le hacen la pelota. Observo complacida un rato el entorno, tan verde y tan florecido. Por el momento, ningún depredador está al acecho. Puedo volver a la lectura.

 "En la oscuridad, iluminado levemente por un halo tibio de luz, vi su perfil único, un perfil propio de la medalla de uso corriente que homenajea a un prócer, a un Nobel o a un viejo cantante de tangos". [...] "A ver si no me caigo, dijo. A ver si no nos caemos, dije. Él sonrió y en la penumbra se le dibujó su dentadura mítica, aquella con la que bromeaba el viejo Onetti: "yo tenía unos dientes bien hermosos, pero se los presté a Vargas Llosa y no me los ha devuelto". Si, nuestro hombre recordaba la ocurrencia del uruguayo. Estábamos muy juntos, buscando cierta protección, inmóviles, como subidos a una piedra pequeña en un río de cables al que pudieras caerte en cualquier momento. Pensé que lo estaba viendo como lo habrían visto todas sus mujeres en la penumbra de la alcoba".

En mi jardín, entretanto, una inesperada  y solitaria golondrina juega y se pelea con las ramas del granado y va y viene  asustando al joven almendro que no está acostumbrado a esos locos revoloteos. El gato Tito y yo nos detenemos varios minutos observando sus piruetas. El gato Tito y yo tenemos diferentes intenciones respecto a la golondrina, estoy segura. Un golpe de viento frío de poniente me vuela las hojas del diario. Las rescato corriendo y sigo leyendo: 

"Un momento propicio para las confidencias: ¿cómo se vive de pronto perseguido por la prensa del corazón?, le pregunté. Es horrible, contestó, me gustaría hacer planes, salir al cine, improvisar, pero Isabel (su segunda mujer, una famosilla) no quiere; es una vida absurda, tienes que estar midiendo todos tus movimientos... Lo miré sin reparo, porque él no me veía mirarlo, y juro que pensé: ¿cuánto tiempo tardará este hombre en regresar a su antigua vida? Recordé las palabras de agradecimiento a su mujer (su gran compañera de toda la vida) en la ceremonia del Nobel, años atrás, palabras que definían toda una época; aquella vieja manera de entender la vida del genio, siempre asistido por una mujer que de amante pasaba a ser madre de los hijos, maternal también con él, secretaria, mala de la película si tocaba, protectora, ambiciosa según el consabido juicio ajeno, ciega voluntaria ante tantos deslices [...], orgullosa de ser la mujer a la que se regresa. El tipo de compañera que hasta hace bien poco alababan los cronistas literarios, la digna esposa del maestro. ¿Qué hacía entonces aquel hombre ya confuso y frágil en este lío de cables? El regidor nos empujó al escenario. Tomé del brazo al Nobel, para que no se cayera y para no caerme". 

Al levantar la vista del diario veo a la golondrina alejarse ante la olímpica indiferencia del gato Tito. Y pienso: una golondrina no hace verano y Vargas Llosa volvió con su primera mujer. 



domingo, 20 de abril de 2025

TENER FE ES DE VALIENTES

 


MILAGRO DE PASCUA por Marcos Aycierex 

Llegué a creer que la fe era algo con lo que uno nace o no nace.

Pero yo encontré hace poco un camino a la fe.  No vino por herencia, no fue una revelación ni por cumplir una promesa o una peregrinación, la fui descubriendo, fue como ir caminando por la playa juntando piedritas. Encontrarnos me ha llevado más de medio siglo de espantos y asombros, mi fe tiene más de naturaleza que de teología, más que ver con la experiencia que con la doctrina, más con la gente que con los santos, más con la creación y la libertad que con los dogmas y los templos, e incluye, debo decirlo,  más la duda que las certezas.

Tener fe no es confiar en que las cosas sucederán como queremos, el biribiri de pedir y agradecer, eso es hacer negocios.

No es sentarse a esperar el milagro, es sentirse parte de él.

Tengo fe en ese "algo" que danza, esa fuerza inexplicable que da forma la materia, mantiene erguido el esqueleto y nos habla en ciertos crepúsculos. Mi fe no mueve montañas, de hecho, es bastante frágil, a la medida de mi minúscula presencia en un universo que me excede, pero también me contiene. 

No me siento “espiritual”, soy materia y vacío, hago sombra, soy todo lo que se ve y tambien lo que está más allá de mi cuerpo, soy ese cascarudo bajo la luna y soy el niño de Ga2a que nos mira desde una foto. Si no me siento parte del mundo, ¿cómo voy a hacer algo por él?

No puedo decir mucho más, lo sagrado habla en silencio, la mirada de los caballos, el color granate, la risa de un hijo, no todo lo que existe entra en las palabras. En tiempos de producción y tecnologías, tener fe es de valientes. Darnos cuenta de que un misterio nos contiene nos ayuda a dejar de rumiar laberintos. Pensar en lo que trasciende es una cualidad de nuestra especie, reconozcámonos en ella, volvamos a lo humano.

En cuanto a este hombre que hoy ha sido crucificado y tal vez regrese el domingo de Pascua sepamos que su enseñanza muere en cada golpe que damos a otro y en cada acto de amor resucita, cada uno sabrá...pero es necesario decidir de qué lado queremos estar, después de todo, vos y yo, y  todos,  somos ese amor que damos. Seamos milagro, ahora, siempre.

Marcos Ayciriex

miércoles, 16 de abril de 2025

ORÍGENES DE LA MITOLOGÍA

 Escrito por Mónica Bardi


Hoy toca mitología mesopotámica, región situada entre los ríos Tigris y Éufrates que desembocan en el Golfo Pérsico y son la cuna de la escritura en caracteres protocuneiformes sumeria y cretense. 

Unos 4500 años antes de Cristo la gente creía en dos divinidades: ENLIL, quien separó el cielo de la tierra y ENKI, dios de las aguas dulces. También había una fémina INANNA, diosa del amor y de la guerra, que representaba los aspectos pasionales. (Posteriormente, los griegos las separaron en Atenea, de la guerra y Afrodita, del amor). 

Pero en el 2° milenio a. C. Nabucodonosor I (no el de los jardines colgantes, ese fue después) decidió conscientemente promover a un dios local por razones políticas y propagandísticas e inventó un ENUMA ELIS (himno de los dioses) con una leyenda algo diferente a conveniencia de los intereses de la élite. Contó a la gente que primero fue el caos y los dioses vinieron a poner orden. El dios del agua dulce APSU se unió a la diosa del agua salada TIAMAT dando lugar a una segunda generación de dioses. Pero como eran muy ruidosos y, por lo visto, a los mesopotámicos eso les molestaba mucho, decidieron aniquilarlos para recuperar el silencio. Pero un dios se apiadó de ellos y engendró a una tercera generación que dió lugar al omnipotente, guapo, fuerte, valiente y generoso dios MARDUK. 

Mientras tanto, la viuda de ASPU, TIAMAT, furiosa por haber perdido a su progenie, adoptó la forma de una serpiente gigantesca que ocupaba todo el mundo conocido, que estaba dispuesta a devorar a sus hijos y a sus nietos. Frente a semejante monstruo todos los dioses huyeron cobardemente, menos MARDUK que logró matarla usando el viento y los relámpagos. Con sus restos creó la Tierra, recogió su sangre y, mezclándola con barro, creó a los seres humanos. Estos humanos tenían una chispa de divinidad por la sangre de la diosa pero habían sido creados exclusivamente para trabajar para los dioses. 

Nadie protestaba porque todos creían en la leyenda y llevaban ofrendas, cosechas y animales al zigurat, donde vivían los dioses y, sobretodo a MARDUK, el dios héroe. Se decía que en agradecimiento a su gran valor los dioses le construyeron un divino zigurat que se cree que podría ser la torre de Babel de los hebreos, que aparece en la Biblia. 

Los zigurats eran enormes y lujosos lugares donde también vivían los sacerdotes, los reyes y una legión inmensa de sirvientes que se ocupaban de alimentar, vestir y perfumar a una estatua de madera, donde se suponía que moraba el dios. 

Cuando la estatua se arruinaba con el tiempo, construían otra y mediante rituales muy complicados y estrictos, se aseguraban de que el dios hubiera entrado en ella. 

La gente del pueblo tenía totalmente prohibido entrar a los zigurats. Sólo veían a su dios una vez al año cuando todos los demás dioses acudían a visitarlo y entonces salían en procesión para el gran festival. Por lo visto, las personas corrientes, segurísimas que dentro de esa estatua de madera estaba el dios, caían en ataques místicos, cantaban y gritaban, mientras avanzaba la procesión. 

Todo fue bien durante un tiempo hasta que empezó a molestar que los humanos muy ruidosos se multiplicaran en exceso y, siempre según la leyenda, los dioses deciden mandar una gran inundación que sería nuestro conocido diluvio universal. Pero otra vez un dios se apiada de ellos y les avisa. Unos pocos se  ponen a salvo junto con las demás especies y empiezan de nuevo. Entonces aparece un nuevo obstáculo: los dioses, que, como todo el mundo sabe, son inmortales. Al ser los hombres también inmortales surgía un tema peliagudo e incompatible. Para solucionarlo la leyenda crea a la Muerte que aparece por primera vez y resuelve el tema para que los humanos no se multipliquen indefinidamente. Pero esa pequeña chispa de divinidad que tuvieron al ser creados les permitía salir del cuerpo que se pudría en el inframundo y seguir adelante de alguna manera: así se inventó el alma. Como seguramente habrán ya deducido, seguimos más o menos con la misma narración. 

Toda esta interesantísima información se ha podido recuperar de las tablillas de arcilla con escritura cuneiforme que continuamente se siguen encontrando en las excavaciones arqueológicas. Yo lo he resumido de la largas explicaciones que he visto en YouTube de la profesora de historia antigua de la Universidad de La Rioja (España), Eva Tobalina, una extraordinaria comunicadora que no me cansa. Espero que les guste.

jueves, 3 de abril de 2025

MALVINAS

 

Gustavo Caso Rosendi Poeta, ex combatiente de Malvinas. Gracias por siempre.

3 poemas de su Libro SOLDADOS.

TRINCHERA


Comenzamos cavando como si

fuera nuestra propia tumba

Pero cuando el cielo escupía fuego

nos dábamos cuenta

que era un buen hogar

después de todo


**


Cuando cayó el soldado Vojkovic

dejó de vivir el papá de Vojkovic

y la mamá de Vojkovic y la hermana

También la novia que tejía

y destejía desolaciones de lana

y los hijos que nunca

llegaron a tener

Los tíos los abuelos los primos

los primos segundos

y el cuñado y los sobrinos

a los que Vojkovic regalaba chocolates

y algunos vecinos y unos pocos

amigos de Vojkovic y Colita el perro

y un compañero de la primaria

que Vojkovic tenía medio olvidado

y hasta el almacenero

a quien Vojkovic

le compraba la yerba

cuando estaba de guardia


Cuando cayó el soldado Vojkovic

cayeron todas las hojas de la cuadra

todos los gorriones todas las persianas


**


GURKAS

Mercenarios de perfil bajo

(los únicos que los vieron

ya no están)


Cuchillos fantasmales

cortando los sueños


¿Pero acaso nosotros

no veníamos del país de

las picanas sobre panzas

embarazadas?


¿Quién le tenía que tener

miedo a quién?


© Gustavo Caso Rosendi

martes, 1 de abril de 2025

CASTRACIÓN

Narración basada en hechos reales. Mónica Bardi. 

Y no quedó más remedio. Todos nos resistimos pero no hubo caso: al gato Tito hubo que hacerle una testiculotomía, o sea, cortarle sus huevecitos, castrarlo. ¡Qué palabritas, mamita mía! La decisión se tomó porque volvía destrozado de sus aventuras nocturnas: gatos, gatas y gates, como se dice ahora, caían bajo su mágico influjo de tipo medio seductor y medio mafioso, como Al Pacino. Vivía entre el amor y el odio, los celos y la competencia; a juzgar por el estado en que retornaba al hogar.  

En la familia se intentó todo para encarrilar a ese felino adolescente pero  sin ningún resultado. El Cuaco, mi ganso ampurdanés, lo regañó severamente, graznando con su trompetilla a todo volumen, yo también pero no graznando sino hablándole dulcemente; mi hija se horrorizó al verlo en ese estado y le gritó, mi nieto le advirtió que sus aventuras siempre habían terminado mal, quizás basándose en su propia experiencia. Pero para Tito toda admonición era inútil porque su conducta era compulsiva. Se veía empujado por fuerzas irresistibles a conquistar el imperio persa, o sea, la casa del vecino: lo deberíamos haber bautizado ALEJANDRO. 

Cuando las heridas en su carita felina adquirieron tintes dramáticos se lo metió en un transportín con destino a un veterinario y adiós a sus posibilidades de dejar descendencia. O quizás ya la dejó y no supimos nada. Es que no cuenta nada el muy boludo: todo en su vida es un misterio, como un vulgar Vito Corleone.

Y ahora la secuencia: para que se le curara la profunda herida de la cara hubo que ponerle ese espantoso collar isabelino para que no se rasque y cortarle las uñas de las patas traseras, impedirle salir al jardín y que se acostumbre al cajón de arena en el baño.

Sufrió mucho pero fue todo lo buen  paciente que pudo: se dejaba desinfectar y poner la crema cicatrizante dos veces por día. Tomaba las pastillas mezcladas con delicatessen para gatos. Por la noche, sin embargo, era cuando venían los problemas. Maullaba agónicamente por los pasillos de la casa pidiendo guerra porque las hormonas restantes todavía tiraban de él, pero nadie le abría la puerta o la ventana hasta que se curara. El gato desesperado, pero hay que entender que Tito está a cargo de un extenso jardín y allí no puede entrar nadie que no sea humano: es mucha responsabilidad para un bicho de año y medio. 



El ganso Cuaco salta las alarmas con su trompetilla aguda al primer ruido raro, pero para más no da el pobre plumífero.

Así que un nuevo sonido salió de la garganta de Tito: un rugido. Sí, un rugido siempre nocturno. Sorpresa general: ¿y ese nuevo ruido teñido de salvajismo? Todo el mundo saltó de la cama, varias puertas de dormitorios se abrieron y otros tantos ojos legañosos miraron al pasillo: allí estaba el guardián nocturno emulando a un león y exigiendo más libertad. Sólo le faltaba una motosierra para destrozar obstáculos, cualesquiera que estos fueran. 

Los días pasaron lo mejor que pudieron, las heridas se fueron curando lentamente y por fin se le pudo sacar el agónico collar gótico, aunque se le volvieron a cortar las uñas de las patas traseras. Como verán, todo es a base de filos, tijeras y bisturíes. De a poco fue cicatrizando, ganando libertades y el jardín recuperó a su panóptico atento y vigilante. Afortunadamente, las hormonas descendieron y su agresividad quedó como de película cómica. Ahora tiene un severo retroceso: un ataque de gatitis, o sea, algo parecido a la mamitis que es el apego a su "madre". Que vengo a ser yo. ¡Tendré que poner una cama de matrimonio, mon Dieu!

jueves, 13 de marzo de 2025

DÉJÀ VU

 Déjà vu por CARLES TÀVEC

Es de pizarrón:

1) Un día antes el gobierno pretende invalidar la adhesión a la marcha de los jubilados: «van a ir barrabravas ligados al narcotráfico y gente de izquierda» —para el gobierno no son ciudadanos con derechos sino marginales—;

2) Después de los disturbios, la prensa con más tiraje de la Argentina titula de la misma manera las notas: «Destrozos, heridos y 124 detenidos en una batalla de barrabravas y militantes contra policías frente al Congreso». Es llamativa la coincidencia;

3) Utilizan una vez más un recurso más antiguo que Aristóteles: introducen en la marcha a miembros de las fuerzas de inseguridad disfrazados de manifestantes con el solo propósito de crear caos y justificar la represión.

En la Plaza Congreso, en Sáenz Peña y Rivadavia, los asistentes estaban armados solamente con celulares o pancartas. Doy fe porque estuve ahí. Ninguna piedra me rozó la cabeza y nadie me empujó ni me agredió. Había personas de muy diferentes edades y ocupaciones que cantaban sus consignas y se manifestaban de manera pacífica, nada más que eso.

El fotoperiodista Pablo Grillo no fue golpeado en la cabeza por una piedra sino por una cápsula de gas lacrimógeno disparada por la policía. La jubilada de 87 años no terminó en el piso inconsciente por un golpe de un barrabrava sino por el empujón de un miembro de las fuerzas de inseguridad.

A mí no me la van a contar.         

La imagen es de propia cosecha.

                    Carles Tàvec

miércoles, 12 de marzo de 2025

LIZ Y RICHARD

 

Esta carta fue escrita y enviada por Richard Burton a Liz Taylor a los ocho meses de haberse casado con su última mujer, y una semana antes de morir a los 59 años. En ese último año no volvieron a verse. La carta la encontró Liz Taylor en su casa de California al regresar del entierro de Richard Burton en Suiza.

"Quiero saber cómo estás, odio mío, mi cara y mi cruz, sombra y luz, mi paloma y mi cuervo. Por aquí nada nuevo: el lago opaco, la tapia de lluvia, la ventana ciega por la que brilla el ágata del recuerdo de tus ojos violeta. Repta el domingo por la tarde, bebo... Déjame decirte que estoy triste como un perro viejo y que mi soledad es una casa enorme, vacía e inútil, como ésta. Mi gata amarilla maúlla... ojalá fuera a tu sombra, a tu silueta de diosa antigua... también la gata te añora y araña el molde de tu ausencia.Parece que le has dejado tus ojos puestos para que no pueda olvidarte. Si pudieras contestarme que aún no es demasiado tarde para el marinero borracho que desea volver a su muelle... aprieto el corazón contra la ventana y mi pulso y el reloj de la lluvia repiten tu nombre y el mío. Eres como la lluvia y la memoria, clara y oscura, el arma y la herida, falsa y hermosa, ardiente y fría...

Me da por pensar que te has quedado , que el tiempo no ha pasado y que esta no es la carta de un borracho, sino un poema desbaratado... siempre vuelve a mí ese tiempo que habitamos como huéspedes del éxito, con nuestra cama a la deriva por los remolinos del Tíber, con las caricias de los celos y los mordiscos del deseo, las seducciones del engaño y el beso de la culpa... no hay vida sin ti, eres el hueso y la vena, turbia y clara, el muro y la hiedra, la hierba que besará mi lápida: la vida y la nada. Ya no volverá el instante de tiniebla donde galopabas sobre la ola de mi orgasmo. Conmigo en ti te sueño. Ya termino como te digo, por aquí no hay nada nuevo, el lago opaco, los ladridos del viento, es domingo por la tarde... no, ya es de noche, y bebo...sigue lloviendo sobre esta casa nueva, ruinosa,que parece que no tiene techo, solo el suelo de tu ausencia. Llueve sobre mí, y sobre estas palabras borrosas, que te nombran mil veces. En el fondo nunca nos hemos separado. Y supongo que nunca lo haremos...”

( de la web)

miércoles, 26 de febrero de 2025

DIOS

Pensamientos y aspiraciones. Mónica Bardi

Ya sé que somos como torpes hormiguitas para ti, Dios, pero si por casualidad tu celestial linterna nos hiciera llegar un haz de luz y de golpe nos vieras te darías cuenta de qué gran necesidad tenemos de un "padre" o una "madre". Es igual uno u otra, pero que nos dé la esperanza de tu existencia. No estrictamente para una vida mejor, allá, entre las nubes, tocando la lira. O peor, allá, en el fondo de esas escalofriantes llamas, en el Averno. No, no es eso. 

Solo pido saber que tú existes y que sabes de nuestra existencia. Es un pequeño consuelo, lo sé, pero a mí me haría sentir ¡tan acompañada!

Esta torpe hormiguita se sentiría asistida por una mirada que debería ser bondadosa y comprensiva, quiero creer. Tu sola presencia, aunque vivas distraído por otros temas más importantes, Dios, me haría sentir ¡tan acompañada!

En fin, eso es todo y muchos saludos, estés donde estés y existas o no existas. 

sábado, 22 de febrero de 2025

LA INDIFERENCIA DEL UNIVERSO

 

En 1968 Playboy, la conocida revista para adultos, realizó una entrevista al entonces cuadragenario Kubrick, aprovechando el furor y la controversia que el estreno de su entonces reciente película "2001: Odisea en el espacio había desatado". Seguramente lo último que esperaba la publicación era una valiosa lección sobre filosofía y una sesuda reflexión sobre la existencia y su sentido. Su inolvidable respuesta:

«Playboy: Si la vida carece de propósito, ¿sientes que vale la pena vivir?

Kubrick: Sí, para aquellos que de alguna forma se las arreglan para hacer frente a nuestra mortalidad. La mismísima falta de sentido de la vida fuerza al hombre a crear su propio sentido. Los niños, por supuesto, comienzan la vida con una capacidad de asombro pura, pueden experimentar total alegría con cosas simples como el verdor de una hoja; pero al crecer se van dando cuenta de lo inevitable de la muerte y su envejecimiento comienza a afectar esa conciencia y súbitamente erradica su joie de vivre (o alegría por vivir), su idealismo y la asunción de su propia inmortalidad. Cuando un niño madura, mira muerte y dolor a su alrededor y comienza a perder la fe, la mayor bondad en el humano. Pero si es razonablemente fuerte, y suertudo, puede emerger de este traspié del alma y renacer con nuevo impulso vital.

Gracias y a pesar de ser consciente del sinsentido de la vida, puede construir un fresco sentido afirmativo de su propósito. Tal vez nunca podrá re-apropiarse de aquel sentido puro del asombro, pero puede moldear algo mucho más permanente y sustancial. El hecho mas aterrorizante del universo no es que pueda ser hostil sino que es indiferente; pero si podemos confrontar esa indiferencia y aceptar los retos de la vida dentro de los límites de la muerte –sin importar en qué tan flexibles podamos convertirlos– nuestra existencia como especie puede encontrar un genuino sentido y realización. Sin importar qué tan vasta pueda ser la oscuridad, debemos proyectar nuestra propia luz.»

domingo, 16 de febrero de 2025

BRAGAS NEGRAS

 


EL PORQUE DEL CALZÓN NEGRO

 Aquí va una pequeña muestra de la picardía dicha en prosa y rima, sin una sola grosería, es de admirar el ingenio y que siendo algo complicado, no incluya palabra obscena:

Salió una anciana del baño,

 Su viejito la miraba

 Y al punto le preguntaba:

“De dónde es el gusto extraño".

 Pues ya llevas varios años

 Usando ropa interior

 De oscuro y serio color,

 Y ya mi vista se aburre,

 ¿Qué acaso no se te ocurre? 

¿Qué eso te da más calor?


 La viejita indiferente

 caminando paso a paso

 Levanta en su mano un vaso y allí sumerge los dientes.

 Al viejo mira de frente para darle explicación.

 Se acomoda en el colchón y guarda una breve pausa,

 Aquí te digo la causa

 De lo negro del calzón.


 Muchos colores usé,

 Pues la carne firme estaba,

 El fuego que me quemaba

 Contigo lo disfruté.

 Hace tiempo lo apagué.

 Por no hacerlo disoluto,

 te fui fiel en lo absoluto.

 Lo que te digo es muy cierto:

 Cuando el pájaro está muerto,

 El nido viste de luto.🌼💜💜🤦🏻‍♂️

viernes, 31 de enero de 2025

TESLA Y MARTE

 CUANDO EL FINAL SE TRANSFORMÓ EN EL PRINCIPIO

GUSTAVO JASSIN

Había una vez, un chico que no entendía lo que sucedía a su alrededor. Su abuelo, había sido un jerarca nazi y le costaba entender que significaba extender el brazo y adorar a una persona que era como Chaplin, pero, del otro lado, el de los malos. Su familia emigró a Canadá y con un cerebro que competía contra su incapacidad de empatizar con la sociedad, se obsesionó con hacer dinero y mas dinero para que un día, finalmente, pudiera viajar a un planeta como Marte y que ahí, no lo molestaran aquellos que su abuelo decía que eran molestos, como los pobres, los de piel oscura, los judíos, etc. Así fue como tras apostar para que los coches fueran eléctricos, con excusa de ser menos contaminantes, pero, sin advertir que las baterías vencidas, gasificaban y contaminaban mucho mas que la carburación fósil. El hombre había creado el coche eléctrico que ya podía circular por Marte y a la vez, permitía crear una lanzadera mediática.

Era extremadamente inteligente, al punto de poder doblegar al propio presidente de un país muy poderoso a quien puso a disposición toda su estructura mediática para que el mundo pudiera ser grande otra vez, como si alguna vez hubiera sido gigante y diáfano, pero la receta funcionó.

Habían pasado unos años y sus cohetes de carga, permitieron que toda la gente que admiraba al personaje y con sus fortunas que solo apuntaban al materialismo como finitud, encontraron por fin la nueva sociedad marciana, al fin marginada de chusma, pobreza y mediocridad. Convenció a la nueva sociedad para que el planeta se llamara el Planeta Rubio. Al principio, todos estaban excitados , tal si navegaran en un super crucero con mil atracciones, pero, comenzaron las tormentas marcianas y ya no podían salir de los refugios. Ni siquiera podían sacar a pasear sus coches eléctricos  porque serían devorados por repentinos huracanes. Muy rápidamente, percibieron que el encierro los envejecía prematuramente, se les deformaban los rostros que se iban poblando de arrugas. Los huesos no soportaban el propio peso.

Así fue como todos comenzaron a reclamarle al mentor y propietario del planeta Rubio. A cada protesta, el hombre sonreía sardónicamente , bailaba, extendía el brazo como su abuelo nazi y sus carcajadas no se detenían para dar alguna propuesta. Los que creían ser privilegiados, veían a traves de las pantallas y bajo encierro, como en realidad, habían caído en el pozo mas profundo de la locura.

Querían desesperadamente volver a la Tierra. Pero el hombre que no cesaba en sus carcajadas solo se limitaba a decir que era un viaje sin retorno.

Los hielos de los polos habían vuelto a sus magnitudes. Las estaciones , tal si fuera la obra de Vivaldi, volvieron a su armonía. Hacía tiempo que las noticias no hablaban de guerras y catástrofes. Por el contrario, la tendencia de los telediarios era competir en las buenas noticias.

Habían pasado decenas de años desde la oscuridad. Había algo mas, del otro lado del horizonte...la ideología de geometría cartesiana, creada para dividir a la humanidad, se había derretido en su propia ignorancia. La gente se movía, tanto a pie, como en toda clase de vehículos, principalmente con la tecnología magnética y la que reciclaba el vapor. Paradójicamente, su inventor, había sido un hombre llamado Tesla.

domingo, 19 de enero de 2025

ANTIPOESÍA

 


Nicanor Parra (1914-2018) fue un escritor chileno, que revolucionó el mundo de la literatura al fundar la antipoesía. Con esta forma de expresión artística, buscaba romper con todas las normas académicas que, históricamente, habían generado una “alta cultura”, dejando a un lado y desprestigiando la “cultura popular”.


En este sentido, los antipoemas de Nicanor Parra se oponen a la polarización en el arte, y buscan encontrar lectores sin importar su nivel de estudios o su nivel socioeconómico. Por tanto, en los versos se encontrarán refranes, dichos populares, crítica social, política y religiosa, y también mucho humor.


De esta manera, se rompen ciertos moldes académicos y también se recupera el canto de los rapsodas y los juglares. Asimismo, se recupera la estética del absurdo que proponían las vanguardias literarias, principalmente el surrealismo.

DESORDEN EN EL CIELO

Un cura sin saber cómo,

Llegó a las puertas del cielo,

Tocó la aldaba de bronce,

A abrirle vino San Pedro:

“Si no me dejas entrar

Te corto los crisantemos”.

Con voz respondióle el santo

Que se parecía al trueno:

“Retírate de mi vista

Caballo de mal agüero.

Cristo Jesús no se compra

Con mandas ni con dinero

Y no se llega a sus pies

Con dichos de marinero.

Aquí no se necesita

Del brillo de tu esqueleto

Para amenizar el baile

De Dios y de sus adeptos.

Viviste entre los humanos

Del miedo de los enfermos

Vendiendo medallas falsas

Y cruces de cementerio.

Mientras los demás mordían

Un mísero pan de afrecho

Tú te llenabas la panza

De carne y de huevos frescos.

La araña de la lujuria

Se multiplicó en tu cuerpo

Paraguas chorreando sangre

¡Murciélago del infierno!”


Después resonó un portazo,

Un rayo iluminó el cielo,

temblaron los corredores

Y el ánima sin respeto

Del fraile rodó de espaldas

Al hoyo de los infiernos.

sábado, 11 de enero de 2025

NEUROCIENCIA

EL PAIS, 5/1/2025 SOCIEDAD. 

[...] Rafael Yuste, 61 años, madrileño, dirige el Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia (EEUU) pero además trabaja para dar forma inminente al Centro Nacional de Neurotecnología (Spain Neurotech), que se instalará en la Universidad Autónoma de Madrid. 

Cuenta que hace una década, un experimento cambió su vida. "Estudiando la corteza visual de un ratón, pudimos no solamente descifrar lo que estaba viendo, sino manipular su actividad cerebral para hacerle creer que estaba viendo cosas que no estaba viendo. Como si le metiésemos una alucinación en su cerebro. Y el ratón se  empezó a comportar como si realmente estuviese viendo una imagen falsa. Lo manejábamos como una marioneta. Aquella noche no dormí". [...] "Hemos abierto la puerta a unos problemas éticos y sociales gordísimos, como le ocurrió al físico Robert Oppenheimer con la bomba atómica". 

Pregunta: "¿Cómo será el Centro Nacional de Neurotecnología?"

Respuesta: "Tendrá más de 250 investigadores y tres grandes departamentos dedicados a fabricar dispositivos para medir la actividad del cerebro y modificarla. Uno de neurobiólogos, otro de neuroingenieros y otro de inteligencia artificial. Y otros tres departamentos pequeños para coordinar ensayos clínicos en toda España y aplicar las neurotecnologías a los pacientes, una pequeña incubadora de empresas para generar valor económico y otra de ética y derechos humanos. No existe nada similar en el mundo".

Pregunta: "El Ministerio de Ciencia se ha comprometido a poner 120 millones de euros, incluidos 40 millones de los fondos europeos; la Comunidad de Madrid, 78 millones, y la Universidad Autónoma  de Madrid, dos millones ¿Es suficiente?"

Respuesta: "Es fantástico. Ha sido una cosa preciosa, que se tiene que contar. Con la tragedia del covid, llegaron los fondos europeos para reconstruir el tejido tecnológico, industrial y científico. Surgió una oportunidad histórica para la ciencia española y las dos administraciones más enconadas que te puedes imaginar han puesto a la ciencia por encima de sus diferencias. Me he reunido varias veces con Isabel Díaz Ayuso (del PP) como con el presidente Sánchez (del PSOE) y no tengo ninguna queja. Han puesto todo lo que tenían que poner y más". 

[...]Pregunta: "Usted preside la Fundación de Neuroderechos, dedicada a alertar de las implicaciones éticas de la neurotecnología".

Respuesta: "Hemos conseguido que la actividad cerebral esté protegida por ley en cuatro lugares del mundo. Primero fue Chile, que hace tres años se convirtió en el primer país donde se protege la actividad cerebral de la ciudadanía. En 2023 lo hizo el Estado brasileño de Río Grande del Sur, y en 2024 , dos estados de Estados Unidos, Colorado y California, incluyeron leyes de protección de datos cerebrales. También hay proyectos de ley en Uruguay, Ecuador, México y Brasil. 

Pregunta: "¿Y en España?"

Respuesta: "Todavía no se ha hecho nada, pero ha habido dos reuniones". 

El artículo termina diciendo que lo mejor sería una regulación mundial pero que, de momento, es complicado. ........................................................................

Bueno, otra caja de los truenos que se abre, pienso. Otro brutal desafío por delante. Todo avance tiene, como ya sabemos, sus partes buenas y de las otras. Pero lo que a mí me da que pensar mucho, muchísimo, es que los avances tecnológicos que tanto nos sorprenden siempre están relacionados con la economía, o sea, todo eso es caro, carísimo. Y los aparatajes necesarios para llevar adelante esos temas están en manos de LOS MISMOS DE SIEMPRE, o sea, de personas y países con gran poder, es un monopolio... y eso a mi me pone muy nerviosa.

miércoles, 8 de enero de 2025

¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

TATO BORES

La culpa de todo la tiene el ministro de Economía dijo uno. >>No señor!!! dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del zócalo. La culpa de todo la tienen los evasores.

>>Mentiras!!! dijeron los evasores mientras cobraban el 50 por ciento en negro y el otro 50 por ciento también en negro. La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con tanto impuesto.

>>Falso!!! dijeron los de la economía mientras preparaban un nuevo impuesto al estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron toda la guita.

>>Pero, por favor…!!! dijo un empresario de la patria contratista mientras cobraba peaje a la entrada de las escuelas publicas. La culpa de todo la tienen los de la patria financiera.

>>Calumnias!!! dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral.

>>Se equivoca!!! dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se llamaba "Haga su propio curro" pero que, en realidad sólo contenía páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar el gasto público.

>>No es cierto!!! dijo un empleado público mientas con una mano se rascaba el pupo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos.

>>Eso es pura maldad!!! dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de la tierra que no nos dejaron nada.

>>Patrañas!!! dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas, peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas.

>>Perversos!!! dijeron los del politburó local mientras bajaban línea para elaborar el duelo. La culpa de todo la tiene la guerrilla trotskista.

>>Verso!!! dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas.

>>Malvados!!! dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos.

>>Racistas!!! dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano del Once. La culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les importa.

>>Blasfemia!!! dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos que creen en el Big Bang y no en Dios.

>>Error!!! dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más gente en menos tiempo con menos ruido y mucho más barata. La culpa de todo la tienen los padres que no educan a sus hijos.

>>Infamia!!! dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir.

>>Me ofenden!!! dijo un ladrón mientras arrebataba una cadenita a una jubilada y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tiene los policías que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante.

>>Minga!!! dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra.

>>Desacato!!! dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de quinientas hojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños de la verdad y los salvadores de la patria.

>>Negativo!!! dijo un coronel mientras ordenaba a su asistente que fuera preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo.

>>Ustedes están del coco!!! dijo un joven mientras pedía explicaciones de por qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir. La culpa de todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron.

>>Embusteros!!! dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial. La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios.

>>Censura!!! dijo un periodista mientras, con los dedos cruzados, rezaba por la violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el imperialismo.

>>That's not true!!! (Eso no es cierto!!!) dijo un imperialista mientras cargaba en su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente incluida.

The ones to blame are the sepoy, that allowed us to take even the cat (la culpa la tienen los cipayos que nos permitieron llevarnos hasta el gato).

>>Infundios!!! dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más rentables. La culpa de todo la tiene Magoya.

>>Ridículo!!! dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto.

>>Cobardes!!! dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo la tiene la gente como vos por escribir boludeces.

>>Paren la mano!!! dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quien tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene El Otro.

>>EL Otro siempre tiene la culpa!!! Eso, eso! exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene El Otro!!!

Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión (de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto.

Mientras nos íbamos no podíamos dejar de pensar:hdp,hdp,hdp; Que flor de guacho que resultó ser El OTRO! 


Tato Bores. Sí, varios años atrás...

domingo, 29 de diciembre de 2024

COSAS QUE ME CUENTAN (7)

 Va a ser difícil hacer una síntesis corta de lo que quiero contaros. Pero lo intentaré porque es una epopeya única y asombrosa. Y, después de todo, éste es mi blog y escribo lo que me da la gana y que me lea el que le da la gana.  

La explicación larga y profundamente interesante la encontrarán en YouTube, en la voz y la imagen de la extraordinaria comunicadora Eva Tobalina, profesora de historia antigua de la Universidad Internacional de La Rioja, España, con el título de "Anábasis de Jenofonte y los 10.000 hoplitas". 

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Época: 400 años aC. 

Lugar: Imperio Persa. 

Actuales Irán, Irak, Azerbaiyán, Afganistán y partes de Turquía, Siria, Pakistán, el Cáucaso, Asia central, y Arabia. 


Personajes: 1)Jenofonte (431 aC- 354 aC) hoplita (mercenario) ateniense, pero además,  historiador, filósofo y escritor. 

2) Ciro "el joven", (424 aC- 401 aC), persa aqueménida candidato al trono. 

3) Artajerjes II, su hermano, también candidato al trono y enemigo a muerte del anterior.  

4) 10.000 hoplitas, mercenarios griegos con gran experiencia guerrera. 

CONTEXTO: Pasaron las guerras médicas (492-449 aC) y vencieron los griegos a los persas. Pero como los hombres no pueden vivir sin matarse entre sí,  vinieron las guerras del Peloponeso (431-404 aC), guerras civiles entre griegos: Esparta contra Atenas y viceversa. 

Los persas, para no quedarse atrás, también peleaban, matándose entre ellos por cuestiones dinásticas. (Porque total, las mujeres seguían pariendo hombres;  muchos de ellos deseosos de guerra... y así seguimos).

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Empecemos de una vez: Ciro "el joven", candidato al poder persa empezó a reclutar mercenarios griegos, los HOPLITAS, que andaban un poco en el paro (desempleo), para cargarse a su hermano Artajerjes II y así hacerse con el trono. Resolutivamente se hacían las cosas en ese tiempo, sin segundas oportunidades. 

Ciro "el joven" reclutó a más de 12000 mercenarios pero con un engaño. Les dijo que sofocarían una revuelta de unos bárbaros, etc, etc, y no dijo nada de una guerra familiar persa por el trono. Como les pagaban muy bien los hoplitas aceptaron. Al fin y al cabo, eran mercenarios. 

Pero hete aquí que, después de mucho andar, los hoplitas sospecharon que algo no iba bien porque cada vez se adentraban más en el corazón del imperio persa y los supuestos bárbaros no aparecían por ningún lado, así que en la ciudad de Cilicia se negaron a seguir. Cilicia está ubicada en la zona costera meridional de la península de Anatolia. 

Entonces Ciro "el joven" duplicó el pago, los llenó de oro, así que los hoplitas aceptaron y continuaron por la costa del río Éufrates hasta que llegaron a Babilonia. Allí, inesperadamente, se toparon con el enorme ejército del hermano de Ciro "el joven", Artajerjes II, mucho más grande que el de ellos, a pesar de lo cual los griegos ganaron la contienda porque combatían mucho mejor. Pero en el fragor de la pelea no se dieron cuenta que a Ciro "el joven" lo habían matado de un flechazo en un ojo, así que todo el esfuerzo había sido en vano porque el heredero había muerto.  Cuando los mensajeros llegaron con la funesta noticia, ya era tarde y los hoplitas quedaron totalmente desorientados. Era el 4 de septiembre del 401 a de C. y la batalla se llamó Cunaxa. 

Había que volver a casa pero ¿cómo? Sus generales habían sido engañados y asesinados... no tenían nada, sus campamentos habían sido devastados, las riquezas robadas y nadie quería ayudarlos porque, a fin de cuentas, eran unos griegos de mierda en tierra ajena.  En estas situaciones desesperadas es cuando puede aparecer un líder, un superdotado lleno de valor, inteligencia y astucia. 

Y apareció: Jenofonte tenía 30 años, había sido discípulo de Sócrates, era historiador y filósofo (insólito que, además, se ganara la vida como mercenario, pienso yo. Pero después lo pienso mejor y me digo: nada ha cambiado), y se dirigió a esa multitud de soldados desanimados, contándoles un sueño que había tenido la noche anterior: soñó que una intensa claridad  había iluminado de forma sublime la casa de su padre en Atenas y que esa era una inequívoca señal del dios Zeus,  indicándoles que prosiguieran su camino de vuelta a Grecia y que contaban con su protección. Totalmente abducidos por ese orador extraordinario, los guerreros retomaron sus menguadas energías y caminaron por la orilla del río Tigris con gran esfuerzo y sin apenas nada que comer, dia tras día; pero allí los pilló el invierno y tenían que atravesar la cordillera del Tauro. 

Con sus túnicas y sus sandalias no podían protegerse de las intensas nevadas y el frío tiritante. Los dedos de los pies se les necrosaban, el hambre los empujaba a comer cualquier cosa para después vomitar (era una bulimia muy distinta de la que conocemos actualmente), las tiras de las sandalias congeladas se les clavaban en la piel, o sea, una tortura. Pero seguían... los que podían, ya que muchos murieron por el camino. 

Además, sabían que el persa les pisaba los talones. Algunos se dejaban morir o pedían que los degollaran para no caer en manos enemigas. Así recorrieron 700 kilómetros y por fin vieron a lo lejos la costa sur del mar Negro. Los que iban adelante empezaron a gritar: "¡MAR, MAR!" y su grito de alegría se fue propagando de la rompiente hacia dentro como el viento que peina al trigo. 

Esa euforia duró poco porque el calvario no había terminado, ya que las colonias griegas que iban encontrando en su camino cerraban sus puertas de solo verlos. Les asustaban tantos guerreros hambrientos y desesperados y temían ser saqueados. Unos pocos samaritanos que vivían en el campo los ayudaban en su agónica supervivencia. 

Increíblemente llegaron a Bizancio, (después llamada Constantinopla y ahora Estambul), donde por fin pudieron reponerse, arribar de a poco al mar Egeo y volver a sus casas. Eran 6000, los otros quedaron por el camino y la travesía duró un año y tres meses. 

IDA Y VUELTA DE LOS HOPLITAS

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Lo extraordinario de esta cuestión es que, a pesar de los terribles sufrimientos pasados, casi todos volvieron a incorporarse como mercenarios, incluido Jenofonte quien, años más tarde y ya retirado, empezó a escribir y contar aquélla epopeya a un nivel de detalle inverosímil y casi microscópico. Tanto, que posteriormente fue usada a modo de manual orientativo por Alejandro Magno cuando por fin derrotó al imperio persa. Ese escrito se llama ANÁBASIS. 

Anábasis es una palabra griega que titula obras clásicas de la literatura helénica y que significa "subida, expedición hacia el interior desde la costa". Algo paradójico porque en este caso los hoplitas buscaban las costas del mar Negro y del Egeo, o sea, exactamente al revés, del interior hacia la costa. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, pero lo que no se ha acabado es la cantidad de reflexiones que nos deja esta épica historia. Entre otras pienso: ¿el hombre no habrá sido "fabricado" para tener una vida acorde con su testosterona, o sea, "peleona"? ¿Y la mujer no hará sido "fabricada" para que no se extinga la especie demasiado pronto a manos de los hombres? Más y más leo de historia y más y más veo que la autodestrucción parece ser el camino de nuestra especie, con notables y excepcionales épocas (y regiones) de paz, construcción y arte, pero con un incierto destino. Porque es muy difícil que una especie tan depredadora e invasora sobreviva por "siempre jamás".