domingo, 20 de abril de 2025

TENER FE ES DE VALIENTES

 


MILAGRO DE PASCUA por Marcos Aycierex 

Llegué a creer que la fe era algo con lo que uno nace o no nace.

Pero yo encontré hace poco un camino a la fe.  No vino por herencia, no fue una revelación ni por cumplir una promesa o una peregrinación, la fui descubriendo, fue como ir caminando por la playa juntando piedritas. Encontrarnos me ha llevado más de medio siglo de espantos y asombros, mi fe tiene más de naturaleza que de teología, más que ver con la experiencia que con la doctrina, más con la gente que con los santos, más con la creación y la libertad que con los dogmas y los templos, e incluye, debo decirlo,  más la duda que las certezas.

Tener fe no es confiar en que las cosas sucederán como queremos, el biribiri de pedir y agradecer, eso es hacer negocios.

No es sentarse a esperar el milagro, es sentirse parte de él.

Tengo fe en ese "algo" que danza, esa fuerza inexplicable que da forma la materia, mantiene erguido el esqueleto y nos habla en ciertos crepúsculos. Mi fe no mueve montañas, de hecho, es bastante frágil, a la medida de mi minúscula presencia en un universo que me excede, pero también me contiene. 

No me siento “espiritual”, soy materia y vacío, hago sombra, soy todo lo que se ve y tambien lo que está más allá de mi cuerpo, soy ese cascarudo bajo la luna y soy el niño de Ga2a que nos mira desde una foto. Si no me siento parte del mundo, ¿cómo voy a hacer algo por él?

No puedo decir mucho más, lo sagrado habla en silencio, la mirada de los caballos, el color granate, la risa de un hijo, no todo lo que existe entra en las palabras. En tiempos de producción y tecnologías, tener fe es de valientes. Darnos cuenta de que un misterio nos contiene nos ayuda a dejar de rumiar laberintos. Pensar en lo que trasciende es una cualidad de nuestra especie, reconozcámonos en ella, volvamos a lo humano.

En cuanto a este hombre que hoy ha sido crucificado y tal vez regrese el domingo de Pascua sepamos que su enseñanza muere en cada golpe que damos a otro y en cada acto de amor resucita, cada uno sabrá...pero es necesario decidir de qué lado queremos estar, después de todo, vos y yo, y  todos,  somos ese amor que damos. Seamos milagro, ahora, siempre.

Marcos Ayciriex

miércoles, 16 de abril de 2025

ORÍGENES DE LA MITOLOGÍA

 


Hoy toca mitología mesopotámica, región situada entre los ríos Tigris y Éufrates que desembocan en el Golfo Pérsico y son la cuna de la escritura en caracteres protocuneiformes sumeria y cretense. 

Unos 4500 años antes de Cristo la gente creía en dos divinidades: ENLIL, quien separó el cielo de la tierra y ENKI, dios de las aguas dulces. También había una fémina INANNA, diosa del amor y de la guerra, que representaba los aspectos pasionales. (Posteriormente, los griegos las separaron en Atenea, de la guerra y Afrodita, del amor). 

Pero en el 2° milenio a. C. Nabucodonosor I (no el de los jardines colgantes, ese fue después) decidió conscientemente promover a un dios local por razones políticas y propagandísticas e inventó un ENUMA ELIS (himno de los dioses) con una leyenda algo diferente a conveniencia de los intereses de la élite. Contó a la gente que primero fue el caos y los dioses vinieron a poner orden. El dios del agua dulce APSU se unió a la diosa del agua salada TIAMAT dando lugar a una segunda generación de dioses. Pero como eran muy ruidosos y, por lo visto, a los mesopotámicos eso les molestaba mucho, decidieron aniquilarlos para recuperar el silencio. Pero un dios se apiadó de ellos y engendró a una tercera generación que dió lugar al omnipotente, guapo, fuerte, valiente y generoso dios MARDUK. 

Mientras tanto, la viuda de ASPU, TIAMAT, furiosa por haber perdido a su progenie, adoptó la forma de una serpiente gigantesca que ocupaba todo el mundo conocido, que estaba dispuesta a devorar a sus hijos y a sus nietos. Frente a semejante monstruo todos los dioses huyeron cobardemente, menos MARDUK que logró matarla usando el viento y los relámpagos. Con sus restos creó la Tierra, recogió su sangre y, mezclándola con barro, creó a los seres humanos. Estos humanos tenían una chispa de divinidad por la sangre de la diosa pero habían sido creados exclusivamente para trabajar para los dioses. 

Nadie protestaba porque todos creían en la leyenda y llevaban ofrendas, cosechas y animales al zigurat, donde vivían los dioses y, sobretodo a MARDUK, el dios héroe. Se decía que en agradecimiento a su gran valor los dioses le construyeron un divino zigurat que se cree que podría ser la torre de Babel de los hebreos, que aparece en la Biblia. 

Los zigurats eran enormes y lujosos lugares donde también vivían los sacerdotes, los reyes y una legión inmensa de sirvientes que se ocupaban de alimentar, vestir y perfumar a una estatua de madera, donde se suponía que moraba el dios. 

Cuando la estatua se arruinaba con el tiempo, construían otra y mediante rituales muy complicados y estrictos, se aseguraban de que el dios hubiera entrado en ella. 

La gente del pueblo tenía totalmente prohibido entrar a los zigurats. Sólo veían a su dios una vez al año cuando todos los demás dioses acudían a visitarlo y entonces salían en procesión para el gran festival. Por lo visto, las personas corrientes, segurísimas que dentro de esa estatua de madera estaba el dios, caían en ataques místicos, cantaban y gritaban, mientras avanzaba la procesión. 

Todo fue bien durante un tiempo hasta que empezó a molestar que los humanos muy ruidosos se multiplicaran en exceso y, siempre según la leyenda, los dioses deciden mandar una gran inundación que sería nuestro conocido diluvio universal. Pero otra vez un dios se apiada de ellos y les avisa. Unos pocos se  ponen a salvo junto con las demás especies y empiezan de nuevo. Entonces aparece un nuevo obstáculo: los dioses, como todo el mundo sabe, son inmortales. Al ser los hombres también inmortales surgía un tema peliagudo e incompatible. Para solucionarlo la leyenda crea a la Muerte que aparece por primera vez y resuelve el tema para que los humanos no se multipliquen indefinidamente. Pero esa pequeña chispa de divinidad que tuvieron al ser creados les permitía salir del cuerpo que se pudría en el inframundo y seguir adelante de alguna manera: así se inventó el alma. Como seguramente habrán ya deducido, seguimos más o menos con la misma narración. 

Toda esta interesantísima información se ha podido recuperar de las tablillas de arcilla con escritura cuneiforme que continuamente se siguen encontrando en las excavaciones arqueológicas. Yo lo he resumido de la largas explicaciones que he visto en YouTube de la profesora de historia antigua de la Universidad de La Rioja (España), Eva Tobalina, una extraordinaria comunicadora que no me cansa. Espero que les guste.

jueves, 3 de abril de 2025

MALVINAS

 

Gustavo Caso Rosendi Poeta, ex combatiente de Malvinas. Gracias por siempre.

3 poemas de su Libro SOLDADOS.

TRINCHERA


Comenzamos cavando como si

fuera nuestra propia tumba

Pero cuando el cielo escupía fuego

nos dábamos cuenta

que era un buen hogar

después de todo


**


Cuando cayó el soldado Vojkovic

dejó de vivir el papá de Vojkovic

y la mamá de Vojkovic y la hermana

También la novia que tejía

y destejía desolaciones de lana

y los hijos que nunca

llegaron a tener

Los tíos los abuelos los primos

los primos segundos

y el cuñado y los sobrinos

a los que Vojkovic regalaba chocolates

y algunos vecinos y unos pocos

amigos de Vojkovic y Colita el perro

y un compañero de la primaria

que Vojkovic tenía medio olvidado

y hasta el almacenero

a quien Vojkovic

le compraba la yerba

cuando estaba de guardia


Cuando cayó el soldado Vojkovic

cayeron todas las hojas de la cuadra

todos los gorriones todas las persianas


**


GURKAS

Mercenarios de perfil bajo

(los únicos que los vieron

ya no están)


Cuchillos fantasmales

cortando los sueños


¿Pero acaso nosotros

no veníamos del país de

las picanas sobre panzas

embarazadas?


¿Quién le tenía que tener

miedo a quién?


© Gustavo Caso Rosendi

martes, 1 de abril de 2025

CASTRACIÓN

Narración basada en hechos reales. Mónica Bardi. 

Y no quedó más remedio. Todos nos resistimos pero no hubo caso: al gato Tito hubo que hacerle una testiculotomía, o sea, cortarle sus huevecitos, castrarlo. ¡Qué palabritas, mamita mía! La decisión se tomó porque volvía destrozado de sus aventuras nocturnas: gatos, gatas y gates, como se dice ahora, caían bajo su mágico influjo de tipo medio seductor y medio mafioso, como Al Pacino. Vivía entre el amor y el odio, los celos y la competencia; a juzgar por el estado en que retornaba al hogar.  

En la familia se intentó todo para encarrilar a ese felino adolescente pero  sin ningún resultado. El Cuaco, mi ganso ampurdanés, lo regañó severamente, graznando con su trompetilla a todo volumen, yo también pero no graznando sino hablándole dulcemente; mi hija se horrorizó al verlo en ese estado y le gritó, mi nieto le advirtió que sus aventuras siempre habían terminado mal, quizás basándose en su propia experiencia. Pero para Tito toda admonición era inútil porque su conducta era compulsiva. Se veía empujado por fuerzas irresistibles a conquistar el imperio persa, o sea, la casa del vecino: lo deberíamos haber bautizado ALEJANDRO. 

Cuando las heridas en su carita felina adquirieron tintes dramáticos se lo metió en un transportín con destino a un veterinario y adiós a sus posibilidades de dejar descendencia. O quizás ya la dejó y no supimos nada. Es que no cuenta nada el muy boludo: todo en su vida es un misterio, como un vulgar Vito Corleone.

Y ahora la secuencia: para que se le curara la profunda herida de la cara hubo que ponerle ese espantoso collar isabelino para que no se rasque y cortarle las uñas de las patas traseras, impedirle salir al jardín y que se acostumbre al cajón de arena en el baño.

Sufrió mucho pero fue todo lo buen  paciente que pudo: se dejaba desinfectar y poner la crema cicatrizante dos veces por día. Tomaba las pastillas mezcladas con delicatessen para gatos. Por la noche, sin embargo, era cuando venían los problemas. Maullaba agónicamente por los pasillos de la casa pidiendo guerra porque las hormonas restantes todavía tiraban de él, pero nadie le abría la puerta o la ventana hasta que se curara. El gato desesperado, pero hay que entender que Tito está a cargo de un extenso jardín y allí no puede entrar nadie que no sea humano: es mucha responsabilidad para un bicho de año y medio. 

El ganso Cuaco salta las alarmas con su trompetilla aguda al primer ruido raro, pero para más no da el pobre plumífero.

Así que un nuevo sonido salió de la garganta de Tito: un rugido. Sí, un rugido siempre nocturno. Sorpresa general: ¿y ese nuevo ruido teñido de salvajismo? Todo el mundo saltó de la cama, varias puertas de dormitorios se abrieron y otros tantos ojos legañosos miraron al pasillo: allí estaba el guardián nocturno emulando a un león y exigiendo más libertad. Sólo le faltaba una motosierra para destrozar obstáculos, cualesquiera que estos fueran. 

Los días pasaron lo mejor que pudieron, las heridas se fueron curando lentamente y por fin se le pudo sacar el agónico collar gótico, aunque se le volvieron a cortar las uñas de las patas traseras. Como verán, todo es a base de filos, tijeras y bisturíes. De a poco fue cicatrizando, ganando libertades y el jardín recuperó a su panóptico atento y vigilante. Afortunadamente, las hormonas descendieron y su agresividad quedó como de película cómica. Ahora tiene un severo retroceso: un ataque de gatitis, o sea, algo parecido a la mamitis que es el apego a su "madre". Que vengo a ser yo. ¡Tendré que poner una cama de matrimonio, mon Dieu!

jueves, 13 de marzo de 2025

DÉJÀ VU

 Déjà vu por CARLES TÀVEC

Es de pizarrón:

1) Un día antes el gobierno pretende invalidar la adhesión a la marcha de los jubilados: «van a ir barrabravas ligados al narcotráfico y gente de izquierda» —para el gobierno no son ciudadanos con derechos sino marginales—;

2) Después de los disturbios, la prensa con más tiraje de la Argentina titula de la misma manera las notas: «Destrozos, heridos y 124 detenidos en una batalla de barrabravas y militantes contra policías frente al Congreso». Es llamativa la coincidencia;

3) Utilizan una vez más un recurso más antiguo que Aristóteles: introducen en la marcha a miembros de las fuerzas de inseguridad disfrazados de manifestantes con el solo propósito de crear caos y justificar la represión.

En la Plaza Congreso, en Sáenz Peña y Rivadavia, los asistentes estaban armados solamente con celulares o pancartas. Doy fe porque estuve ahí. Ninguna piedra me rozó la cabeza y nadie me empujó ni me agredió. Había personas de muy diferentes edades y ocupaciones que cantaban sus consignas y se manifestaban de manera pacífica, nada más que eso.

El fotoperiodista Pablo Grillo no fue golpeado en la cabeza por una piedra sino por una cápsula de gas lacrimógeno disparada por la policía. La jubilada de 87 años no terminó en el piso inconsciente por un golpe de un barrabrava sino por el empujón de un miembro de las fuerzas de inseguridad.

A mí no me la van a contar.         

La imagen es de propia cosecha.

                    Carles Tàvec

miércoles, 12 de marzo de 2025

LIZ Y RICHARD

 

Esta carta fue escrita y enviada por Richard Burton a Liz Taylor a los ocho meses de haberse casado con su última mujer, y una semana antes de morir a los 59 años. En ese último año no volvieron a verse. La carta la encontró Liz Taylor en su casa de California al regresar del entierro de Richard Burton en Suiza.

"Quiero saber cómo estás, odio mío, mi cara y mi cruz, sombra y luz, mi paloma y mi cuervo. Por aquí nada nuevo: el lago opaco, la tapia de lluvia, la ventana ciega por la que brilla el ágata del recuerdo de tus ojos violeta. Repta el domingo por la tarde, bebo... Déjame decirte que estoy triste como un perro viejo y que mi soledad es una casa enorme, vacía e inútil, como ésta. Mi gata amarilla maúlla... ojalá fuera a tu sombra, a tu silueta de diosa antigua... también la gata te añora y araña el molde de tu ausencia.Parece que le has dejado tus ojos puestos para que no pueda olvidarte. Si pudieras contestarme que aún no es demasiado tarde para el marinero borracho que desea volver a su muelle... aprieto el corazón contra la ventana y mi pulso y el reloj de la lluvia repiten tu nombre y el mío. Eres como la lluvia y la memoria, clara y oscura, el arma y la herida, falsa y hermosa, ardiente y fría...

Me da por pensar que te has quedado , que el tiempo no ha pasado y que esta no es la carta de un borracho, sino un poema desbaratado... siempre vuelve a mí ese tiempo que habitamos como huéspedes del éxito, con nuestra cama a la deriva por los remolinos del Tíber, con las caricias de los celos y los mordiscos del deseo, las seducciones del engaño y el beso de la culpa... no hay vida sin ti, eres el hueso y la vena, turbia y clara, el muro y la hiedra, la hierba que besará mi lápida: la vida y la nada. Ya no volverá el instante de tiniebla donde galopabas sobre la ola de mi orgasmo. Conmigo en ti te sueño. Ya termino como te digo, por aquí no hay nada nuevo, el lago opaco, los ladridos del viento, es domingo por la tarde... no, ya es de noche, y bebo...sigue lloviendo sobre esta casa nueva, ruinosa,que parece que no tiene techo, solo el suelo de tu ausencia. Llueve sobre mí, y sobre estas palabras borrosas, que te nombran mil veces. En el fondo nunca nos hemos separado. Y supongo que nunca lo haremos...”

( de la web)

miércoles, 26 de febrero de 2025

DIOS

Pensamientos y aspiraciones. Mónica Bardi

Ya sé que somos como torpes hormiguitas para ti, Dios, pero si por casualidad tu celestial linterna nos hiciera llegar un haz de luz y de golpe nos vieras te darías cuenta de qué gran necesidad tenemos de un "padre" o una "madre". Es igual uno u otra, pero que nos dé la esperanza de tu existencia. No estrictamente para una vida mejor, allá, entre las nubes, tocando la lira. O peor, allá, en el fondo de esas escalofriantes llamas, en el Averno. No, no es eso. 

Solo pido saber que tú existes y que sabes de nuestra existencia. Es un pequeño consuelo, lo sé, pero a mí me haría sentir ¡tan acompañada!

Esta torpe hormiguita se sentiría asistida por una mirada que debería ser bondadosa y comprensiva, quiero creer. Tu sola presencia, aunque vivas distraído por otros temas más importantes, Dios, me haría sentir ¡tan acompañada!

En fin, eso es todo y muchos saludos, estés donde estés y existas o no existas. 

sábado, 22 de febrero de 2025

LA INDIFERENCIA DEL UNIVERSO

 

En 1968 Playboy, la conocida revista para adultos, realizó una entrevista al entonces cuadragenario Kubrick, aprovechando el furor y la controversia que el estreno de su entonces reciente película "2001: Odisea en el espacio había desatado". Seguramente lo último que esperaba la publicación era una valiosa lección sobre filosofía y una sesuda reflexión sobre la existencia y su sentido. Su inolvidable respuesta:

«Playboy: Si la vida carece de propósito, ¿sientes que vale la pena vivir?

Kubrick: Sí, para aquellos que de alguna forma se las arreglan para hacer frente a nuestra mortalidad. La mismísima falta de sentido de la vida fuerza al hombre a crear su propio sentido. Los niños, por supuesto, comienzan la vida con una capacidad de asombro pura, pueden experimentar total alegría con cosas simples como el verdor de una hoja; pero al crecer se van dando cuenta de lo inevitable de la muerte y su envejecimiento comienza a afectar esa conciencia y súbitamente erradica su joie de vivre (o alegría por vivir), su idealismo y la asunción de su propia inmortalidad. Cuando un niño madura, mira muerte y dolor a su alrededor y comienza a perder la fe, la mayor bondad en el humano. Pero si es razonablemente fuerte, y suertudo, puede emerger de este traspié del alma y renacer con nuevo impulso vital.

Gracias y a pesar de ser consciente del sinsentido de la vida, puede construir un fresco sentido afirmativo de su propósito. Tal vez nunca podrá re-apropiarse de aquel sentido puro del asombro, pero puede moldear algo mucho más permanente y sustancial. El hecho mas aterrorizante del universo no es que pueda ser hostil sino que es indiferente; pero si podemos confrontar esa indiferencia y aceptar los retos de la vida dentro de los límites de la muerte –sin importar en qué tan flexibles podamos convertirlos– nuestra existencia como especie puede encontrar un genuino sentido y realización. Sin importar qué tan vasta pueda ser la oscuridad, debemos proyectar nuestra propia luz.»

domingo, 16 de febrero de 2025

BRAGAS NEGRAS

 


EL PORQUE DEL CALZÓN NEGRO

 Aquí va una pequeña muestra de la picardía dicha en prosa y rima, sin una sola grosería, es de admirar el ingenio y que siendo algo complicado, no incluya palabra obscena:

Salió una anciana del baño,

 Su viejito la miraba

 Y al punto le preguntaba:

“De dónde es el gusto extraño".

 Pues ya llevas varios años

 Usando ropa interior

 De oscuro y serio color,

 Y ya mi vista se aburre,

 ¿Qué acaso no se te ocurre? 

¿Qué eso te da más calor?


 La viejita indiferente

 caminando paso a paso

 Levanta en su mano un vaso y allí sumerge los dientes.

 Al viejo mira de frente para darle explicación.

 Se acomoda en el colchón y guarda una breve pausa,

 Aquí te digo la causa

 De lo negro del calzón.


 Muchos colores usé,

 Pues la carne firme estaba,

 El fuego que me quemaba

 Contigo lo disfruté.

 Hace tiempo lo apagué.

 Por no hacerlo disoluto,

 te fui fiel en lo absoluto.

 Lo que te digo es muy cierto:

 Cuando el pájaro está muerto,

 El nido viste de luto.🌼💜💜🤦🏻‍♂️

viernes, 31 de enero de 2025

TESLA Y MARTE

 CUANDO EL FINAL SE TRANSFORMÓ EN EL PRINCIPIO

GUSTAVO JASSIN

Había una vez, un chico que no entendía lo que sucedía a su alrededor. Su abuelo, había sido un jerarca nazi y le costaba entender que significaba extender el brazo y adorar a una persona que era como Chaplin, pero, del otro lado, el de los malos. Su familia emigró a Canadá y con un cerebro que competía contra su incapacidad de empatizar con la sociedad, se obsesionó con hacer dinero y mas dinero para que un día, finalmente, pudiera viajar a un planeta como Marte y que ahí, no lo molestaran aquellos que su abuelo decía que eran molestos, como los pobres, los de piel oscura, los judíos, etc. Así fue como tras apostar para que los coches fueran eléctricos, con excusa de ser menos contaminantes, pero, sin advertir que las baterías vencidas, gasificaban y contaminaban mucho mas que la carburación fósil. El hombre había creado el coche eléctrico que ya podía circular por Marte y a la vez, permitía crear una lanzadera mediática.

Era extremadamente inteligente, al punto de poder doblegar al propio presidente de un país muy poderoso a quien puso a disposición toda su estructura mediática para que el mundo pudiera ser grande otra vez, como si alguna vez hubiera sido gigante y diáfano, pero la receta funcionó.

Habían pasado unos años y sus cohetes de carga, permitieron que toda la gente que admiraba al personaje y con sus fortunas que solo apuntaban al materialismo como finitud, encontraron por fin la nueva sociedad marciana, al fin marginada de chusma, pobreza y mediocridad. Convenció a la nueva sociedad para que el planeta se llamara el Planeta Rubio. Al principio, todos estaban excitados , tal si navegaran en un super crucero con mil atracciones, pero, comenzaron las tormentas marcianas y ya no podían salir de los refugios. Ni siquiera podían sacar a pasear sus coches eléctricos  porque serían devorados por repentinos huracanes. Muy rápidamente, percibieron que el encierro los envejecía prematuramente, se les deformaban los rostros que se iban poblando de arrugas. Los huesos no soportaban el propio peso.

Así fue como todos comenzaron a reclamarle al mentor y propietario del planeta Rubio. A cada protesta, el hombre sonreía sardónicamente , bailaba, extendía el brazo como su abuelo nazi y sus carcajadas no se detenían para dar alguna propuesta. Los que creían ser privilegiados, veían a traves de las pantallas y bajo encierro, como en realidad, habían caído en el pozo mas profundo de la locura.

Querían desesperadamente volver a la Tierra. Pero el hombre que no cesaba en sus carcajadas solo se limitaba a decir que era un viaje sin retorno.

Los hielos de los polos habían vuelto a sus magnitudes. Las estaciones , tal si fuera la obra de Vivaldi, volvieron a su armonía. Hacía tiempo que las noticias no hablaban de guerras y catástrofes. Por el contrario, la tendencia de los telediarios era competir en las buenas noticias.

Habían pasado decenas de años desde la oscuridad. Había algo mas, del otro lado del horizonte...la ideología de geometría cartesiana, creada para dividir a la humanidad, se había derretido en su propia ignorancia. La gente se movía, tanto a pie, como en toda clase de vehículos, principalmente con la tecnología magnética y la que reciclaba el vapor. Paradójicamente, su inventor, había sido un hombre llamado Tesla.

domingo, 19 de enero de 2025

ANTIPOESÍA

 


Nicanor Parra (1914-2018) fue un escritor chileno, que revolucionó el mundo de la literatura al fundar la antipoesía. Con esta forma de expresión artística, buscaba romper con todas las normas académicas que, históricamente, habían generado una “alta cultura”, dejando a un lado y desprestigiando la “cultura popular”.


En este sentido, los antipoemas de Nicanor Parra se oponen a la polarización en el arte, y buscan encontrar lectores sin importar su nivel de estudios o su nivel socioeconómico. Por tanto, en los versos se encontrarán refranes, dichos populares, crítica social, política y religiosa, y también mucho humor.


De esta manera, se rompen ciertos moldes académicos y también se recupera el canto de los rapsodas y los juglares. Asimismo, se recupera la estética del absurdo que proponían las vanguardias literarias, principalmente el surrealismo.

DESORDEN EN EL CIELO

Un cura sin saber cómo,

Llegó a las puertas del cielo,

Tocó la aldaba de bronce,

A abrirle vino San Pedro:

“Si no me dejas entrar

Te corto los crisantemos”.

Con voz respondióle el santo

Que se parecía al trueno:

“Retírate de mi vista

Caballo de mal agüero.

Cristo Jesús no se compra

Con mandas ni con dinero

Y no se llega a sus pies

Con dichos de marinero.

Aquí no se necesita

Del brillo de tu esqueleto

Para amenizar el baile

De Dios y de sus adeptos.

Viviste entre los humanos

Del miedo de los enfermos

Vendiendo medallas falsas

Y cruces de cementerio.

Mientras los demás mordían

Un mísero pan de afrecho

Tú te llenabas la panza

De carne y de huevos frescos.

La araña de la lujuria

Se multiplicó en tu cuerpo

Paraguas chorreando sangre

¡Murciélago del infierno!”


Después resonó un portazo,

Un rayo iluminó el cielo,

temblaron los corredores

Y el ánima sin respeto

Del fraile rodó de espaldas

Al hoyo de los infiernos.

sábado, 11 de enero de 2025

NEUROCIENCIA

EL PAIS, 5/1/2025 SOCIEDAD. 

[...] Rafael Yuste, 61 años, madrileño, dirige el Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia (EEUU) pero además trabaja para dar forma inminente al Centro Nacional de Neurotecnología (Spain Neurotech), que se instalará en la Universidad Autónoma de Madrid. 

Cuenta que hace una década, un experimento cambió su vida. "Estudiando la corteza visual de un ratón, pudimos no solamente descifrar lo que estaba viendo, sino manipular su actividad cerebral para hacerle creer que estaba viendo cosas que no estaba viendo. Como si le metiésemos una alucinación en su cerebro. Y el ratón se  empezó a comportar como si realmente estuviese viendo una imagen falsa. Lo manejábamos como una marioneta. Aquella noche no dormí". [...] "Hemos abierto la puerta a unos problemas éticos y sociales gordísimos, como le ocurrió al físico Robert Oppenheimer con la bomba atómica". 

Pregunta: "¿Cómo será el Centro Nacional de Neurotecnología?"

Respuesta: "Tendrá más de 250 investigadores y tres grandes departamentos dedicados a fabricar dispositivos para medir la actividad del cerebro y modificarla. Uno de neurobiólogos, otro de neuroingenieros y otro de inteligencia artificial. Y otros tres departamentos pequeños para coordinar ensayos clínicos en toda España y aplicar las neurotecnologías a los pacientes, una pequeña incubadora de empresas para generar valor económico y otra de ética y derechos humanos. No existe nada similar en el mundo".

Pregunta: "El Ministerio de Ciencia se ha comprometido a poner 120 millones de euros, incluidos 40 millones de los fondos europeos; la Comunidad de Madrid, 78 millones, y la Universidad Autónoma  de Madrid, dos millones ¿Es suficiente?"

Respuesta: "Es fantástico. Ha sido una cosa preciosa, que se tiene que contar. Con la tragedia del covid, llegaron los fondos europeos para reconstruir el tejido tecnológico, industrial y científico. Surgió una oportunidad histórica para la ciencia española y las dos administraciones más enconadas que te puedes imaginar han puesto a la ciencia por encima de sus diferencias. Me he reunido varias veces con Isabel Díaz Ayuso (del PP) como con el presidente Sánchez (del PSOE) y no tengo ninguna queja. Han puesto todo lo que tenían que poner y más". 

[...]Pregunta: "Usted preside la Fundación de Neuroderechos, dedicada a alertar de las implicaciones éticas de la neurotecnología".

Respuesta: "Hemos conseguido que la actividad cerebral esté protegida por ley en cuatro lugares del mundo. Primero fue Chile, que hace tres años se convirtió en el primer país donde se protege la actividad cerebral de la ciudadanía. En 2023 lo hizo el Estado brasileño de Río Grande del Sur, y en 2024 , dos estados de Estados Unidos, Colorado y California, incluyeron leyes de protección de datos cerebrales. También hay proyectos de ley en Uruguay, Ecuador, México y Brasil. 

Pregunta: "¿Y en España?"

Respuesta: "Todavía no se ha hecho nada, pero ha habido dos reuniones". 

El artículo termina diciendo que lo mejor sería una regulación mundial pero que, de momento, es complicado. ........................................................................

Bueno, otra caja de los truenos que se abre, pienso. Otro brutal desafío por delante. Todo avance tiene, como ya sabemos, sus partes buenas y de las otras. Pero lo que a mí me da que pensar mucho, muchísimo, es que los avances tecnológicos que tanto nos sorprenden siempre están relacionados con la economía, o sea, todo eso es caro, carísimo. Y los aparatajes necesarios para llevar adelante esos temas están en manos de LOS MISMOS DE SIEMPRE, o sea, de personas y países con gran poder, es un monopolio... y eso a mi me pone muy nerviosa.

miércoles, 8 de enero de 2025

¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

TATO BORES

La culpa de todo la tiene el ministro de Economía dijo uno. >>No señor!!! dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del zócalo. La culpa de todo la tienen los evasores.

>>Mentiras!!! dijeron los evasores mientras cobraban el 50 por ciento en negro y el otro 50 por ciento también en negro. La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con tanto impuesto.

>>Falso!!! dijeron los de la economía mientras preparaban un nuevo impuesto al estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron toda la guita.

>>Pero, por favor…!!! dijo un empresario de la patria contratista mientras cobraba peaje a la entrada de las escuelas publicas. La culpa de todo la tienen los de la patria financiera.

>>Calumnias!!! dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral.

>>Se equivoca!!! dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se llamaba "Haga su propio curro" pero que, en realidad sólo contenía páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar el gasto público.

>>No es cierto!!! dijo un empleado público mientas con una mano se rascaba el pupo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos.

>>Eso es pura maldad!!! dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de la tierra que no nos dejaron nada.

>>Patrañas!!! dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas, peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas.

>>Perversos!!! dijeron los del politburó local mientras bajaban línea para elaborar el duelo. La culpa de todo la tiene la guerrilla trotskista.

>>Verso!!! dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas.

>>Malvados!!! dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos.

>>Racistas!!! dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano del Once. La culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les importa.

>>Blasfemia!!! dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos que creen en el Big Bang y no en Dios.

>>Error!!! dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más gente en menos tiempo con menos ruido y mucho más barata. La culpa de todo la tienen los padres que no educan a sus hijos.

>>Infamia!!! dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir.

>>Me ofenden!!! dijo un ladrón mientras arrebataba una cadenita a una jubilada y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tiene los policías que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante.

>>Minga!!! dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra.

>>Desacato!!! dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de quinientas hojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños de la verdad y los salvadores de la patria.

>>Negativo!!! dijo un coronel mientras ordenaba a su asistente que fuera preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo.

>>Ustedes están del coco!!! dijo un joven mientras pedía explicaciones de por qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir. La culpa de todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron.

>>Embusteros!!! dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial. La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios.

>>Censura!!! dijo un periodista mientras, con los dedos cruzados, rezaba por la violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el imperialismo.

>>That's not true!!! (Eso no es cierto!!!) dijo un imperialista mientras cargaba en su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente incluida.

The ones to blame are the sepoy, that allowed us to take even the cat (la culpa la tienen los cipayos que nos permitieron llevarnos hasta el gato).

>>Infundios!!! dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más rentables. La culpa de todo la tiene Magoya.

>>Ridículo!!! dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto.

>>Cobardes!!! dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo la tiene la gente como vos por escribir boludeces.

>>Paren la mano!!! dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quien tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene El Otro.

>>EL Otro siempre tiene la culpa!!! Eso, eso! exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene El Otro!!!

Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión (de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto.

Mientras nos íbamos no podíamos dejar de pensar:hdp,hdp,hdp; Que flor de guacho que resultó ser El OTRO! 


Tato Bores. Sí, varios años atrás...

domingo, 29 de diciembre de 2024

COSAS QUE ME CUENTAN (7)

 Va a ser difícil hacer una síntesis corta de lo que quiero contaros. Pero lo intentaré porque es una epopeya única y asombrosa. Y, después de todo, éste es mi blog y escribo lo que me da la gana y que me lea el que le da la gana.  

La explicación larga y profundamente interesante la encontrarán en YouTube, en la voz y la imagen de la extraordinaria comunicadora Eva Tobalina, profesora de historia antigua de la Universidad Internacional de La Rioja, España, con el título de "Anábasis de Jenofonte y los 10.000 hoplitas". 

........................................................................ 

Época: 400 años aC. 

Lugar: Imperio Persa. 

Actuales Irán, Irak, Azerbaiyán, Afganistán y partes de Turquía, Siria, Pakistán, el Cáucaso, Asia central, y Arabia. 


Personajes: 1)Jenofonte (431 aC- 354 aC) hoplita (mercenario) ateniense, pero además,  historiador, filósofo y escritor. 

2) Ciro "el joven", (424 aC- 401 aC), persa aqueménida candidato al trono. 

3) Artajerjes II, su hermano, también candidato al trono y enemigo a muerte del anterior.  

4) 10.000 hoplitas, mercenarios griegos con gran experiencia guerrera. 

CONTEXTO: Pasaron las guerras médicas (492-449 aC) y vencieron los griegos a los persas. Pero como los hombres no pueden vivir sin matarse entre sí,  vinieron las guerras del Peloponeso (431-404 aC), guerras civiles entre griegos: Esparta contra Atenas y viceversa. 

Los persas, para no quedarse atrás, también peleaban, matándose entre ellos por cuestiones dinásticas. (Porque total, las mujeres seguían pariendo hombres;  muchos de ellos deseosos de guerra... y así seguimos).

........................................................................

Empecemos de una vez: Ciro "el joven", candidato al poder persa empezó a reclutar mercenarios griegos, los HOPLITAS, que andaban un poco en el paro (desempleo), para cargarse a su hermano Artajerjes II y así hacerse con el trono. Resolutivamente se hacían las cosas en ese tiempo, sin segundas oportunidades. 

Ciro "el joven" reclutó a más de 12000 mercenarios pero con un engaño. Les dijo que sofocarían una revuelta de unos bárbaros, etc, etc, y no dijo nada de una guerra familiar persa por el trono. Como les pagaban muy bien los hoplitas aceptaron. Al fin y al cabo, eran mercenarios. 

Pero hete aquí que, después de mucho andar, los hoplitas sospecharon que algo no iba bien porque cada vez se adentraban más en el corazón del imperio persa y los supuestos bárbaros no aparecían por ningún lado, así que en la ciudad de Cilicia se negaron a seguir. Cilicia está ubicada en la zona costera meridional de la península de Anatolia. 

Entonces Ciro "el joven" duplicó el pago, los llenó de oro, así que los hoplitas aceptaron y continuaron por la costa del río Éufrates hasta que llegaron a Babilonia. Allí, inesperadamente, se toparon con el enorme ejército del hermano de Ciro "el joven", Artajerjes II, mucho más grande que el de ellos, a pesar de lo cual los griegos ganaron la contienda porque combatían mucho mejor. Pero en el fragor de la pelea no se dieron cuenta que a Ciro "el joven" lo habían matado de un flechazo en un ojo, así que todo el esfuerzo había sido en vano porque el heredero había muerto.  Cuando los mensajeros llegaron con la funesta noticia, ya era tarde y los hoplitas quedaron totalmente desorientados. Era el 4 de septiembre del 401 a de C. y la batalla se llamó Cunaxa. 

Había que volver a casa pero ¿cómo? Sus generales habían sido engañados y asesinados... no tenían nada, sus campamentos habían sido devastados, las riquezas robadas y nadie quería ayudarlos porque, a fin de cuentas, eran unos griegos de mierda en tierra ajena.  En estas situaciones desesperadas es cuando puede aparecer un líder, un superdotado lleno de valor, inteligencia y astucia. 

Y apareció: Jenofonte tenía 30 años, había sido discípulo de Sócrates, era historiador y filósofo (insólito que, además, se ganara la vida como mercenario, pienso yo. Pero después lo pienso mejor y me digo: nada ha cambiado), y se dirigió a esa multitud de soldados desanimados, contándoles un sueño que había tenido la noche anterior: soñó que una intensa claridad  había iluminado de forma sublime la casa de su padre en Atenas y que esa era una inequívoca señal del dios Zeus,  indicándoles que prosiguieran su camino de vuelta a Grecia y que contaban con su protección. Totalmente abducidos por ese orador extraordinario, los guerreros retomaron sus menguadas energías y caminaron por la orilla del río Tigris con gran esfuerzo y sin apenas nada que comer, dia tras día; pero allí los pilló el invierno y tenían que atravesar la cordillera del Tauro. 

Con sus túnicas y sus sandalias no podían protegerse de las intensas nevadas y el frío tiritante. Los dedos de los pies se les necrosaban, el hambre los empujaba a comer cualquier cosa para después vomitar (era una bulimia muy distinta de la que conocemos actualmente), las tiras de las sandalias congeladas se les clavaban en la piel, o sea, una tortura. Pero seguían... los que podían, ya que muchos murieron por el camino. 

Además, sabían que el persa les pisaba los talones. Algunos se dejaban morir o pedían que los degollaran para no caer en manos enemigas. Así recorrieron 700 kilómetros y por fin vieron a lo lejos la costa sur del mar Negro. Los que iban adelante empezaron a gritar: "¡MAR, MAR!" y su grito de alegría se fue propagando de la rompiente hacia dentro como el viento que peina al trigo. 

Esa euforia duró poco porque el calvario no había terminado, ya que las colonias griegas que iban encontrando en su camino cerraban sus puertas de solo verlos. Les asustaban tantos guerreros hambrientos y desesperados y temían ser saqueados. Unos pocos samaritanos que vivían en el campo los ayudaban en su agónica supervivencia. 

Increíblemente llegaron a Bizancio, (después llamada Constantinopla y ahora Estambul), donde por fin pudieron reponerse, arribar de a poco al mar Egeo y volver a sus casas. Eran 6000, los otros quedaron por el camino y la travesía duró un año y tres meses. 

IDA Y VUELTA DE LOS HOPLITAS

........................................................................

Lo extraordinario de esta cuestión es que, a pesar de los terribles sufrimientos pasados, casi todos volvieron a incorporarse como mercenarios, incluido Jenofonte quien, años más tarde y ya retirado, empezó a escribir y contar aquélla epopeya a un nivel de detalle inverosímil y casi microscópico. Tanto, que posteriormente fue usada a modo de manual orientativo por Alejandro Magno cuando por fin derrotó al imperio persa. Ese escrito se llama ANÁBASIS. 

Anábasis es una palabra griega que titula obras clásicas de la literatura helénica y que significa "subida, expedición hacia el interior desde la costa". Algo paradójico porque en este caso los hoplitas buscaban las costas del mar Negro y del Egeo, o sea, exactamente al revés, del interior hacia la costa. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, pero lo que no se ha acabado es la cantidad de reflexiones que nos deja esta épica historia. Entre otras pienso: ¿el hombre no habrá sido "fabricado" para tener una vida acorde con su testosterona, o sea, "peleona"? ¿Y la mujer no hará sido "fabricada" para que no se extinga la especie demasiado pronto a manos de los hombres? Más y más leo de historia y más y más veo que la autodestrucción parece ser el camino de nuestra especie, con notables y excepcionales épocas (y regiones) de paz, construcción y arte, pero con un incierto destino. Porque es muy difícil que una especie tan depredadora e invasora sobreviva por "siempre jamás". 



martes, 17 de diciembre de 2024

ChatGPT

 

30 de noviembre de 2022: nace ChatGPT.

Ella se hará cargo muchas tareas, antes pendientes de nuestro intelecto. Además, será capaz de interpretar una situación y recomendar una decisión. Y nosotros, tan contentos. Hay como una divergencia de caminos:  la neutralización de nuestras posibilidades intelectuales más básicas y, por otro lado, la comodidad del menor esfuerzo: máximos beneficios con las menores pérdidas. 

¿Para qué aprender inglés para traducir un texto si la IA lo hace en 2 minutos? ¿Para qué pintar un cuadro si la tal te la fabrica en un ratito?

Partiendo de esto, podrían nuestros hijos preguntarnos ¿para qué ir al colegio, aprender gramática, ortografía, etc? ¿Para qué tanto esfuerzo?

Aunque el lenguaje que se crea con máquinas sólo reproduce lo que, estadísticamente, ya había sido creado. Ella repite lo que se había programado antes. Más que "generación" es "reproducción". "O sea, es un funcionamiento opuesto a nuestra forma de emplear el lenguaje, porque no se basa en el principio de correlación sino en el de asociación. Esa es la singularidad de nuestra elocución porque nadie piensa de manera idéntica a otra persona" ÉRIC SADIN. "¿Nos damos cuenta que esta forma necrosada está destinada, un día, a ser mayoritoria?"[...]. Ya no podremos ni podemos saber el origen ni la naturaleza de una voz o de una imagen. Se crean imágenes casi en tiempo real. Si queremos perjudicar a alguien no hay más que generar imágenes de ese alguien haciendo algo malo. 

Además, veremos y oiremos solo lo que nos gusta o coincide con nuestras opiniones. "Nuestro interés por las obras de arte, por el genio de la alteridad, decaerá". Imaginemos por un momento que estamos delante de un cuadro de Van Gogh, que, en su época, era arte despreciable. ¿Cómo moldearemos nuestro gusto y nuestro espíritu ante lo nuevo, lo distinto, lo inesperado? Tampoco a mi me gustaba cierta música sinfónica hasta que aprendí a escucharla. 

"En tercer lugar, ahora que la mayoría de los puestos de trabajo están en el sector servicios, precisamente los que movilizan nuestras facultades intelectuales y creativas, ¿cómo no ver el huracán que se avecina?".

"Es vital que, además de preocuparnos por el calentamiento global, también lo hagamos por la glaciación que se cierne sobre nuestras facultades".

Fragmentos comentados de un artículo publicado en EL PAIS, el 1/12/24, por Éric Sadin.

Y para rematarla, Geoffrey E. Hinton, el padrino de la IA dice:



martes, 10 de diciembre de 2024

VILLA CARIÑO

 HUELLAS.

GUSTAVO JASSIN



“El micro espacio  y Villa cariño”

Teníamos una edad que la definiría como “edad Previa”. Las amistades con derecho a roce, el metejón, el noviazgo. Finalmente, es un proceso de rodaje para la proyección y extensión de la especie humana.

Cuando bajo código se establecía la aceptación recíproca, algo que si mal no recuerdo,  se producía con la mirada. Bajo determinadas circunstancias, los ojos se transforman en esos semáforos de fórmula uno en que se está pisando acelerador y embrague a la vez, esperando el pisotón a fondo. Cuando las luces verdes coinciden, brota el efecto mágico del beso y a partir de ahí, el lenguaje mas universal. Se podía decir “estoy metido” que significaba que a partir de ese beso inicial, comenzaba el proceso de fin de casting temporal y a probar esa maravilla del compartir, abriendo paso a paso, las compuertas de la intimidad. En esa edad previa, no era fácil tener espacio para el revolcón .Por si fuera poco, los primeros pasos motorizados se solían hacer en coches tipo Fiat 600 y si ya tenías un Peugeot 404 o 504 es que realmente eras un campeón, afanando el coche al viejo, o tal vez, tenías la suerte que al terminar bachillerato te habían premiado con un buen segunda mano.

Hablando de mano, eso era arte de maniobra y control. En la capital porteña teníamos un par de sitios para aparcar y proceder. Uno de ellos, era Villa Cariño y el otro, el Planetario que tenía la ventaja que los camareros ya estaban entrenados en el tema de la discreción y te llevaban los sándwiches de lomito y bebida. Lo que no recuerdo es si era, antes, o después de la puesta en escena. En esa época era común que lo coches tuvieran palanca de cambios al volante, lo que facilitaba, o mejor dicho, evitaba algunos posteriores incómodos moretones . Por un lado, tener palanca al piso y asiento reclinable era un lujo contradictorio. Al volante y cama, ya era una van King Size. Al menos, por experiencia personal, mujer manda a hombre y el stop era todo un tema muy vinculado a la proyección, o  un carpe diem, o sino, lo que podía ir hacia la etapa siguiente, tal fue mi caso en feliz matrimonio. Que entre un coche y la boda, también teníamos espacios por hora, pero ese es otro tema que también tiene lo suyo.

Esos maravillosos sesenta  fueron quebrándose a partir del 66 derivado en causa  POR ONGAnía (¿a que esta no las pillado, IA?) hizo que  una sociedad , con un gran presidente como fue el Dr.Arturo Illía cayera en un apagón social. Paradójicamente, se encendieron las luces en Villa Cariño y fue que todos los que estaban, en ese momento de entrega al amor, terminaran presos en comisaría. Estoy convencido que esas luces que se encendieron aquella noche, tal oxímoron, apagaron la esencia de la libertad. 

Cuando un hecho, se transforma en código cultural, si se lo anula , se termina atropellando  a la felicidad que de eso trata, el paso por la vida.Que bueno sería que todo el planeta fuera una Villa Cariño, con la propia luz del alma y un poquito..de transgresión:)

martes, 3 de diciembre de 2024

LA DAMA

 "Sobre el tranquilo remanso donde las estrellas duermen/ como una gran flor de lis la blanca Ofelia flotaba" RIMBAUD



Cuento corto de Mónica Bardi
Acrílico sobre tela. 

Moira se quedó dormida al instante y entró en esa cálida relajación oscura de desconocidos mundos circulares donde la navegación es siempre a ciegas. El primer tramo del sueño fue profundo y reparador. Pero luego vino el tramo del pis y no hubo más remedio que levantarse para sentarse en el receptáculo apropiado o inodoro, (pero no Pereyra, solo entendible para argentinos de cierta edad).

Esto le acarreó un inevitable desvelo que intentó gestionar leyendo. Siempre en papel, sin pantallas ni pantallitas. 

Por fin llega el segundo tramo del dormir con ensoñaciones variadas. Y Moira soñó. Soñó que una bella dama toda vestida de blanco se acercó a su cama, acompañada de un aroma fresco y frutal. Sonreía con dulzura. Era gigantesca y evanescente; flotante y prodigiosa. Parecía emerger de la lámpara de Aladín; emanaba ternura a los cuatro puntos cardinales mientras el dormitorio, gradualmente, adquiría una luz propia. El techo se sembró de estrellas que seguían su viaje ajenas a todo. 

La giganta estiró sus brazos, recogió a Moira en ellos como si fuera una niña pequeña y, siempre sonriendo, se la llevó, junto con el libro que estaba leyendo. 

Moira ya no quiso despertar. 


sábado, 30 de noviembre de 2024

COSAS QUE ME CUENTAN (6)

 



Mi amiga Cecilia hizo una llamada telefónica pero se equivocó de número y, como consecuencia de ello, entabló unas interesantes conversaciones con un desconocido muy simpático, que se prolongaron durante ¡ocho meses! 

La cuestión iba remontando con tintes cada vez más románticos aunque ella se resistía a dar el paso de conocerse en persona porque temía una desilusión, hasta que ya fue inevitable y quedaron en verse en el Parque del Retiro de Madrid. 

La presunción de mi amiga fue acertada: no hubo flechazo ni nada parecido por ninguna de las dos partes. Al revés: ambos parecieron no gustarse con esa primera mirada. Pero, inesperadamente, allí empezó una gran amistad, que, como casi todas las amistades entre hombre y mujer, terminó en la catrera (cama en argentino). Así que, por lo visto, no hubo Cupido con sus flechas, aunque sí hormonas con su neuroquímica infalible. 

Antes de proseguir con este relato de la vida real he de decir que Cecilia es una mujer con un gran recorrido de vida, en el cual demostró una potente inteligencia natural, sentido común, humor y carácter; todo eso adornado con una inequívoca dignidad como telón de fondo. Una mujer íntegra. Según C. S.  Lewis la integridad sería hacer lo correcto aunque sepas que nadie te está observando. La integridad es entonces una virtud moral fundacional y la base sobre la cual se puede establecer un buen carácter. Por todo eso a Cecilia yo le puse un mote: la marquesa de Sudaquia, ya que ella había nacido en Chile que, como todo el mundo sabe, está en el sur del sur. 

Sus decisiones en una vida muy complicada en dos países, ya que un día decidió emigrar a España, hablan por sí mismas.  

El hombre en cuestión no estaba a su altura. Era buen compañero, atorrante y simpático pero, a la hora de la verdad, se quedaba corto, por así decirlo. Para empezar, no le dijo que estaba casado, aunque su mujer se había largado al Paraguay, su país de origen, hacía muchos meses y el creyó que ya no volvería a España. Mentirijilla de entrada, nomás. 

Así que la marquesa de Sudaquia, creyéndolo sin compromiso, se instaló algunos días por semana en la casa de él, aunque seguía teniendo la suya. Mantuvieron una relación con picantes condimentos de intenso erotismo y divertido compañerismo, aunque los dos reconocían que no estaban enamorados. Aunque yo me pregunto: ¿quién necesita amor con tanto compatibilidad?¿Eso no es amor? ¿Faltan las mariposas en el estómago? Uf, no me hagan caso, fue un comentario cínico. Ya pasó. 

Ambos trabajaban mucho pero también disfrutaban de la vida. Hicieron varios viajes por preciosas ciudades españolas mientras la relación se iba fortaleciendo. Ella mejoró la vida de él con sus artes de gran cocinera y mejor organizadora. 

Y ahora viene lo memorable: un día cualquiera alguien golpeó a la puerta y resultó ser la otra. Mejor dicho, la una, o sea, la esposa paraguaya. 

El quedó paralizado, ella también... pero solo unos instantes. Del otro lado de la puerta la otra, es decir la una, la esposa paraguaya, pedía que se le abriera la puerta pero sin demasiada convicción. Algo se imaginaría. Pero claro, no hay que tener altas capacidades para pensar  que hubiera sido prudente y hasta conveniente avisar con antelación  de su llegada. 

Cecilia, con buenos reflejos, se hizo cargo de la situación y abrió la puerta. Los cambios energéticos operados en ese tenso triángulo se pusieron, cómo no, del lado de mi amiga estupenda, quien tomó el mando del turbulento desaguisado. Tal es asi que la marquesa de Sudaquia, luego de un breve intercambio de palabras con los otros dos, dijo rotundamente que ella no se iba de esa casa, con esposa paraguaya o sin ella. Lo más extraordinario del momento es que los otros dos lo creyeron mientras Cecilia supo desde el minuto cero que lo único que quería era darles un escarmiento y no quedarse a vivir. 

Así que, en tono imperativo, le ordenó a su querido muchacho que colocara una cerradura en el dormitorio principal porque ella pensaba dormir en el y con él, como lo venía haciendo los últimos meses, pero que quería sentirse segura. El hombre lo hizo prestamente porque era cerrajero de profesión y, además, porque cualquiera le llevaba la contraria a mi amiga. 

Luego el se fue a su trabajo dejando a las dos mujeres solas. Escapó cobarde y  convenientemente. 

Ellas hablaron y hablaron. Al final, mi amiga estupenda, la marquesa de Sudaquia, terminó dándole unos consejos a la otra, la una, la esposa paraguaya, ya que, por lo visto, estaba bastante contrariada por esa inesperada presencia y asumió un innecesario papel de víctima. Cosa que a Cecilia la sublevó,   pero se contuvo porque se dió cuenta que estaba ante un "animal" indefenso. Terminó hablándole de la autoestima y la dignidad de la mujer como quien le habla a una niña pequeña que lloriquea. Para quitarle hierro al asunto le puso música: polkas paraguayas, que con sus hipnóticas arpas tranquilizaron a la mujer desairada. 

Esa noche Cecilia durmió con su amigo, tal como lo había dejado claro desde el principio. Cerró con llave y la "otra" se quedó en el dormitorio de invitados. Al día siguiente se marchó tan ricamente dejándolos a ellos ajustando cuentas y ya no volvió más, nunca más. 

A partir de ese momento, la marquesa de Sudaquia y él siguieron hablando por teléfono alguna que otra vez pero el encanto se había roto y el paulatino alejamiento fue inevitable, lo cual me recordó unas palabras que un conocido repetía: "cuando se rompe una estatuilla de porcelana se puede restaurar, pero ya no es lo mismo".

Pasados los años el hombre fue comprendiendo que había perdido para siempre a su joya más valiosa. Pero así es la vida, pone a cada uno en su sitio: demasiada mujer para tan poco hombre: después de todo ella era marquesa y él un pobre plebeyo. 


domingo, 24 de noviembre de 2024

LUCHA FEROZ

 


IRENE VALLEJO

La lógica de la competición a ultranza nos exige convertirnos en triunfadores. Mil veces escuchaste la advertencia: quienes te rodean son rivales. Se aprovecharán de ti. Enseña los dientes, jamás te muestres débil. Eres demasiado ingenua, vas con un lirio en la mano. No sabes poner límites. Como si el problema fuera tuyo; como si la bondad fuese una deficiencia de carácter, una insignia de perdedores.

Hace casi veinticinco siglos, el historiador griego Tucídides diseccionó esta contradicción con afilada lucidez: “La mayoría de los hombres prefieren que los llamen listos por ser unos canallas, a que los consideren necios siendo honrados. De esto último, se avergüenzan; de lo otro, se enorgullecen”. Tras siglos de fascinación por el misterio y el imperio del mal, nuestras historias sobre gente bien intencionada se cuentan en clave cursi o remilgada, incluso paródica. Salvo en las monsergas a los niños que incordian —¡pórtate bien!— o agazapada en la sobredosis de almíbar navideño, la bondad tiene una reputación aburrida, insulsa, moralizadora y pusilánime. Se elogia episódicamente, pero se devalúa por sistema. Pese a los disimulos y tapujos ocasionales, nadie se engaña: lo deseable de verdad es el liderazgo arrogante, carismático y con colmillo. Desde las redes sociales a las encuestas electorales, se premia la agresividad. La guerra de todos contra todos es ortodoxia, la victoria sobre el prójimo es la medida de todas las cosas, la evolución nace de una lucha feroz por la supervivencia. Sin embargo, incluso Charles Darwin reconoció que la empatía hacia los demás es tan instintiva como el egoísmo. Durante una tertulia televisada hace décadas, nuestra poeta de guardia, Gloria Fuertes, inmune al sarcasmo de sus compañeros de programa, declaró con voz ronca y total convicción: “A mí solo me erotiza la gente buena”. Curiosamente, tanto la palabra “bonito” como “bello” son, en su raíz latina, diminutivos de “bueno”, como si en otro tiempo el magnetismo que proclamaba la escritora hubiera sido una evidencia. Hoy, el término latino bonus alude a un incentivo económico: nuestro mundo prefiere el lujo a la lujuria. Solo en su acepción dineraria parece alcanzar la bondad su perdido prestigio.

En esta época zarandeada por la incertidumbre, la avalancha de pronósticos apocalípticos y los diagnósticos fatalistas nos empujan a fijarnos mejor en lo peor. Sin embargo, a nuestro alrededor, mucha gente es buena a diario, sin que nadie parezca advertirlo o agradecerlo. La teoría de la competencia descarnada desacredita aquello que hace funcionar el mundo: los cuidados gratuitos a hijos, ancianos y enfermos. Las personas que se esmeran en sus quehaceres y sus trabajos. Las pequeñas virtudes escondidas, fuera de los focos. El filósofo romano Séneca, asmático desde la infancia en su Corduba natal, vivió marcado por una salud débil y la necesidad constante de asistencia para afrontar sus achaques. En una carta evocaba: “Todas las incomodidades del cuerpo, todas sus angustias y borrascas han pasado por mí”. Consciente de que la enfermedad y la debilidad forman parte de nuestras vidas, escribió que el sabio quiere amigos no por interés propio, sino para colmar el deseo de ayudar al prójimo, porque la colaboración es sanadora. “Nadie tiene una vida feliz si lo vuelca todo en sus fines”. En sus famosas Epístolas a Lucilio describió la convivencia como una arquitectura del cuidado: “La sociedad se parece a una bóveda, que se desplomaría si unas piedras no sujetaran a otras, y solo se sostiene por el apoyo mutuo”. No somos islas, sino hilos entretejidos. La bondad asusta porque nos vuelve conscientes de la vulnerabilidad ajena, y de la propia. No queremos afrontar la fragilidad acechante de nuestros cuerpos. Preferimos el ideal de suficiencia, menos promiscuo, que promete fortaleza e independencia, al precio de aislarnos. Por eso, nos obsesionamos con encontrar la seguridad en el éxito y, en esa carrera despiadada, negamos la alegría y el disfrute de los actos generosos. Reprimimos nuestros instintos, nos refrenamos. En un océano de islas amuralladas, sin tacto ni contacto, la bondad acabará por ser nuestro placer prohibido.


Irene Vallejo

viernes, 15 de noviembre de 2024

Y LA CORRIENTE DEL AGUA...

 Poesía de María Jesús Zaldívar Navarro


Y la corriente del agua 

atraída por la luna…

Arrastra la vida

hacia otros horizontes.

Donde un  aire misterioso…

Hace sonar los violines,

que abren la noche, 

a  un amanecer inédito

alimentado por curiosas pupilas.

Que maravilladas, miran…

Todo lo recién nacido.

Todo lo recién creado.

Todo lo recién iluminado.


María Jesús Zaldívar Navarro

21/9/2021

domingo, 3 de noviembre de 2024

CHELA

 


UN ADIÓS A CHELA

Recuerdos de Mónica Bardi.

Acrílico sobre lienzo. 

Nuestras mascotas, según avanza el milenio, van agigantando su importancia en nuestras vidas. Yo no sé si será por el individualismo in-humano, que también se va agigantando y nos trae como consecuencia ese discurso que podríamos resumir en estas pocas palabras: "apártate de mi, colega". Ese alejamiento afectivo se va extendiendo en la sociedad. Por miedo al otro, por desconfianza, por ausencia de compromiso, por falta de empatía (palabra muy usada pero poco aplicada en la práctica) y por todo esto y mucho mas es que nos acercamos tanto a los bichos y tratamos de entenderlos aunque no hagamos el mismo esfuerzo para entender a un vecino, a un pariente o a un amigo o a un inmigrante. Ellos, los bichos, son más incondicionales, más confiables y más perdonables. Después de todo, si no nos entendemos es porque son eso, bichos. 

Si mi gato me araña es porque es un felino y ellos se expresan así, si mi ganso me muerde es porque es un ánsar y me está pidiendo conversación, si mi perro se sube al sofá es porque no le he enseñado quién es el jefe de la manada y porque allí está más calentito; si mi loro canta la marcha peronista es porque yo misma se la enseñé... en fin... que para la conducta de ellos siempre hay una excusa o una explicación. 

No saben lo que es el rencor pero saben lo que es el amor. Pase lo que pase, ellos nos siguen amando. La negociación entre ellos y nosotros se basa en agua, comida suficiente y gestión apropiada de sus excrementos y, aunque eso faltara, tampoco pasa nada. Nos siguen amando. 

Chela era de las que amaban incondicionalmente. Con mala salud, recibió todos los cuidados y mimos imaginables. A cambio, nos brindó años de miradas acariciantes. Agradeció sus largos paseos con Camilo por Algeciras. Vivió extensos períodos de ternura con Magnolia y sus hijos. Si la regañaban por algo, aceptaba dócilmente el rapapolvo.  Se adaptó como pudo a convivir un tiempo con gatos y jardín en casa ajena y para todo tenía esa mirada conmovedora, como de agradecimiento. 

Tu ausencia pesa como plomo fundido, Chelita, y tu amor dió ejemplo como factor de unión, de acercamiento. "No hay tiempo tan breve en la vida para riñas ni para disculpas ni rendición de cuentas, solo hay tiempo para amar apenas un instante". MARK TWAIN. 

Con verdadero cariño he hecho la pinturita que encabeza este escrito en su memoria, tratando de recrear su mirada brillante y anhelante, de una foto que yo misma tomé, porque todo lo demás que pueda decir de ella está de más. Hasta siempre, Chela, quedarás en nuestro recuerdo mientras vivamos y, a lo mejor, dentro de muchos, muchos años alguien que se tope con tu retrato,  preguntará: "¿y esta perrita quién es?" Y Chela moverá el rabo allí donde se encuentre. 

lunes, 28 de octubre de 2024

PAMPA HÚMEDA

 Relato de Mónica Bardi. 


En la pampa húmeda argentina convivían en relativa amable vecindad un pino y un damasco. Digamos que no siempre estaban en su mejor momento pero, eso sí, condenados a aguantarse. 



El pino se burlaba del damasco cuando éste perdía sus hojas al llegar el otoño. "Yo soy perenne" se vanagloriaba. "En cambio, tú eres caduco".  

El damasco, con sus ramas desnudas, aguantaba estoicamente y pensaba en el viejo adagio: "ten paciencia y verás pasar el cadáver de tu enemigo". Pero luego reflexionaba un poco más y se decía: "Que malo soy. Yo a éste le tengo que devolver una sonrisa para demostrarle que, a pesar de que muchas veces las convivencias son complicadas, hay que poner buena voluntad, tolerancia y buen humor. Tengo que dar ejemplo. Después de todo, yo tengo flores y frutos y este pobre no pasa de la gama de los verdes".

Y así pasaban los años y las estaciones. El pino, ya enorme, volvía a burlarse del damasco, que lo retrucaba sin palabras con su despliegue de colores. Aquél  disimulaba ese contratiempo mientras se dejaba acariciar por la brisa de poniente. 

Un crudo día de invierno, estaba el damasco desnudo y el pino más verde que nunca. 

Pero, en esta ocasión, el damasco tenía información privilegiada y, apenas el otro empezó a jactarse, lo interrumpió y se manifestó con solvencia: "Han venido unos rubios anglosajones a hacer unas prospecciones".

"Si", contestó el pino, mientras trataba de arañar una nube, "los he visto. ¿Y qué?".

"Que van a desviar el arroyo que nos nutre y del cual dependemos tú, yo y muchas especies más, porque necesitan el agua para fabricaciones militares". 

"¿Y qué?"

"Que disfrutemos los que nos queda de vida, seamos amables y compañeros, tratemos de apreciar ese cielo y este suelo, porque en unos pocos años tú serás tan caduco como yo, y peor". 

"No te entiendo", dijo el pino con incredulidad impostada porque, en realidad, sí entendía. 

"Los dos moriremos, colega, nos moriremos de pura caducidad irreversible por sequía, porque allí donde llega el sapiens, llega el asfalto y el cemento y nosotros estorbamos", remató dramáticamente el damasco. 

Lloró el pino pensando en su amargo destino, pero la diosa de la lluvia, que casualmente endaba de paseo, lo oyó y, deseosa de hacer justicia, lanzó una terrible tormenta que creó un lago enorme donde antes había un idílico prado. Entonces, a pesar de las buenas intenciones de la diosa, murieron todos los que allí moraban, ahogados por una  crisis hídrica que posteriormente dió paso a ondulantes peces, algas, juncos y caracoles secándose al sol. 

Pasaron los años y el bello lago fue descubierto por el hombre, que lo rodeó de hoteles de lujo. Los dioses ya no existían y el sapiens disfrutó de los placeres sin cortapisas hasta que la laguna se contaminó con los deshechos hoteleros y se acabó la fiesta. Años más tarde unos escuálidos arbolitos recomenzaron la tarea de regenerar un bosquecillo con el pequeño arroyo que quedó del antiguo lago. Eran un pino y un damasco. "Aún hay sol en las bardas" dijo Cervantes, poniendo palabras a la esperanza. 

domingo, 20 de octubre de 2024

JAMES BOND




Una anécdota sobre un autógrafo del recordado actor Roger Moore. 


El periodista Marc Haynes (@marchaynes) la publicó en su Twitter y se volvió viral en su versión original en inglés. Aquí la traducción al español:

"Cuando tenía siete años de edad en 1983, en los días previos a las salas de Primera Clase en los aeropuertos, yo estaba con mi abuelo en el aeropuerto de Niza y vi a Roger Moore sentado en la puerta de despegue leyendo un papel. Le dije a mi abuelo que había visto a James Bond y le pregunté si podíamos tener su autógrafo.  Mi abuelo no tenía idea quienes eran James Bond o Roger Moore, así que caminamos, y cuando estuvimos frente a él, le dijo: 

“Mi nieto dice que usted es famoso ¿Puede firmar esto?"

Tan encantador como podía esperarse, Roger preguntó mi nombre y escribió al respaldo de mi tiquete de avión una nota llena de buenos deseos. Yo estaba extasiado, pero cuando regresamos a nuestros asientos, miré detenidamente mi tesoro. Y aunque era difícil de descifrar, definitivamente no decía “James Bond”. Mi abuelo la miró y ayudándome en la lectura dijo: “Roger Moore”. Yo no tenía absolutamente idea quien era y mi corazón se encogió. Le dije a mi abuelo que la firma estaba equivocada, que él había puesto otro nombre, así que mi abuelo regresó donde Roger Moore, llevando el boleto que había acabado de firmar.

Mi abuelo le reclamó: “Él dice que usted firmó con el nombre equivocado. Él dice que su nombre es James Bond”. 

Roger Moore arrugó el ceño y me hizo señas para que me acercara. 

Cuando estaba a la altura de su rodilla, se inclinó, miró para todos lados, elevó una ceja y con voz suave me susurró: “Tengo que firmar mi nombre como Roger Moore porque de otra forma…Blofeld (el gran enemigo de James Bond) podría encontrarme aquí”.

Me pidió que no le dijera a nadie que había visto a James Bond y me agradeció por mantener su secreto. Yo regresé a nuestros asientos, absolutamente dichoso. Mi abuelo me preguntó si él había firmado James Bond. “No -le dije-, yo estaba confundido. Ahora estoy trabajando con James Bond”. Muchos, muchos años después, yo estaba trabajando como guionista en una grabación que involucra a UNICEF y Roger Moore, que estaba filmando en su rol de embajador. 

Él fue completamente amable y mientras el camarógrafo instalaba el equipo, le conté la historia de cuando lo encontré en el Aeropuerto de Niza. Él estuvo feliz de escucharla y sonriendo me dijo: “Bueno, no lo recuerdo pero estoy encantado que te hayas encontrado con James Bond”, fue muy amable.

Pero luego él hizo algo brillante. Después de la filmación, él caminó delante de mí por el pasillo, mientras buscaba su automóvil, hizo una pausa, se me acercó, miró a ambos lados, elevó una ceja y en voz baja me dijo: “Claro que recuerdo nuestro encuentro en Niza. Pero no dije nada allá, porque esos camarógrafos, cualquiera de ellos podría estar trabajando para Blofeld”.

Estuve tan maravillado a los treinta como estuve a los siete. Qué hombre... ¡Qué tremendo hombre!".

viernes, 18 de octubre de 2024

TITO

 

Relato breve de Mónica Bardi

Mi pareja y yo tenemos algunos cortocircuitos en nuestra comunicación, como el resto del mundo. Antes de seguir con la narración me parece oportuno aclarar que mi pareja es mi gato Tito y, a pesar de nuestra enorme diferencia (de especie) de edad, hay que tener en cuenta que los gatos viven mucho menos que los sapiens, así que, año más, año menos, nos vamos a morir alrededor de la misma época, si antes no sobrevienen accidentes o enfermedades inesperadas. 

Yo creía que mi gato Tito me traía ofrendas como habitualmente se le llevan a una diosa. Mirlos, ratones o lagartijas, muertos o casi, tipo sacrificio humano azteca, para así tenerme contenta, pero últimamente me está entrando la duda. 

Ahora más que ofrendas, obsequios o regalos, parecen como castigos o reproches porque siempre ocurre cuando me ausento más de lo habitual. Esta hipótesis está abonada por la base científica de CAUSA-EFECTO.

Voy a dar un ejemplo: me voy a un congreso y duermo 2 noches fuera de mi casa. Al volver, Tito no está. Pero tiene suficiente comida y agua que le ha dado mi hija. Lo llamo, pero nada. Sacudo su cuenco de pienso porque con ese ruidito vuelve siempre. Pero nada. Le mando un WhatsApp y nada. 

Por fin, llego a la misma conclusión que con todas mis anteriores parejas: "que vuelva cuando quiera y sino, que no vuelva".

Al rato largo entra maullando repetidamente. Yo lo recibo con grandes manifestaciones de alegría y arrumacos y el me agarra una pierna con sus dos patitas y me da mordisquitos que, a veces, pasan de castaño oscuro. ¡Qué bien!, pienso. Ya pasó la bronca. Y nos vamos a dormir muy juntitos.

Pero sistemáticamente, al día siguiente hay un cadáver en las inmediaciones de mi dormitorio y plumas por todo el pasillo. ¡Eso no puede ser un indicio de alegría por mi vuelta, como quien lleva un ramo de flores! Es inútil, no hablamos el mismo idioma. Igualito, igualito que con los Sapiens. 

Además, Tito es enteramente negro. Y ya se sabe: son todos iguales. Eso de que en la noche todos los gatos son pardos es mentira: de noche y de día todos los gatos negros son negros. Así que si veo otro negro flaco por el barrio, no se si es Tito o no. 

Visto y comprobado: si no falto de casa, no hay sacrificios, pero si me da por hacerme la independiente, alguien tiene que pagar el pato. 

Y hablando de patos, Cuaco, mi ganso ampurdanés, fue abandonado miserablemente por su pareja, la Cuaca, que salió volando y no volvió más. Menos mal que no tuvieron cuaquitos. A mi me parece que tenían una pareja complicada: siempre juntos pero muchas veces peleando salvajemente. No sé bien de que lado ponerme, pero ahora que lo pienso, mi cariño incondicional es para el Cuaco. 

En esta casa las emociones se desbordan con facilidad. 

¿Qué pasaría si los árboles pudieran caminar, como en el cuento de Chesterton? ¿Se quedarían, se irían? Qué se yo. La vida es un continuo peregrinar...