martes, 21 de noviembre de 2023

EL BARREÑO DE ZINC

 RECUERDOS DE JUAN GARCÍA LARRONDO



Mi abuelo Paco tuvo la feliz idea de ir anotando en un diario las fechas y acontecimientos que él consideraba importantes de conservar para la memoria de la familia. Por eso sé, entre otras cosas, que su mujer, Dolores Requena Mateos -mi abuela materna- nació en Albacete un par de meses antes de que el Titanic desapareciera, en 1912. En esta vieja fotografía, posa conmigo y con mi prima Ana Larrondo a finales de los 60 en la casa de #Llerena donde pasábamos los veranos, junto al barreño de zinc en el que nos bañaban y que todavía conservo bajo el jazmín de “Villa Salvadora”. Mi abuela murió #TalDíaComoHoy hace más de 40 años, en la ambulancia que la trasladaba a Badajoz tras sufrir un ictus; durante un trayecto “de infarto” de más de una hora por una carretera llena de baches. Comenzaban los 80. Datos, fechas, vivencias y silencios que se anotan y que ya no importan a casi nadie. Me conmueve pensar en todas esas historias anónimas que nunca llegan a saberse y de las que todos provenimos por un azar inexplicable, fortuito, a menudo reinventado por los velos del tiempo que nos han de servir a todos de mortaja. Mi infancia tiene este color sepia, y está conformada, como la de todos, de momentos que ya nunca sabremos dónde están o si sucedieron como evocamos o como nos fueron contados. 
Yo aún creo oír mis dedos removiendo las aguas de aquel baño rebuscando entre las ondas el reflejo de un extraño. Ya no somos lo que fuimos ni aún somos quienes seremos. Pero hoy yo he necesitado hacer como mi abuelo y anotar sobre las nubes esta íntima efeméride para mantenerla viva entre mis sueños. 
Quizás porque siempre queda algo de verano en las hojas que se caen de los árboles y de mi corazón cada 19 de noviembre.

#ArritmiasYLeyendas de un golfo de Cádiz.

2 comentarios:

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  2. Mi diario lo escribo en el aire y lo guardo en un rincón del corazón. Tierno recuerdo para saborear en silencio.

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