domingo, 9 de octubre de 2011

ICH LIEBE DICH iPHONE.

Las imágenes cerebrales en una resonancia magnética funcional cuando se experimenta "amor" son iguales a las que se registran cuando manipulamos o compramos un iPhone, por ejemplo. ¿Suena a chino? Sigan leyendo.
Esos artilugios, más que una adicción, lo que nos hacen sentir es lo que mismo que sentimos con nuestras relaciones personales más cercanas. Muchos que se olvidan el juguetito en casa sienten ansiedad y sensación de ausencia, igual que si nos falta la pareja. ¡Esto es increíble!
"Los voluntarios que oyeron y vieron un iPhone por separado mostraron activaciones de la corteza auditiva y visual pero "cruzada" (sinestesia), es decir, los cerebros veían al iPhone vibrando pero también lo "oían" y cuando lo oían también lo veían, aunque no lo tuvieran delante." explica MARTIN LINDSTROM. Y sigue: "pero lo más sorprendente de todo era la ráfaga de activación en la corteza insular del cerebro, que se relaciona con sentimientos de amor y COMPASIÓN. Los cerebros de los sujetos respondían al sonido de sus teléfonos como si respondiesen a la proximidad de uan novia, un novio o un familiar: en resumen, los sujetos no mostraban los indicios cerebrales típicos de la adicción sino que AMABAN a sus iPhones.
Y ahora algo absolutamente TOP SECRET: ¿con los consoladores-vibradores pasará lo mismo? Porque entonces sería la relación perfecta. ¡¡Ja, ja, las cosas que una ancianita puede llegar a pensar!! No lo comenten, por favor.

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