martes, 13 de diciembre de 2022

MAGOS

 Un cuento de Roldán Mariani , Regina Leticia

Lena era más grande que Azul, tenía cabellos largos, y enrulados; y no tenía prisa.

Era luminosa, le gustaban los misterios.

Azul era serena, y brillante, le gustaban la magia y los magos. Ambas perseguían gordos conejos blancos en el fondo de la casa.

Y eran preguntonas, cómo todos lo fuimos alguna vez.

"Mamá ¿quién enciende las luces de la calle?"

–"Un pequeño hombrecito" –le decía yo.

Abría su boca asombrada. Tenía cuatro años.

"La magia no existe", me decía yo. Sin embargo, le compraba esos juegos de magia que no sirven para nada.

"¡Mamá, falta Pili, el conejo manchado!"

–"¡Magia!"–le decía. Sin contarle que había hecho la abuela para la última cena.

Lo cierto es que yo le dije lo del hombrecito, y me olvidé, hasta que me llamó la maestra.

 "Azul no está bien", me dijo, "habla de hombrecitos en las luces".

Yo me quedé callada. Y de regreso le conté a Azul que eso era sólo un chiste. Ella lloró un montón. Estaba enojada,  desilusionada...

"La magia es creer en lo que no se cree", me había dicho el mago, pero yo no creía en él, ni en la magia.

Por eso el mago que era como el viento, me dejó.

Regina Roldán Mariani

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