REFLEXIONES DE MÓNICA BARDI
Desde lo más alto sopla un aire fresco. Podrían ser los angelotes barrocos que agitan sus minúsculas alas. Generan un vientecillo que nos acaricia justo a tiempo porque las fauces infernales del verano están a punto de lanzallamas. Sus infaltables socios, los mosquitos, acuden aguijoneando puntualmente.
Desde lo más alto llega un consuelo rítmico que nos susurra: "ya pasará. Ten paciencia. El calor inmisericorde migrará hacia latitudes más hospitalarias". Ruge enojado el cercano mar porque él tampoco soporta esta canícula levantina en calma.
Desde lo más alto gira incesante e inagotable el ventilador de techo, el único que acude en nuestro auxilio. ¿Esperaban algo más romántico, verdad?
Muy lacónico ... jajajajjaja nos vamos a freir
ResponderEliminarEs lo que toca Mónica, paciencia.
ResponderEliminarTres Arroyos bajo cero! Pordió.
ResponderEliminarAqui en el plata nos cagamos de frío.
ResponderEliminar👍
ResponderEliminarPues si, me esperaba alguna referencia a Eolo y demás Dioses ;)
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