domingo, 4 de junio de 2023

LA SIRENITA

 

Fui a ver LA SIRENITA (dirigida por Rob Marshall, versión original en inglés) porque estoy en severa etapa regresiva, cada día soy más chica y puedo perder el tiempo como me de la gana. Lo que de verdad me interesa mucho es la narrativa histórica asociada en esas películas para pibes, pibas y todos los del colectivo LGTBI+ o algo así, para no ofender a nadie. Pasemos a la acción: el príncipe blanco, guapo, rico, valiente y amoroso (pero sin carisma) se enamora de Ariel, la sirenita, que tiene carita étnica sudamericana (Halle Bailey, también sin carisma pero flaca, eso si) La reina madre es mulata y viven en un castillo hermoso en una minúscula isla (¿Pequeña Bretaña?). La ambientación sería del siglo XVI o XVII. El príncipe navega en busca de nuevos conocimientos geográficos y comercios rentables para engrandecer a su patria. En un momento dado dice algo así: "Mirad, un galeón español, vayamos a comerciar con ellos" pero alguien le contesta: "¡Tenemos las bodegas llenas". Y el príncipe se resigna: nada de piratear ni empezar a los cañonazos. Menos mal. Eran todos buenos, buenísimos. Excepto  la mujer pulpo que es mala, malísima (y gorda, lógico), la hermana del dios del mar. Mientras tanto, el dios del mar Tritón o Neptuno, da igual (Javier Bardem con su tridente de fuego),  discute con la sirenita de padre a hija. Ella tiene una colección enorme de COSAS que ha ido acumulando de las pecios (barcos hundidos) pero quiere más, mucho más. Es consumista y con lo del fondo del mar no le alcanza. Para eso tiene que ser mujer y así poder ir de shopping. A lo largo de la película muchas veces hablan del mar desconocido. Digo yo que debería ser el Océano Pacífico, descubierto por Vasco Núñez de Balboa en 1513. A los demás ya los conocían en esa época. Pero admitamos que es una película y se pueden inventar lo que quieran.  

En otro momento, la sirenita (ya con los pies en su ambicionada tierra firme), mira unos mapas y el príncipe le nombra dos países: Colombia y Venezuela, licencia que se tomaron los guionistas, ya que en esa época era territorio del imperio español y esos países no existían. En 1717 toda esa enorme superficie pasó a ser el virreinato de Nueva Granada con el cambio de dinastía de los Habsburgo a los Borbones. (Pero bueno, admitamos otra vez que es una película y se pueden inventar lo que quieran). Luego pasa de todo pero con un obvio y azucarado final romántico y feliz. Y la ex sirenita, (reconciliada por fin con su padre Neptuno) y su príncipe se hacen a la mar en busca del océano desconocido. Para despedirlos una enorme cantidad de sirenas, sirenos y sirenitos de todos los grupos étnicos imaginables (minusválidos no se veían, me parece muy mal, muy mal, muy mal, pero es porque se los deben haber comido), emergen del mar para acompañarlos. En fin, solo me pregunto por qué no aprovechan estas películas para ponerles más historia de la de verdad, mucho más  emocionante que la peli y además tan oportuna para que algo aprendan nuestros niños, cada vez más ignorantes de un pasado que parece alejarse de manera irremediable. Una película vistosa y mediocre. Olvidable. 

5 comentarios:

  1. Excelente reseña. No iré a verla pues. Acuerdo con agregar más historia real a la ficción y educar un poco a los pibes.

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  2. Che, y estálinda la Sirenita. Hacen el amor las sirenas. Como?

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  3. Muy bien resumida.... lo de la selección natural.... sublime...jjjjj

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  4. Excelente. Como siempre.

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  5. Maina, me embromaste la ilusión de verla, me acuerdo de Splash, con Tom Hanks creo. Debió ser mejor, me spoileaste ésta, pero por otra parte me ahorraste unos minutos de verla en Disney y darme cuenta que era un bodrio, 10 o 15 minutos... Salvo que la actriz esté sexy, ahi podía ver 5 minutos más

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