miércoles, 14 de marzo de 2012

GATEANDO ON THE MOON

Hete aquí, en el Mar de la Tranquilidad, donde Neil Armstrong y Buzz Aldrin estuvieron caminando. ¿No sigue siendo absolutamente alucinante que se pueda llegar a ese cuerpo celeste blancoazulado que nos acompaña desde siempre y volver con la cabeza en el mismo sitio? Nada más que por eso, me alegro de haber vivido hasta hoy, porque en aquél remoto 1969 no me parecía tan deslumbrador. Con el paso de los años he ido revalorando el esfuerzo científico y tecnológico que significó ese hecho. Llevarlos hasta allá y traerlos de vuelta sin que algo, lo que sea, hubiera fallado.
Pero es que ya estoy tan arqueológica que hasta volar en un avión de línea me parece mágico. A veces me deslumbra el cerebro del hombre y quiero quererlo...no como siempre que vivo criticando a nuestra especie.

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