miércoles, 14 de marzo de 2012

LOS JÓVENES DEBEN REINVENTARSE LABORALMENTE.

                                                              LYNDA GRATTON

Esta señora, experta en tendencias laborales, escribió un polémico libro que se titula: "PREPÁRATE: EL FUTURO DEL TRABAJO YA ESTÁ AQUÍ"  (Galaxia Gutenberg, Círculo de Lectores)
Hago una síntesis de una entrevista que le hizo Jesús Ruiz Mantilla.
1) Estamos solos. Ni los gobiernos ni las grandes empresas (bancos incluídos) pueden ayudarnos.
    Ellos sólo piensan en el corto plazo. El que quiera un trabajo debe INVENTARLO a su medida.
2) El conocimiento es lo que más se valora. Se vende y se compra.
3) Para que el conocimiento sirva hay que conectarlo con otra gente, por ejemplo, Internet. EVITAR EL AISLAMIENTO. Debemos prepararnos para comprender la situación, espabilarnos, conectarnos y trabajar duro.
4) Se terminó la época del consumo. Ya sabemos que no nos hace felices. Tener muchas cosas puede ser una carga. Más felices seremos en un trabajo que nos guste.
5) Dejemos de echarle la culpa a China: no sólo es una potencia económica sino intelectual. (Shangái tiene los matemáticos más brillantes del mundo).
6) Muchos jóvenes se interesan en proyectos técnicos en África y zonas deprimidas. Eso de que no tienen valores es una mentira: tienen otros.
7) Uno de los factores que da más felicidad en el trabajo es la relación con los compañeros y la que da más infelicidad es la relación con los jefes.
8) Lo que llevó al caos fué la AMORALIDAD de universidades y empresas que actuaron con gran despreocupación.

Y la guinda: En España cambiar el modelo productivo llevará años.
El único comentario que haré es que en mi escuela oficial de idiomas (estoy en segundo de alemán), cuando se habló de trabajo (seremos unos 20 o 25 alumnos, todos muy jóvenes, menos una señora y yo) hubo sólo 3 personas que querían su trabajo: una chica recepcionista de un hotel, otra que trabaja en una agencia de viajes importante y yo. (Todos los que me conocen saben que yo siento que TODO se lo debo a mi querida profesión, hasta mi ¿precario? equilibrio mental). El resto estaban parados esperando la temporada de verano para trabajar en hostelería. De vocaciones NI HABLEMOS. El sistema educativo español no las contempla. Si alguien demuestra interés en las Letras y odia las matemáticas, lo atiborran a matemáticas. O sea, justo al revés.
Yo tuve mucha suerte: en Argentina, cuando yo estudiaba, me dejaron desarrollarme en lo que demostraba más interés y no me apretaban con lo que rechazaba. Tuve profesores maravillosos que amaban su trabajo (sobre todo el tiempo que fuí a una escuela pública), tanto que hasta las materias que no me gustaban llegaron a interesarme. No sé cómo será ahora...mis amigos opinan que empeoró. Por último: mucha gente de mi generación  y yo ya sabíamos con certeza que comprar no da felicidad y que trabajar en lo que nos gusta sí nos la da.

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