POESÍA DE NÉSTOR CARLOS HIDALGO.
(El padre de mis hijos).
Cuando mueren las hojas de la Parra
las junto en el centro del patio
las observo, las huelo, las acaricio y leo
el intrincado abanico de sus nervios
y el miedo posterior que fluye de ellas.
La sensación del humo en mi nariz
me arrastra a lo anterior que fue mi origen
En el agua y la piedra está tu rostro,
tu voz, tu forma, tu sabor y aroma.
El rumor de la nieve en los cipreses,
El vozarrón del viento entre las piedras
y el secreto murmullo de la lluvia en la arena.
Vas unida al hogar y a la madera
que crepita su música en la noche.
Estridente silencio de las llamas
porque incendió la angustia.
La memoria de las hojas caídas aquí, a la siesta.
NÉSTOR CARLOS HIDALGO.
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