sábado, 22 de abril de 2023

SOLOS

 DESENCUENTROS

EL AMOR LÍQUIDO de Zygmunt Bauman: este libro que se publicó en 2003 habla en profundidad del amor evanescente, sin ataduras y sin arraigo. En general, de la fragilidad de los vínculos humanos. Uno no termina de creérselo hasta que va mojándonos los pies...

Estaba charlando con una agradable joven, en un descanso del trabajo en su mercería, y me contaba sus circunstancias actuales. Las de ella y de algunos contemporáneos en una ciudad española multicultural a orillas del Mediterráneo. Ella está aceptando, con el paso de los años, que se quedará soltera y, probablemente, elija ser madre soltera. Eso me sorprendió viniendo de esta chica agradable, sana y simpática y le pregunté porqué, ya que evidentemente lo de tener hijos era mejor hacerlo en pareja. Me contestó algo que se va perfilando cada vez con más claridad en la sociedad española actual, que es el desencuentro de las personas jóvenes y no tan jóvenes en edad de formar pareja. De hecho, el hijo de un vecino comentaba exactamente lo mismo y lo hacía extensivo a muchos amigos suyos. Por lo visto, la desconfianza mutua, el empoderamiento (que palabra horrible) femenino, el cinismo militante, la falta de compromiso, la indefinición sexual y la decisión de no tener hijos (para no tener problemas), entre otros factores, van empujando a toda una generación a una vida de individualismo y soledad. Una muestra más de estas novedosas organizaciones sociales de UNO SOLO. "Buey solo bien se lame", dicen en mis pagos. 

Y aún aquéllos que están deseosos de formar una familia no encuentran el suficiente eco por parte de sus contemporáneos.  Vendría a ser algo así como buscar una aguja en un pajar. 

Estos solitarios involuntarios afirman que es muy difícil establecer lazos duraderos y conversaciones frecuentes con amigos que pueden llegar a ser futuras parejas porque los contactos mayormente son con la intención de tener sexo inmediato y luego se alejan hasta una nueva oportunidad (quién sabe cuándo), quizás hasta que algún WhatsApp azaroso o alguna red social los vuelva a reunir. De hecho, ya no se ilusionan demasiado con alguna persona nueva que conocen y les gusta, porque la cosa generalmente no fructifica. El desencanto es generalizado. No hay APUESTAS, hay MIEDOS, y por eso no desean el menor riesgo. Abstenerse es el camino más seguro. Apenas perciben el asomo de un enamoramiento se alejan, para que dicho sentimiento no crezca. Prefieren el control absoluto sobre sus vidas (algo imposible por definición), a la alternativa de dejarse llevar a una situación con promesas de amor y  fidelidad firmes y duraderas, que, otra vez, por definición, siempre son inciertas. Pero al menos se parte de propósitos bienintencionados y se está dispuesto a luchar por superar los baches que nos presentan el tiempo y las adversidades. Pero eso ya se sabe: en la vida no hay nada que se parezca a lo inamovible. 

Y de lealtad mejor no hablar: habría que buscar urgentemente esa palabra en el diccionario... bueno, no, en Google mejor, ¿no? Mas rápido. A esto hemos llegado y la película continúa... un mundo profundamente diferente se abre ante nosotros con gigantescos signos de interrogación. Aunque algo es seguro; aún en los tiempos de la posverdad: ni siquiera una plantita puede crecer sin polinización, sin tierra, sin agua, sin aire...



3 comentarios:

  1. Mónica, cuánta realidad actual hay en ese escrito! Y cuánta intuición!

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  2. Perfecto razonamiento.
    Lástima de los inadaptados, pues se nos vienen de cambio

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