martes, 8 de noviembre de 2022

DÍAS DE MIERDA

 


Hay días de mierda. Eso es indudable. Y muchas veces son días espléndidos con brisas otoñales y sol acariciante. Pero eso no nos alcanza; igual son días de mierda. Porque algo alteró ese perpetuo mar de fondo, ese mal rollo que circula silencioso siempre dispuesto a la tormenta. En apariencia son cosas intrascendentes: una mala respuesta, un monopatín eléctrico que por poco nos hace chocar, un pariente que de golpe ha descubierto que no dió golpe en toda su vida y descarga su frustración en nosotros, el noticiero y su reguero de sangre, un WhatsApp de un hijo maleducado, un paciente problemático. 

Hay días de mierda. Remontar esos momentos es difícil y con el famoso pensamiento positivo no llegamos ni a la esquina. Un diazepan es, en la mayoría de las veces, la solución más expeditiva.  Los consuelos de la autoayuda ayudan solo a los que venden esos libros y se forran. Cada sujeto debería saber más o menos cómo remontar esos días de mierda: irse a dormir, ver una película, escuchar música divina, hablar con amigos, emborracharse, bailar... qué se yo, aunque a veces se nos agotan esos recursos y no nos sirven para nada. 

De mí no esperen la solución mágica ni de coña. Yo solo describo acá, en mi rinconcito y sin ninguna pretensión ulterior, una constatación: HAY DÍAS DE MIERDA. 

5 comentarios:

  1. Mierda, qué día! Saber extraer lo bueno es todo un reto cotidiano. La vida no es mala, lo malo es vivir mal.

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  2. Un día de mierda.... Solo son 24 hs.....
    Jeje el problema esta cuando ya es una temporada de mierda! Animo todo tiene su fin!!!!

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  3. Y encima si habla Ayuso !!!

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  4. Todos sabemos qué es un día de mierda. Uf. Que no vuelvan por ahora. A veces son apenas un par de horas que se expandieron en tu océano mínimo como una gota de tinta china y te llenó el resto del día. Uf.

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