sábado, 27 de mayo de 2023

VAYA PAREJA

 


Cuento corto de Mónica Bardi.

Parece un milagro, aunque los científicos dicen que no lo es; que todo ha sido aparentemente casual pero regido por estrictas leyes físicas, aunque aclaran que el azar también ha tenido mucho que ver. Los tamaños y las distancias han puesto esos cuerpos celestes de manera tal que sus dimensiones coinciden exactamente con los kilómetros que los separan y forman un círculo perfecto en las lunas llenas y en los eclipses, por ejemplo. 

 Se esconden, se escinden, se turnan, se reflejan y cada 24 horas el espectáculo sufre eternas e imaginativas versiones. ¡Qué misterio, qué burla se traen esos dos!

Difícil es creer que esa depurada  escenografía no oculta al titiritero,  cuando cada dia el dorado y la plateada  juegan entre si sin medir las consecuencias; indiferentes a las mareas aquí y a sus distantes compañeras, allá, las estrellas. Y unos raros monos desnudos, los sapiens, no dejan de hablar de ellos, de estudiarlos, de escribirles poesías, de observarlos. A ella le enviaron unos extraños artilugios que se han quedado a vivir en su polvorienta superficie sin pedir ni siquiera permiso. Al dorado no se le animan: es demasiado caliente y podría lanzar una flamígera lengua ardiente cuando le dé la gana. 

Dicen los científicos que la Tierra parió a la Luna. Fue un acontecimiento brutalmente catastrófico para nuestra limitada visión de humanos pero un hecho insignificante para el cosmos, acostumbrado como está a engullir inmensas estrellas con sus famosos agujeros negros. ¡Vaya familia! ¡Todo es tan descomunal, tan violento en ese cielo engañosamente sereno!

Por eso, mejor tumbarse en el césped, bajo nuestra querida y protectora atmósfera terrestre y disfrutar de la grandiosidad mirando caminar a una hormiga. 



1 comentario:

  1. Eso. Tumbemosnos. Miremos al cielo. Por ahí lluven dólares
    Ja. Ja. Beto

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