martes, 22 de marzo de 2022

DESAPARECIDO

POEMA PARA NO MORIR

por Rafael José Beláustegui



Sé que algún día dejaré de pertenecer al mundo,

y nunca más podré escribir,

ni hacer el amor,

ni disfrazar la naturaleza con un poema,

ni viajar en los libros,

ni exponer mis ideas.

Por eso en este poema dejo mar, cielo y luna

mariposas, besos y sirenas,

y me dejo a mí,

porque cuando muera seguiré viviendo en estos versos. 

Rafael José Beláustegui

20 de abril de 1968 - Escrito a los 13 años 

Desaparecido durante la dictadura militar argentina el día que cumplía 23 años. Lo absolutamente conmovedor de la expresión de este chico es su mirada, esos ojos rutilantes, su energética sonrisa, desbordando alegría, optimismo y proyectos. Una estampa resplandeciente truncada para siempre con filos criminales por adultos  que generalmente no sufren ni mueren en esas contiendas. Miro y vuelvo a mirar las fotos de mis hijos jovencitos, con ese brillo rompedor en sus ojos y esos dientes colmados de juventud y blancura, encarando a la vida con anchas sonrisas plenas de confianza. Luego los comparo con las fotos actuales. Ya se van acercando a los 50 años y aunque no han tenido que sufrir torturas o bombardeos, su expresión ha cambiado. Han madurado. Esas arruguitas sinuosas en sus caras ya van hablando de una historia de vida, con tropiezos y desilusiones, ¡cómo no! Sus miradas se han atemperado y sus bocas se dibujan más enigmáticas. El pelo va virando al blanco en algunas zonas. Todo es menos entusiasta y atenuado. El aprendizaje ha sido muchas veces a palos, ¡cómo no! Así es la vida: "se hace camino al andar".

A Rafael no lo dejaron recorrer ese camino y nos genera, a los que hemos vivido muchos años, una pena espantosa; como un puñal de hielo que nos atraviesa por esa juventud perdida. Porque muchos no sabemos si hay otra vida, una segunda oportunidad. No lo sabemos. A 46 años del golpe militar, por favor, por favor, nunca más, nunca más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario