domingo, 29 de mayo de 2011

GENÉTICA Y SELECCIÓN NATURAL

La fiebre de Lassa es una enfermedad que surgió hace relativamente poco en la población  YORUBA de NIGERIA. ¿Y qué pasó? Que muchos murieron, como es natural pensar. ¿Pero qué más pasó? Que de a poco dejaron de morir por esa fiebre mortal. ¿Por qué? Porque los portadores de un gen mutado (que bautizaron LARGE), al no morir, llegaban a adultos y se reproducían transmitiéndole ese gen mutado a sus descendientes. Conclusión: Ese gen, que es el responsable de la inmunidad a la fiebre en cuestión, alcanzó una alta frecuencia en la población y los hizo resistentes a la infección.
Esto ocurrió muy rápido y el gen fué descubierto por el grupo de PARDIS SABETIS, de la Universidad de Harvard.
¿Quedan todavía gentes dudosas de la relación entre genética y selección natural? ¿Otro ejemplo?
Hay una fuerte presión selectiva en el color de la piel, pelo y ojos de humanos no africanos: al emigrar de sus asentamientos tropicales, los humanos vieron disminuir la radiación ultravioleta del sol. El cuerpo necesita una dosis determinada de ratos UVA para poder sintetizar la VITAMINA D, nutriente esencial. En los trópicos hace falta menos cantidad de rayos UVA porque hay más sol, por lo tanto la selección favoreció a la piel oscura. Pero en altas latitudes la presión selectiva favoreció a los de piel más clara para que la luz solar llegara mejor. Los cambios en los genes, que presentan fuertes señales de selección, hicieron posible el proceso adaptativo.
Este tema tiene muchas vertientes y complicadas explicaciones que tienen que ver con las rutas migratorias de los humanos desde que andamos en dos patas, pero yo quise dar sólo dos ejemplos muy claros para no aburrirlos. (Extraído de un artículo de Jonathan K. Pritchard, Scientific American)

No hay comentarios:

Publicar un comentario