domingo, 15 de enero de 2023

DESIGUALDAD

 


GENOMA DE LA DESIGUALDAD

Es extraordinario lo que puede dar de sí el estudio de la genética humana: aspectos inesperados aparecen allí cuando a alguien se le ocurre asociar los genes a otras disciplinas, aparentemente alejadas. 

El filósofo Walter Benjamin no pudo imaginar que sus palabras algún día tendrían un tinte profético: "Es una tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que la de las personas célebres". 

Carles Lalueza-Fox es un científico del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona y especialista en paleogenética, es decir, la genética de la antigüedad y fue a él al que se le ocurrió asociar diferentes disciplinas para el estudio de las capas sucesivas de nuestros ancestros genómicos. Su original enfoque interdisiplinar incluye la genética, la arqueología, la antropología y la lingüística. 

Todos hemos oído nombres de conquistadores y batallas pero nunca se menciona al pueblo llano que, además, es el más numeroso. Parece claro que los hombres poderosos del pasado pudieron tener más descendencia, con diferentes mujeres, que sus contemporáneos pobres porque estaban bien alimentados y tenían más posibilidades de viajar. El pueblo llano moría más joven y, por lo tanto, tenían menos hijos cuyas probabilidades de sobrevivir eran bajas. 

Todos estos patrones de desigualdad dejaron marcas genéticas que, increíblemente, se pueden encontrar en el estudio genómico de poblaciones antiguas y modernas. 

Carles Lalueza-Fox afirma: "Siempre que analizo  un nuevo estudio genético descubro nuevas pruebas de desigualdad y discriminación en diferentes épocas". 

"De estas observaciones surgió un buen número de ideas desconcertantes. Para mencionar solo unas pocas: aquéllos que se beneficiaron de la desigualdad en el pasado, gracias a lo cual tuvieron más descendencia, tienen más probabilidad de ser nuestros antepasados genéticos, y si los  hombres ricos se podían aparear con diferentes mujeres, y éste era un patrón común, está claro que las mujeres contribuyeron más que los hombres a la diversidad genética humana moderna".

Y ahora, la guinda del pastel con esta última frase del científico: "dije que la desigualdad influiría de forma diferencial en la mortalidad causada por la actual pandemia del covid-19 y, unas semanas después, mi corazonada se confirmó. La desigualdad está integrada en nuestros genomas, pero también proyecta una larga sombra sobre el futuro de la sociedad. Tendremos que decidir, más pronto que tarde, como queremos afrontarlo". 

Este escrito es un extracto comentado sobre un artículo publicado en el diario El País del domingo 8 de enero de 2023. 


3 comentarios:

  1. El sapiens no ha cambiado en nada. Falta dar un salto evolutivo que no sucederá por estas mismas características.

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    1. Hace años leí que el sapiens no logrará superar su adolescencia tecnológica sin autodestruirse antes.

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  2. Basándome en estas observaciones se me ocurrió que, como consecuencia de la política del hijo único de MaoTse Tung ("nacían" menos niñas porque las familias encontraban más sostén en los varones) pudo haber creado un hecho diferencial genético. Esta diferencia pudo haber generado más vulnerabilidad frente a algunas enfermedades, como ha demostrado el pueblo chino con el covid 19, pese a las estrictas políticas de mascarillas, confinamiento y vacunación.

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