jueves, 30 de septiembre de 2021

ABUELA CORAJE

 


NOMBRE FUERTE PARA UNA MUJER FUERTE (escrito por sus nietas).

GRACIELA LUISA VIDAILLAC: un nombre fuerte para una mujer fuerte. Ella fue la encarnación de la idea de que un mundo más justo existe. En el año '76, durante el golpe cívico militar en Argentina fue secuestrada junto con su esposo, José Ramón Morales y parte de su familia en el centro clandestino de Automotores Orletti. En esa noche devastadora donde fue torturada, tuvo un momento de lucidez y supo que su muerte estada asegurada. Luego de pedir que la llevasen al baño; al volver y quedar mal atada, logró desatarse y valientemente corrió a un cuarto, tomó un arma y buscó a su compañero. Los dos protagonizaron a tiros la fuga del centro. Gracias a esto, al día siguiente, se produjo el desmantelamiento de Orletti, poniéndole fin a lo que significó tanto en la historia argentina como de gran parte de América Latina. 

Al tiempo de escapar, se reencuentra con sus hijas y su suegra y se exilian en México,  donde tuvo a su tercer hijo. Permanecen allí hasta 1983 y, por fin, logran volver a la Argentina. Un país distinto donde comenzaban los juicios de lesa humanidad, en los cuales Graciela atestiguó sobre los hechos vividos. 

Adentrándonos más en su vida privada;  luego de algunos años conoce al que sería su compañero y tiene a su cuarto hijo. Graciela vive un hecho que la marcará durante toda su vida posterior: en el 2000 fallece su hija mayor por una mala praxis. Cómo se ve, su vida hasta ese momento siguió impregnada de dolor. Esto la llevó a caer en una depresión en el año 2017 que le termina robando dos años de su vida. Pero a pesar de todas las batallas que tuvo que afrontar, Graciela fue una mujer fuerte y valiente por lo que, con esfuerzo y mucha voluntad propia pudo salir adelante. En sus últimos años logró reencontrarse con ella misma, revertir su vida y no quedar rezagada a lo que había vivido, es decir, que el papel de víctima del terrorismo de Estado no la definiera de por vida. Sin dejarse vencer por sus batallas, fue conmovida por la fotografía, algo que siempre le gustó. En sus fotos se podía notar un fuerte tinte político y militante, siempre pensado desde un lugar innovador y activo, destacando la figura de la mujer como símbolo principal. De Graciela nos queda una lucha interminable y la lealtad, además de la transparencia en sus vínculos y el legado de su historia. POR SIEMPRE PRESENTE, GRACIELA. 

(Escrito por sus nietas Aldana, Agustina, Simona y Amparo). 

SIMONA

AMPARO

AGUSTINA

ALDANA

3 comentarios:

  1. Impresionante. Símbolo de muchas mujeres fuertes.

    ResponderEliminar
  2. Desde España con AMOR y DOLOR.
    Gracias por el texto chicas, había detalles que desconocía. cariños siempre,vuestra tia/prima Cuyén.

    ResponderEliminar
  3. Y además, era tan dulce y delicada, hablando lo justo y necesario y con una sonrisa como una caricia. Nadie diría, viéndola, el temple y la fortaleza que se escondían dentro suyo.

    ResponderEliminar